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¡Fuera Israel de Palestina!Al cierre de esta edición el ejército sionista seguía masacrando a pobladores de Gaza, hombres, mujeres, niños, familias completas, que se apiñan en un pequeño territorio de 40 kilómetros de largo por 10 de ancho. El genocidio es perpetrado con armas -que incluye bombas racimo y fósforo blanco, prohibidas por convenciones internacionales- con apoyo abierto de los yanquis, y complicidad hipócrita de la Unión Europea. La resistencia es heroica, casa por casa. El repudio mundial es gigantesco, millones de personas ganan las calles. Venezuela rompió relaciones con Israel. Y en los países árabes la movilización amenaza la estabilidad de sus gobiernos colaboracionistas del imperialismo.
El ejército sionista, con misiles y bombardeos de aviones F16, tanques y armas ultramodernas, enfrenta a un pueblo pobrísimo que, sin embargo, no se rinde. Cada paso que dan los sionistas es resistido por heroicos combatientes. Los palestinos asesinados en Gaza se acercan al millar y hay otros 5000 heridos. La mayoría del millón y medio de habitantes de Gaza no tiene electricidad, ni agua potable, ni comida, ni medicinas. Los hospitales funcionan a duras penas con generadores de emergencia que se interrumpen a cada rato por falta de combustible. El argumento sionista que la bárbara masacre es una “respuesta” al lanzamiento de misiles kassam por los palestinos, es una burda y miserable mentira. El alto al fuego lo rompió Israel. Los misiles Kassam no son otra cosa que una defensa desesperada ante el bloqueo criminal impuesto por Israel, que convirtió a Gaza en una cárcel a cielo abierto, donde los carceleros asesinan libremente a los presos que no les gustan y reducen al hambre, sed y miseria extrema al resto. Resolución de la ONU Ante el genocidio, después de dos semanas de masacre, y ante el inmenso repudio popular mundial, el Consejo de Seguridad de la ONU (integrado por 15 países, entre ellos 5 con derecho a veto que son EEUU, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China) votó, con la abstención (pero no veto) de Estados Unidos, un “cese del fuego llamando al retiro de las tropas israelíes de Gaza”, pero sin fijar una fecha límite e instó a “que cesen los ataques con cohetes por parte de milicianos palestinos contra ciudades israelíes y a que termine el tráfico de armas entre Egipto y Gaza”. No sólo es ambigua e hipócrita esta resolución, sino que además, cuando Israel dijo que no pensaba acatarla, no hubo ninguna sanción. Es decir, Israel tiene impunidad total para seguir masacrando. ¡Y la ONU exige a las víctimas que se desarmen totalmente para que los puedan masacrar mejor! Salvo la honrosa excepción de Venezuela, el conjunto de los gobiernos capitalistas sigue sin tomar ninguna medida siquiera de ruptura diplomática con los genocidas israelíes. Por la derrota de Israel y el imperialismo ¡No se puede ser “neutral” ante un genocidio! Estamos por la derrota de Israel y el imperialismo y, para eso, la movilización mundial con la exigencia de ruptura de relaciones juega un rol muy importante. ¡Hay que acorralar a todos los gobiernos e instituciones para obligarlos a romper relaciones! Para eso ya están saliendo a la calle millones de personas. Hay que exigirle a Egipto que rompa con Israel y abra su frontera con Gaza (la única que no controla Israel) para permitir el paso de todo tipo de ayuda, comenzando por comida y medicamentos, y también elementos de defensa armada para los que resisten el genocidio. Esto es lo que ya está reclamando el pueblo egipcio en las calles. La inmensa movilización mundial que está en marcha junto a la heroica resistencia palestina ya logró un comienzo de crisis en Israel y en el imperialismo. La abstención de Estados Unidos en la ONU permitió que se votara un llamado a un “cese del fuego”, con el que Israel no está de acuerdo. Si bien es hipócrita, como lo señalamos, es igualmente un problema