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¡No a las suspensiones y despidos!Recorte de turnos, eliminación de horas extras, suspensiones, amenazas de despidos. Nuevamente pretenden que los trabajadores seamos los primeros en pagar la crisis de los capitalistas.
General Motors de Rosario (con 2.500 trabajadores) fue la primera en anunciar que dejará de operar entre el 27 y el 31 de octubre, por la posible caída de sus exportaciones a Brasil. Peugeot-Citroën comenzó a aplicar desde el 1 de octubre, suspensiones de una hora por turno en su planta de El Palomar. En Córdoba, la fábrica de camiones Iveco suspendió por 24 horas, desde el viernes 10/10, a sus 998 trabajadores. Mercedes Benz anulará uno de sus tres turnos en el que trabajan 500 operarios. Como si fuera un gran logro, Angel Tello, secretario adjunto de SMATA Córdoba, manifestó que “nos hemos asegurado de que a todos les paguen el 70% del salario del día” (Clarín, 10/10). A su vez, informó que la Fiat Auto de Córdoba también suspenderá a 880 de sus 1.600 trabajadores. También hay suspensiones en el gremio de la construcción, metalúrgicos, plásticos y “adelantamiento de vacaciones” en textiles. La CGT coincide con la UIA y el gobierno: pide “moderar los reclamos salariales” El consejo directivo de la CGT, reunido para analizar las consecuencias de la crisis internacional en nuestro país, manifestó su “preocupación” por la posible recesión y pérdida de puestos de trabajo. Pero en su primera declaración al respecto, dijo que suspendería todo tipo de reclamo de actualización salarial, incluyendo los $500 pesos. “Este no es el momento de reclamar actualizaciones salariales”, señaló Moyano. Pidió moderar los reclamos salariales y, en su reunión con la UIA, coincidió en que hay que “proteger la industria y el compre nacional”. Lo mismo que piden las patronales: medidas que garanticen la financiación de las empresas. Por su parte, el gobierno afirmó que adoptará un plan preventivo de “protección del empleo”. Pero el “plan” consiste en aplicar el procedimiento preventivo de crisis por el cual las empresas deben notificar al ministerio de Trabajo antes de decidir suspensiones o despidos (no prohibirlos), mantener el miserable seguro de desempleo en $225 y ayudar a las empresas con problemas. Todas medidas propatronales, ninguna para frenar los ataques actuales a los derechos de los trabajadores. ¡Que no se toque ninguna conquista laboral! No debemos confiar en los acuerdos de la burocracia, el gobierno y las patronales. Es cierto que hay que tomar medidas de emergencia. Pero estas deben comenzar por prohibir por ley todo tipo de suspensiones y despidos. Que la crisis la paguen las grandes patronales que hicieron grandes ganancias en estos años. Hay que repartir igualitariamente las horas de trabajo, sin afectar los salarios, para que trabajen todos. Derogar la legislación laboral de los años 90 que el kirchnerismo mantiene, posibilitando que las patronales tomen medidas antiobreras sin más trámite que “notificarlas al ministerio de Trabajo”. Estas propuestas de emergencia son las que debería impulsar la CGT, en lugar de comprometerse a no realizar reclamos salariales, haciéndose eco de la excusa patronal de privilegiar el empleo. Para lograrlas, hay que exigir un plan de acción unificado de todo el movimiento obrero, para que enfrentemos de conjunto esta nueva situación a la que nos arrastra el capitalismo en crisis. Esto es lo que hay que reclamar. Rattazzi: primero en beneficios… y suspensionesCristiano Rattazzi, presidente de Fiat Argentina, fue el primero que se apresuró a suspender a gran parte de sus trabajadores de la fábrica de camiones Iveco, Córdoba, ante los primeros atisbos de caída de la demanda en el sector automotriz. Este empresario no sólo fue uno de los principales beneficiados con el espectacular crecimiento de esa industria en los últimos años. Fundamentalmente, fue el más beneficiado con la Ley 26.393 de Desarrollo y Consolidación del Sector Autopartista Nacional, promovida por el Gobierno y dictada por el Congreso el 25 de junio. La misma prevé reintegros del 8% sobre el total de las autopartes que las terminales automotrices adquieran en el mercado local durante el primer año, 7% en el segundo y 6% en el tercero. Contempla además, incentivos para los que fabriquen motores y cajas de transmisión con piezas locales. Mientras sus multimillonarias ganancias -obtenidas durante años de explotación a sus obreros- están a salvo, ninguna ley del Gobierno le impide poner en riesgo la vida y la salud de centenares de familias, suspendiendo a sus trabajadores. Obreros cortan la PanamericanaLa semana pasada un centenar de obreros del Plástico convocados por la seccional Norte cortó la colectora de Panamericana a la altura de Pilar, y luego, por una hora, toda la autopista. La empresa La Filomena despidió 30 obreros y se negó a pagar la indemnización. Mientras estaban negociando en el ministerio de Trabajo, despidió otros 30. El sindicato convocó a los delegados de la zona a acompañar el corte y finalmente el ministerio declaró la conciliación obligatoria con los despedidos adentro. El gremio está plagado de despidos, suspensiones y vacaciones adelantadas. Una importante firma de colchones bajó de 1500 a 500 su producción. Todo el turno noche fue suspendido. En otras empresas directamente cerraron el tercer turno. Algo similar ocurre en autopartistas más pequeñas. Los gremios de la industria deben tomar medidas contra estos ataques. |
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