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18 de marzoDía del telefónicoComo en la escuela, empezaremos diciendo que el 18 de marzo de 1948, junto a muchas otras nacionalizaciones (por ejemplo el ferrocarril), pasaron a manos del Estado los teléfonos, hasta entonces en poder de los ingleses. En diez años se pasó de 50.000 teléfonos a 1.000.000 y el teléfono pasó de ser un lujo de Barrio Norte a estar en todos los hospitales, escuelas y en los puntos más remotos del país llevando comunicación y soberanía. El sindicato telefónico fue protagonista de ese logro para el país y encabezó todas y cada una de las luchas que nos llevaron a tener en 1958 un magnífico convenio y a estar durante décadas entre los trabajadores mejor remunerados del país. Luchamos aún bajo la dictadura, que nos llevó 40 compañeros y despidió a miles de trabajadores, que recuperaron su trabajo en el 83. El gremio -intervenido en cada dictadura- recuperó su funcionamiento legal. Luchamos contra la privatización en los 90 y hoy este aniversario nos encuentra luchando por recuperar todas y cada una de las conquistas, comenzando por defender la estabilidad y recuperar el salario que el acuerdo empresas-gobierno-CGT-CTA nos quiere congelar pateando paritarias, adelantando elecciones y tirándonos encima una crisis que, provocada por los banqueros y capitalistas, tratan de hacer pagar a los trabajadores. Lo peor es que así como Moyano y Yasky dejan cada gremio librado a su suerte y aceptan la demora de las paritarias, nuestro gremio no es hoy la honrosa herramienta de lucha que necesitamos. Gracias a la actual conducción nos han estafado ya muchas veces (aumentos salariales 2003, 2004, la asamblea de Racing y el 2007; artículo 15, bonos de participación y todas y cada una de las deudas que las empresas tienen con nosotros), han reducido en miles el personal, hay un altísimo porcentaje de trabajo tercerizado y precario, se trabaja por productividad (Plan Piloto y Plan Cero). Somos los trabajadores peor pagos de todas las privatizadas. Las empresas embolsan inmensas ganancias que exportan a los países europeos y EEUU y que son cinco veces mayores a las que obtienen en Europa al punto que América Latina, y particularmente Argentina, les levanta el porcentaje mundial de utilidades. Son sanguijuelas que, como Repsol y muchas otras empresas y bancos, se llevan las riquezas del país producidas por sus trabajadores. En nuestro día los telefónicos seguimos peleando por una empresa telefónica estatal monopólica y eficiente, bajo control de sus trabajadores y usuarios. Luchando por una nueva conducción sindical, democrática, combativa, orgullosa de su historia e independiente del gobierno y las patronales. |
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