para Israel cuyo gabinete discute públicamente si tienen que seguir matando o retirarse ahora. El otro problema es que en tres semanas de ofensiva en un territorio minúsculo, las tropas de infantería sionistas no han podido siquiera entrar en las ciudades principales, lo que muestra la heroica resistencia palestina. Es urgente redoblar la campaña mundial, formar en cada ciudad amplios comités de solidaridad con todos los que quieran impulsar la movilización, exigiendo la ruptura de todas las relaciones con el estado de Israel, diplomáticas, comerciales, militares, culturales, deportivas, y el boicot a todos los productos de origen israelí, en primer lugar a los gobiernos, pero también a todas las instituciones deportivas, universitarias o culturales. Qué es HamasIsrael, el imperialismo y gran parte de los medios de difusión que les sirven, califican a Hamas de “organización terrorista”. La realidad es muy distinta. Hamas no es ninguna organización terrorista, sino el partido mayoritario en los llamados Territorios Ocupados Palestinos (Gaza y Cisjordania) que dirige la resistencia ante el constante ataque y opresión israelí. Triunfó en las elecciones democráticas parlamentarias realizadas el 25 de enero de 2006. Ganó por oponerse a la corrupción del gobierno del tradicional Al Fatah y, principalmente, por su oposición al acuerdo de Al Fatah con Israel. Con mayoría parlamentaria nombró al primer ministro Ismail Haniya de Hamas. El 14 de junio de 2007 Haniya fue destituido por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, de Al Fatah, que disolvió el Parlamente, en un golpe de Estado auspiciado por Israel y Estados Unidos. Pero no pudo dominar la Franja de Gaza, donde Hamas tiene mayoría aplastante. Hamas (“fervor”, en árabe), Movimiento de Resistencia Islámico, es una organización palestina de carácter nacionalista y religioso (islámico, dentro de la rama sunní). El objetivo de Hamas es el establecimiento, con capital en Jerusalén, de un Estado independiente islámico en la región histórica de Palestina, lo que comprendería todo el actual territorio de Israel, más Cisjordania y la Franja de Gaza. Hamas reivindica la destrucción del actual Estado de Israel y la vuelta de Palestina a su territorio histórico, que incluye el derecho al retorno de los refugiados, lo que hizo que recibiera el apoyo mayoritario entre los palestinos, ante la traición de Al Fatah al programa histórico. Mas allá que haya abandonado la consigna histórica “Por una Palestina laica, democrática y no racista”, por la de un “Estado islámico”. La organización mantiene una amplia red de apoyo social, la única con la que, aparte de la ayuda humanitaria internacional, cuentan los habitantes de Gaza. Y mantiene económicamente a los familiares de sus activistas y militantes encarcelados, y a los de los muertos en ataques israelíes o en ataques contra Israel. Muchos de sus dirigentes, incluyendo sus fundadores, fueron asesinados por Israel, que en gran parte de los casos los masacró con bombas y misiles en sus casas, en barrios populares, junto a sus hijos y familiares. Obama y Hillary contra los palestinosPara muchos en Estados Unidos y el mundo, el nuevo presidente Barack Obama, próximo a asumir, representa una posibilidad de cambio positivo, en relación al guerrerismo imperialista de Bush. Pero, ante los hechos de Gaza, Obama mantuvo silencio por dos semanas. Cuando por fin habló dijo que “estaba preocupado por la muerte de civiles”. Aclaró que el presidente en ejercicio es Bush y dijo que haría “algo” cuando asuma… Mientras tanto, Hillary Clinton, su secretaria de Estado, descartó negociaciones con Hamas “hasta que reconozca al Estado de Israel”. Es decir, el mismo argumento que utilizan los sionistas y Bush para justificar el genocidio en la Franja de Gaza. El genocidio en Gaza muestra que son parte de la misma política imperialista que Bush. La complicidad de CristinaDurante días el gobierno de Cristina Kirchner