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Despidos, suspensiones, rebajas salariales...¡Que la crisis la paguen los de arriba!El gobierno, la UIA y demás patronales, junto a la CGT, están haciendo lo imposible para que la crisis la paguen los trabajadores. Hay que exigir que la paguen quienes se beneficiaron en todos estos años con el modelo de los Kirchner: grandes empresarios e industriales, banqueros, multinacionales, el FMI, Banco Mundial y demás usureros internacionales. “Suspensiones. Recorte de horas extras. Vacaciones adelantadas. Congelamiento de vacantes. Procedimientos preventivos de crisis. Apertura de retiros voluntarios. Cesantías de personal temporario y de planta. Rebajas y techos salariales”. Estas palabras son las que hoy manejan los empresarios para descargar sobre los trabajadores. Mientras Kirchner les pidió que no lleven a cabo “ni un despido”, los ataques crecen todos los días. Casi la mitad de los operarios de las automotrices y autopartistas está afectado. Hubo 270 telegramas de despidos entre obreros eventuales y contratados en IVECO- Córdoba. La lista sigue entre los metalúrgicos, textiles y obreros de la construcción. La CTA informó que entre noviembre y diciembre se han perdido 47.000 puestos de trabajo (Clarín, 23-02). En General Motors, Paraná Metal y Siderca, se han implementado acuerdos con el aval del ministerio de Trabajo de la Nación, con suspensiones y rebajas salariales. Es la consigna de las patronales y el gobierno, aceptada por la CGT: “resignar salario por empleo”. Una clara política para proteger las ganancias patronales. Hablan de universalizar el “modelo Siderar”, que aplicó la empresa negrera de la familia Rocca (Techint): suspender dos semanas por mes con un 25% de rebaja salarial. Mientras Cristina llama a la gente a que “consuma” y compre 0 Kms, heladeras y lavarropas, las fábricas de electrodomésticos de Tierra del Fuego han propuesto a sus 2.500 empleados trabajar 4 días a la semana, rebajando un 20% del salario, con un piso de $1.500, cuando el costo de vida en el sur del país está cuatro o cinco veces más que en el resto, lo que ya ha sido rechazado. “Plan canje” para salvar a las patronales Los empresarios alegan que la crisis mundial los está obligando a achicar personal y reducir salarios. ¡Pero cuando en estos años de “crecimiento” hicieron fortunas, tampoco dieron el empleo que hacía falta ni un ingreso salarial para vivir dignamente! Ya publicamos en ediciones anteriores las abultadas ganancias patronales en estos años. Ahora mostramos otras. Un informe de esta semana señala que en 2008 los bancos locales fueron un “sector estrella”, con ganancias récord, arrojando beneficios por 3.372 millones de pesos para la banca privada, un 37% superior al 2007”. Mientras, en el sector hubo más de 1.000 despidos, (Clarín, 23-02). ¿Cómo responde ante esto el gobierno? ¿Con fuertes sanciones a quienes atacan la estabilidad laboral o el salario? ¡No! ¡Con premios! Ya son casi 300 las empresas que reciben subsidios estatales de 400 a 600 pesos por trabajador, y en estos días habrá para ellas 1.000 millones de pesos por devoluciones anticipadas del IVA o desgravaciones del impuesto a las Ganancias. Lo mismo hacen Binner, Schiaretti o Scioli. En provincia de Buenos Aires, por ejemplo, hubo 1.800 despidos y el ex motonauta premiará a esas patronales con reducción de costos laborales e impositivos. ¿Por qué en vez de salvarlas no les pide que abran sus libros contables, lo que pondría en evidencia que vinieron ganando y ganando y ahora no quieren destinar esa plata para enfrentar la crisis, sino cobrársela a los trabajadores? Salario: con techo, en cuotas y sin paritarias “No es momento de plantear paritarias ni de pedir aumentos”, vienen diciendo desde la Unión Industrial. Moyano y la CGT le contestaron que no iban a aceptar pisos ni techos. Pero en estos días se supo la verdadera política de la burocracia sindical. Oscar Lescano, de Luz y Fuerza, quien viene de avalar el tarifazo de la luz, quiere postergar