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Cargill debe ser expropiada bajo control de sus trabajadoresAnte el anuncio del presidente Chávez de expropiar a la multinacional Cargill e intervenir las arroceras de Polar y Primor, responsables del desabastecimiento artificial y la especulación con los precios de artículos de primera necesidad de millones de venezolanos, la Unidad Socialista de Izquierda (USI), orientada por Orlando Chirino y otros dirigentes clasistas, emitió una declaración que en parte transcribimos.
La USI señaló que esas empresas “no deben ser ni privadas ni controladas por el gobierno, los corruptos y la boliburguesía. Deben ser expropiadas, administradas y controladas por sus trabajadores y el pueblo. “Las «nacionalizaciones» del gobierno no conducen al socialismo.” Chávez “las presenta como acciones en camino al llamado «socialismo del siglo XXI». Los socialistas revolucionarios decimos que estas medidas recientes, y las supuestas «nacionalizaciones» y «expropiaciones » llevadas a cabo previamente, no tienen nada que ver con el verdadero socialismo. “Estas «nacionalizaciones» han sido un completo fiasco. Las cooperativas establecidas en Inveval e Invepal, resultaron ser una nueva forma de tercerización laboral; eliminación de los sindicatos y de los contratos colectivos. La «nacionalización » de la Faja del Orinoco, fue una compra de acciones que convirtió a las transnacionales, antes contratistas, en socias de PDVSA en el negocio petrolero. Las «expropiaciones» de las cementeras y Sidor -en realidad, lucrativas compras para las transnacionales-, a estas alturas ni siquiera se han concretado. Y la anunciada «nacionalización» del Banco Venezuela, el gobierno decidió no realizarla. “Los trabajadores de las arroceras ven con preocupación los anuncios unilaterales de «expropiación» por parte del gobierno, sin previa consulta con los sindicatos del sector. Los trabajadores de estas empresas no quieren verse desmejorados en sus beneficios contractuales, los cuales son cuestionados y puestos en tela de juicio por el propio Presidente de la República, que critica las reivindicaciones que los trabajadores y sus organizaciones sindicales les han arrancado a la patronal a través de la lucha y la movilización. Y por supuesto, no quieren que esto también se reedite en las arroceras. “Comprar empresas privadas y presentar esto como una medida que nos conduciría al socialismo es completamente falso y engañoso. Esto simplemente es más capitalismo de Estado, y la diatriba que hoy se evidencia a través de los medios entre el gobierno y las empresas «expropiadas », no es más que una pelea por el control del mercado, entre el Estado capitalista, que aún persiste, y los empresarios privados del sector alimenticio, mientras que la banca y los importadores continúan beneficiándose de las permisivas políticas gubernamentales. “Estamos por el control obrero y popular de la producción de todas las empresas. La única manera de conducir el proceso revolucionario por el camino del verdadero socialismo es pasando a Cargill, Arroz Primor, las arroceras del Grupo Polar, los bancos, fábricas y comercios, a manos de los trabajadores y sus organizaciones sindicales, comités de fábrica y a las comunidades organizadas. Es mediante el control directo de obreros, empleados y técnicos sobre la gestión, libros de contabilidad, equipos, almacenes y depósitos, de todas las empresas que pasen a ser propiedad estatal.” “Nada de esto lo va a realizar este gobierno. Por ello es necesario que los trabajadores y el pueblo se organicen políticamente en un partido revolucionario, que luche por el socialismo sin patronos, burócratas, empresas mixtas ni corruptos.” Chávez contra los paros
