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El Papa del sidaBenedicto XVI, en Camerún, se dedicó a decir que “los preservativos agravan la epidemia de sida”. En el continente africano hay 22 millones de infectados de sida, y cuesta muchísimo llegar a la prevención, fundamentalmente por la extrema miseria. Además de ser evidente y absolutamente falsa la afirmación del Papa, es un riesgo mortal para millones de católicos que pueden creerle. Esto es mucho más grave dicho por alguien que, según el dogma vaticano, es “infalible”. Pero hasta hay católicos que lo refutan. El teólogo alemán Hans Küng, quien fuera amigo personal del actual Papa, dice que: “La historia juzgará a Juan Pablo II y a Benedicto XVI como dos de los mayores responsables de la propagación del sida” (www.rebelion.org). También el obispo auxiliar de Hamburgo, monseñor Hans Jochen Jaschke, criticó públicamente al Papa. “Quien está enfermo de sida y es sexualmente activo debe proteger a los otros y a sí mismo”, escribió el obispo en el semanario Die Zeit. La condena al preservativo es la típica y tradicional condena al sexo, como derecho y expresión humana. Ya que solo la abstinencia total puede impedir que un infectado de sida contagie a otra persona. La posición que reafirma el Papa, contra el preservativo, es parte de la condena contra cualquier método anticonceptivo eficaz y su cruzada constante contra el derecho al aborto. La supuesta defensa del “derecho a la vida” que alega la Iglesia Católica se estrella contra la realidad de millones de muertes por sida y por abortos clandestinos tanto en África, como en el resto del planeta. Una vergüenza. |
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