hasta julio las paritarias en su gremio a cambio de una suma fija de 200 a 300 pesos. La UTA haría lo mismo, al igual que el SMATA, La Fraternidad y otros gremios. ¿A quiénes consultaron estos burócratas si a un trabajador le hacen falta 200, 300 o 1.000 pesos para paliar el tremendo aumento del costo de vida? Una agachada más al servicio de las patronales. ¡Que la crisis la paguen ellos! Hay que impedir que la crisis la descarguen sobre las espaldas de millones de trabajadores y demás sectores populares, con tarifazos, ataques laborales y reducciones salariales. Hay que decir no a los despidos y suspensiones, llamando a que se prohíban, se repartan las horas de trabajo sin tocar el salario, y exigiendo que toda empresa que cierre o despida pase a manos del Estado, a producir bajo control de sus trabajadores, como lo plantea el proyecto de nuestra diputada Liliana Olivero. Hay que pelear por un aumento salarial de emergencia de 1.000 pesos para todos los trabajadores. Y que se reabran ya las paritarias, como están reclamando los docentes y ferroviarios del Sarmiento. Llamando a que la CGT, y también la CTA, rompan el pacto social y tomen alguna medida de lucha. Movilizarse contra el tarifazo y por la reestatización de las privatizadas. Y, para evitar que el dinero se vaya a salvar a las multinacionales y bancos usureros, el FMI, BM y el BID, responsables de la crisis mundial, hay que suspender los pagos de la deuda externa, para volcar esos fondos a un verdadero plan de obras públicas que de trabajo genuino. Medidas que vendrán con lucha y movilización. Pedraza de vacaciones en RíoMientras el conjunto de los trabajadores se encuentran preocupados por las olas de despidos y la confiscación de sus salarios con que las patronales y sus gobiernos pretenden enfrentar la actual crisis financiera, la burocracia sindical parece estar despreocupada. Tal es el caso de José Pedraza, líder de la Unión Ferroviaria, quien aprovechó el veranito para darse un suntuoso paseo por la costa brasilera de la mano de su esposa. Durante su estadía en Río de Janeiro, el gremialista y su mujer se alojaron en el Sheraton Río Hotel, pagando 400 dólares la noche. El hecho, que podría ser sólo una triste anécdota, es en realidad parte de la habitual conducta de estos burócratas. Pedraza tiene un extenso prontuario que atestigua lo lejos que están estos dirigentes de representar los intereses de lo trabajadores. No sólo se encuentra atornillado a su sillón desde hace más de 25 años -a fuerza de fraude y prebendas-, sino que durante ese periodo ha estado siempre al servicio de las políticas patronales, como lo hizo durante el desguace menemista del sistema ferroviario, siendo uno de los gestores del vaciamiento. Además, se encuentra procesado por una estafa millonaria contra sus afiliados y es uno de los dueños del ferrocarril Belgrano Cargas. Sin embargo Pedraza no llegó a ocupar ese lugar por “merito” propio. Más bien lo ha hecho intercambiando “favores” con los políticos patronales. En la causa por estafa fue defendido por el Estudio Righi, creado por el actual Procurador General de la Nación. Además, mantiene estrechos vínculos con dos hombres fuertes del kirchnerismo, como son el ministro de Planificación Julio de Vido y el secretario de Transporte, Ricardo Jaime. Burócratas ricos, trabajadores pobres. Una más para llamar a barrer a esta lacra del movimiento obrero. Consejo Económico y Social: ¿La solución es un “Pacto de la Moncloa”?No es la primera vez que se lo propone. Cristina en la campaña hablaba del Pacto del Bicentenario. Después de la crisis del campo, pasó la idea a mejor vida. Ahora, viaje a España mediante, y con el burócrata Viviani ridículamente vestido de smoking, se reflotó la idea: la creación de un Consejo Económico y Social, integrado por trabajadores (léase burócratas sindicales), empresarios y gobierno. No es un dato menor que “la idea” reaparezca tomando como ejemplo a un país que nos saquea con empresas como Repsol, Telefónica o, hasta hace poco, con los