mantuvo silencio sobre la masacre en Gaza. Silencio es complicidad, para un gobierno que ha establecido fuertes relaciones con el sionismo e impulsó la firma del tratado de comercio Mercosur-Israel, mientras habla todos los días de los derechos humanos. Recordemos que en septiembre de 2007, Néstor Kirchner habló en la ONU contra Irán por la causa AMIA avalando la postura de Israel contre ese país. El discurso de Kirchner fue funcional a la estrategia de Israel de tener un pretexto para bombardear Irán. En ese entonces Israel planeaba un ataque a Irán, con la venia de Estados Unidos, que luego se frustró por la derrota de Estados Unidos en Irak. Ante el genocidio israelí en Gaza, el gobierno no podía permanecer mudo y mirando para otro lado por mucho tiempo. Porque Argentina es miembro del Consejo de Seguridad de la ONU. Y, por lo tanto, estaba obligado a decir algo. Así fue que el representante argentino ante el Consejo de Seguridad afirmó: “reiterar la posición del gobierno de Cristina Kirchner de condena a esas operaciones y al uso desproporcionado de la fuerza por parte de Israel y a los continuos ataques con cohetes por parte de grupos palestinos contra territorio israelí”. Es decir que, para el gobierno argentino, genocidio es “uso desproporcionado de la fuerza” y legítima defensa “continuos ataques con cohetes por parte de grupos palestinos” (¿también serán “desproporcionados”?), como si pudiera compararse semejante “desproporción” entre un ejército ultramoderno que mata mil personas y deja heridas a 5000 en 2 semanas de bombardeos a ciudades superpobladas, con un pueblo que se defiende como puede de semejante agresión. Repudiamos esta cobardía cómplice del gobierno argentino y su teoría de los “dos demonios” que sólo beneficia al estado fascista de Israel. Y llamamos a exigirle inmediata ruptura de todas las relaciones con ese estado genocida. Millones se movilizan en todo el mundo
En Asia, Africa, Europa y América millones salen a las calles exigiendo ruptura de relaciones con Israel y ayuda al heroico pueblo palestino. Los trabajadores clasistas de Venezuela, de CCURA, estuvieron a la vanguardia exigiendo la ruptura de relaciones del gobierno de Hugo Chávez. Los petroleros clasistas reclaman además que se suspenda de inmediato todos los envíos de petróleo a Estados Unidos e Israel, reclamándole a la OPEP (Organización de países exportadores de petróleo, que integran Venezuela, países árabes e Irán) que haga lo mismo. En Yemen un millón de personas colmaron su capital; en Rabat (Marruecos, que tiene un gobierno proyanqui) salieron 800.000 a la calle. En Egipto 50.000 manifestantes ferozmente reprimidas; en Sudán, Libia y Jordania, centenares de miles ganaron las calles. En Argelia hubo manifestaciones de masas en 50 ciudades, desafiando la prohibición del gobierno. También en Irak y Afganistán ocupados por los yanquis. En Indonesia, Pakistán, Malasia, Corea del Sur, Japón… En Irán, decenas de miles se movilizaron reclamando intervención militar y ofreciéndose como voluntarios. En la Cisjordania ocupada los palestinos enfrentaron la violentísima represión israelí. Y en la Palestina ocupada dentro del propio Estado de Israel se manifestaron cien mil palestinos en Baqa Al-Gharbey. Las calles de Europa se llenan de indignados manifestantes: 100.000 en Barcelona, 250.000 en Madrid, 150.000 en Francia (París y otras ciudades), 100.000 en Londres, 40.000 en Alemania, 7.000 en Berna (Suiza)… Polonia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Irlanda, Holanda, Bélgica, Hungría, Grecia, Bosnia, Austria… En Latinoamérica hubo manifestaciones en casi todas las capitales, destacándose la de Buenos Aires con 20.000 personas. También frente a la Casa Blanca en Estados Unidos se reunieron 10.000 manifestantes además de otros miles en San Francisco, Detroit y otras ciudades. En Canadá decenas de miles de personas se manifestaron en Toronto, Montreal, Québec, Vancouver, Ottawa y Calgary.
