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Debates de cara a la Constituyente SocialLos días 24 y 25 de octubre se realizará en Jujuy un encuentro denominado Constituyente Social. El mismo es convocado por el secretario de relaciones institucionales de la CTA, Víctor De Gennaro. Tiene entre sus principales impulsores al diputado Claudio Lozano y participarán otros políticos invitados. En medio de la crisis y división que existe en el interior de la CTA, por el apoyo abierto de parte de sus dirigentes al gobierno peronista de los Kirchner, el histórico dirigente estatal revive su proyecto de lanzar un movimiento político y social.
Para muchos luchadores y activistas que se referencian hace años con la CTA, la propuesta de De Gennaro suena atractiva, ya que ven en la Constituyente Social, una nueva oportunidad para el surgimiento de una alternativa política de los trabajadores y el pueblo. Izquierda Socialista, si bien no es parte de sus convocantes, se hará presente en Jujuy con una delegación y acercará algunas propuestas para el debate. En primer lugar, es imprescindible definir como prioridad de la Constituyente Social, que triunfen las luchas obreras y populares en curso. Esta discusión es fundamental en momentos que la actuación de muchos dirigentes de la CTA conspira contra el triunfo de peleas heroicas, como fue la lucha del Neumático, o con el rol lamentable de los dirigentes de Suteba, con Roberto Baradel a la cabeza, en el último conflicto salarial docente. El primer requisito para convertirse en una referencia política para millones de trabajadores que repudian las agachadas de la vieja burocracia sindical cegetista, es que la Constituyente discuta medidas de apoyo concretas y cómo realizar los máximos esfuerzos para el triunfo de las luchas. En momentos en que las patronales y el gobierno buscan descargar el peso de la crisis económica sobre el pueblo trabajador, es fundamental fortalecer, rodear de solidaridad y unir las luchas de los que enfrentan despidos, persecuciones y reclaman por sus derechos hasta que triunfen. Del mismo modo propondremos que la Constituyente se sume a la campaña por un millón de firmas por estadísticas confiables y contra la intervención del INDEC. Y proseguir desarrollando en forma unitaria la campaña contra el tren bala y un tren para todos entre Proyecto sur, los cuerpos combativos ferroviarios de TBA y otras organizaciones. En segundo lugar, la Constituyente debe partir de definir un programa con medidas de fondo para que la crisis no la pague el pueblo. Un programa de ruptura con el modelo que hoy llevan adelante los Kirchner y que, en líneas generales, apoya toda la oposición burguesa. Para poder constituir una fuerza política que sea alternativa real para los sectores populares se debe partir de reclamar un aumento inmediato de salarios y jubilaciones. Levantando el no pago de la fraudulenta e ilegítima deuda externa y fuertes impuestos a los grandes empresarios, banqueros, multinacionales y exportadores. La reestatización sin indemnización de las empresas privatizadas, para recuperar los recursos estratégicos como el petróleo y los ferrocarriles, entre otras. Sin un claro programa, sólo se estarán reeditando experiencias como el Frente Nacional contra la Pobreza, que a partir de enunciados generales y parciales correctos, terminan diluyéndose, ya que no constituyen ningún tipo de alternativa. Por último, pero no menos importante, la Constituyente debe definir qué tipo de movimiento político quiere construir. Las invitaciones al encuentro a políticos o fuerzas patronales o de centroizquierda, como el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, el intendente de Morón, Martín Sabbatella, o legisladores de Luis Juez de Córdoba, muestran que el camino elegido es reeditar viejas experiencias de centroizquierda o “progresistas” que sólo conducen al fracaso, lo cual hay que evitar. El mismo sector encabezado por De Gennaro, en los finales de los 90 apoyó a la Alianza, que rápidamente defraudó cualquier tipo de expectativa. También brindó su apoyo al kirchnerismo en los primeros años de gobierno de Néstor Kirchner. Sería un gran paso adelante que dirigentes sindicales como los convocantes planteen la construcción de una nueva alternativa política. Pero no hay que reeditar viejos errores. Por eso desde Izquierda Socialista consideramos que hay que impulsar un Frente Político de los Trabajadores y la Izquierda, donde participen todos los sectores y agrupaciones de trabajadores, con un claro programa de independencia de clase, lo cual podría ser un polo de atracción para que se sumen cuerpos de delegados, comisiones internas y seccionales y agrupaciones opositoras. Frente que debe convocar a todos los partidos de izquierda a que se sumen. |
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