dueños de Aerolíneas; que endurece las leyes contra inmigrantes africanos desesperados y que tiene el récord de “mandar de vuelta” a argentinos, apenas pisan aeropuertos españoles. Y que durante décadas ha tenido la mayor tasa de desempleo de Europa. Cada vez que alguien reflota estos “grandes acuerdos”, aparece como ejemplo el llamado Pacto de la Moncloa, presentado como el gran modelo de estabilidad de la democracia española a la salida del franquismo. Pero, en la realidad, dicho pacto fue algo completamente distinto. Corría 1977 y el primer gobierno post-franquista, del derechista Adolfo Suárez y su partido UCD (Unión de Centro Democrático), se encontraba rodeado por una gran ola de luchas obreras en reclamo de aumentos salariales y contra la desocupación. Suárez llamó entonces a los partidos políticos, sindicatos y patronales a un gran acuerdo para defender las instituciones (en pocas palabras, la monarquía) y ponerle fin a los reclamos sociales. Así, el 25 de octubre de ese año, se firmó una concertación en el Palacio de la Moncloa entre los partidos (el gobernante UCD, pero también los opositores socialistas y comunistas), la CEOE (corporación patronal española) y las dos centrales obreras (UGT -socialista- y Comisiones Obreras -comunista-). Se fijó un “techo salarial” del 25% para 1977 y entre un 20 y 22% para 1978 -cuando la inflación superaba el 30% anual-, se prohibió a las empresas dar aumentos superiores y se castigó a los trabajadores que iniciaran conflictos por aumentos mayores con despidos del 5% de la planta de cada empresa. Pasaron los años, y los “resultados del Pacto” ya pertenecen a la historia, por más que se quiera esconderlos: entre 1977 y 1982 el salario real de los trabajadores españoles cayó un 10%. Y la desocupación, que era del 6,3%, subió al 17% en 1982. En las décadas siguientes el desempleo continuaría siendo uno de los mayores flagelos de la economía de la península. Siempre citando al Pacto de la Moncloa, parecería que todos los políticos se ponen de acuerdo en que el llamado a un “Consejo Económico y Social” sería la panacea. Hasta la oposición lo apoya, como señalaron en estos días Gerardo Morales (UCR), Rubén Gustiniani (PS) y hasta Eduardo Macaluse (SI). No hay que dejarse confundir. A quienes impulsan este pacto, lo único que les interesa es que sean los trabajadores los que paguen la crisis actual, sin poder recuperar el poder adquisitivo del salario que se perdió por la inflación y, por sobre todas las cosas, que ni se les ocurra salir a pelear, atando al movimiento obrero de pies y manos para defenderse ante las suspensiones y despidos. J.C. Que se prohíban los despidos: Proyecto de nuestra diputada Liliana Olivero
Continúa en aumento la ola de despidos y suspensiones con que las patronales pretenden zafar de los efectos de la crisis económica mundial, a costa de las fuentes de trabajo, los salarios de los trabajadores y el hambre de sus familias. Ante esto, es cada vez más imperativo lograr la promulgación de una ley que impida esta injusticia. Así lo propone la legisladora de Izquierda Socialista Liliana Olivero en la provincia de Córdoba. Además de la prohibición de despidos y suspensiones, su proyecto obliga al reparto igualitario de las horas de trabajo sin reducción salarial, la inmediata estatización sin indemnización de toda empresa que cierre o que no cumpla con la misma, y que continúe funcionando con el control de sus trabajadores; impone un aumento salarial de emergencia, y que todo trabajador cobre como mínimo lo que cuesta la canasta familiar. Este es el único proyecto presentado en todo el país en este sentido, el cual, como era de esperar, no contó con el apoyo de ninguno de los partidos tradicionales, a pesar de que sería de urgente necesidad aprobarlo. Contra la pretensión patronal y gubernamental de que la crisis sólo la padezcamos los trabajadores, debemos lograr con nuestra lucha ésta y otras medidas de fondo. En Córdoba y en todo el país. |
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