Adquiera el libro sobre la historia de Palestina y la lucha de su pueblo, con notas de actualidad, mapas, imágenes y cronología. Ediciones El Socialista Valor $25 Frederic Kanoute, jugador del Sevilla. Por demostrar su solidaridad con la causa palestina fue multado por la Federación de Futbol Española en 30 mil euros. Einstein, Pinter y centenares de intelectuales judíos lo denunciaron“Un estado fundado en el terrorismo y el desposeimiento de un pueblo” Entre los que denunciaron el carácter fascista, racista y terrorista de Israel, figuran ilustres pensadores, artistas y científicos judíos. Hace 60 años, el científico Albert Einstein, junto a otra numerosa lista de intelectuales judíos, denunciaban horrorizados a los nuevos líderes de Israel, cuando Menahem Begin (que llegó muchos años después a primer ministro israelí) visitó Estados Unidos. Decían Einstein y demás firmantes: “El 9 de abril (de 1948), bandas de terroristas (israelíes) atacaron la pacífica aldea Deir Yassin, asesinaron a la mayoría de sus habitantes –240 hombres, mujeres y niños– y dejaron a algunos con vida para hacerlos desfilar por las calles de Jerusalén”. El texto acusa a estos dirigentes de preconizar una “mezcla de ultranacionalismo, misticismo religioso y superioridad racial”, signo indudable de un partido fascista para el cual el terrorismo “es un medio para alcanzar su objetivo” (New York Times, 4/12/48). Cuando en mayo de 2008 Israel cumplió 60 años, Harold Pinter, el célebre dramaturgo británico judío, recientemente fallecido, firmó un manifiesto junto a 100 intelectuales judíos diciendo: “No podemos celebrar el nacimiento de un estado fundado en el terrorismo, las masacres y el desposeimiento de otro pueblo de su tierra. No podemos celebrar el nacimiento de un estado que incluso ahora se dedica a la limpieza étnica, impone monstruosos castigos colectivos a la población civil de Gaza y continúa negando a la población palestina sus derechos humanos y sus aspiraciones nacionales”. Como lo sintetizó Harold Pinter, Israel es un estado fundado en el terrorismo y la limpieza étnica, expulsando a la población local, importando judios askenazis europeos que no tenían nada que ver con la región. El imperialismo utilizó el horror del genocidio nazi en la segunda guerra mundial, para enviar a los judios europeos sobrevivientes como carne de cañón para crear un estado enclave al servicio de un plan de colonización y dominio imperialista. El martirio palestino Hoy son 6 millones de palestinos refugiados, con sus hijos, nietos y bisnietos, viviendo como parias perseguidos en otros países del Medio Oriente. La minoría, de un millón, adentro de los límites de la actual Israel, son parias en su propia tierra y en muchos casos también perdieron sus casas. Otros 3 millones viven en Gaza y Cisjordania, en territorios de la llamada “Administración Nacional Palestina”, en realidad bajo ocupación del ejército israelí y de 300.000 colonos sionistas. En Cisjordania, atravesada por un muro fortificado y con centenares de puestos de control militar, los palestinos no pueden transitar libremente por lo que se supone es su tierra. Israel es un Estado en guerra permanente desde hace 60 años, que además de ocupar la tierra palestina, atacó a todos los estados vecinos, Líbano, Siria, Egipto, Irak, Jordania; que ordena asesinatos de civiles desarmados, y sin ningún juicio, dentro o fuera de su territorio; que bombardea desde aviones F-16 o modernos helicópteros con misiles zonas densamente pobladas; que bloquea territorios con millones de personas privándolas por semanas de medicina, comida, electricidad y hasta de agua; que destruyó un millón de olivos, el árbol que constituye la base de la economía agrícola Palestina desde hace miles de años; que legalizó la tortura y mantiene a 11000 presos políticos palestinos, la gran mayoría sin juicio alguno. Gaza está bloqueada desde junio de 2007, cuando Hamas triunfó. Ya sufrió bombardeos aéreos y hasta ataques navales criminales a niños que jugaban en sus playas. El 90% de la actividad industrial está suspendida, y sus habitantes dependen en 80 por ciento de la ayuda humanitaria extranjera. Muchos ciudadanos malviven con lo que consiguen del contrabando, tras cruzar clandestinamente la frontera de Egipto a través de cientos de túneles. Hoy Israel está demoliendo con bombardeos lo que queda en pie de la infraestructura de electricidad, servicios públicos, agua potable de Gaza, y también bombardea los túneles con Egipto que era la única posibilidad de ingreso de alimentos, medicinas e insumos indispensables.
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