Chávez, en el inicio de la construcción de la Siderúrgica Nacional en Guayana, amenazó a los trabajadores de las industrias del aluminio que reclaman. “Ya enfrenté el paro de PDVSA. Ya yo estoy probado en esa guerra... el que pare aquí una empresa del Estado, se está metiendo con el Jefe del Estado”, señaló. Ante la gravedad de estos dichos, Orlando Chirino, coordinador nacional de la Unión Nacional de Trabajadores y dirigente la Unidad Socialista de Izquierda señaló: “Quiero ser claro y terminante: lo que acaba de decir el Presidente es intolerable, es una amenaza directa contra todos los trabajadores y el movimiento sindical venezolano. Una declaración de guerra contra todos los que luchan por sus derechos y legítimas reivindicaciones en el marco del proceso revolucionario”. Chirino prosiguió: “Presidente Chávez, no fue usted sólo el que rescató a nuestra principal industria, fuimos fundamentalmente los trabajadores petroleros, quienes junto al pueblo pusimos de pie a PDVSA y liquidamos el paro-patronal. Fuimos nosotros los trabajadores, junto a las comunidades, los que lo salvamos a usted de ser derrocado por el imperialismo y la burguesía. Los mismos que arriesgando nuestras vidas lo rescatamos en abril del 2002, mientras muchos de sus aliados, algunos de ellos hoy ministros, se escondían y pedían asilo en la embajada más próxima. Y le digo otra cosa, no esté tan seguro que el 90% de los trabajadores lo seguirán esta vez, como usted dice. Los trabajadores del país lo que hemos recibido de un gobierno que se autodefine como socialista y obrerista son sólo atropellos, violaciones de sus derechos, ataques a la autonomía de sus organizaciones sindicales y desconocimiento sistemático de las contrataciones colectivas, como el caso de los trabajadores del Metro de Caracas, los de salud, maestros, los empleados públicos que ya van para 5 años sin contrato, los petroleros a los que se le venció su contratación colectiva en enero, los del Banco Industrial, los del sector eléctrico. No sólo son los del aluminio, también están en conflicto los tercerizados de Sidor, que fueron vilmente engañados con una nacionalización que ni siquiera aún se ha concretado; los 800 trabajadores del Conac que fueron suprimidos por un decreto que usted mismo firmó…” “¿Que es eso de ordenarle a la Disip y a la DIM, organismos que tienen una tenebrosa historia de violaciones a los derechos humanos, que persiga e investigue a los trabajadores y sindicalistas que luchan por sus derechos?” se preguntó el dirigente clasista.” “Las empresas del Estado no son suyas señor Presidente, son de todo el pueblo venezolano, y en lugar de estar en manos de los burócratas que usted designa, deberían estar en manos de sus trabajadores.” Y refiriéndose a las “nacionalizaciones” anunciadas Chirino señaló: “En todos estos casos su gobierno lo que ha querido es controlar burocráticamente estas empresas… una caricatura del siglo XXI que de socialismo tienen muy poco, pero sí mucho de estalinismo y capitalismo de Estado”. “Y antes que alguno de sus acólitos genuflexos nos tilde de contrarrevolucionario o agente de la CIA por lo que estamos planteando, le recuerdo señor Presidente que en el año 1994, me allanaron mi casa los mismos cuerpos de seguridad que usted ahora está azuzando contra los trabajadores”. Chirino finalizó convocando desde la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA) para el mes de abril a un Encuentro de Trabajadores de Emergencia, para discutir un plan de lucha y movilización en defensa de las contrataciones colectivas, por la estabilidad laboral, aumento de salarios y escala móvil”. Marcha por obreros asesinados
Más de 1.000 trabajadores, mayoritariamente de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) del estado Aragua, marcharon por las calles de Caracas para exigir castigo a los culpables materiales e intelectuales de los asesinatos de varios trabajadores en meses recientes. El 29 de enero pasado, la policía del estado Anzoátegui asesinó a Pedro Suárez y Javier Marcano, dos trabajadores que se encontraban participando en la toma de Mitsubishi, en protesta por el despido de 135 trabajadores. Previamente, el 27 de noviembre del año pasado, fueron asesinados por un sicario Richard Gallardo, presidente de la Unete de Aragua, Luis Hernández y Carlos Requena, directivos de dicha central sindical, todos militantes de la USI*. La Unete- Aragua, en un comunicado repartido en la movilización, manifiesta que el trabajador de Pepsi Cola que ha sido imputado como supuesto autor material de los asesinatos se encontraba trabajando al momento de los crímenes, y por ello, han venido planteando “que se investigue a la empresa Alpina, a la policía del Estado, al juez que intervino ese día en el conflicto laboral de esta empresa y a las mafias sindicales que operan en el Estado”.
*Véase El Socialista Nº121 (3/12/08) y 122 (11/12/08). |
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