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Editorial

Nueva estafa K

Los Kirchner decidieron una nueva y arriesgada jugada. Viendo una posible derrota electoral y atrapados en su propia trampa al adelantar los comicios, han llamado a gobernadores, intendentes y funcionarios a presentarse como candidatos “testimoniales”, ya que nunca asumirían. Un periodista graficó: “es un dramático pedido de Kirchner para que se inmolen junto a él en las elecciones de junio”.

Más que una medida inteligente de un matrimonio que se las sabe todas para acorralar a la oposición, como piensan algunos, es un claro manotazo de ahogado. Las encuestas le auguran al peronismo kirchnerista malos resultados en Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Ciudad de Buenos Aires, distritos que concentran el 38% del electorado. Si a eso le sumamos que en provincia de Buenos Aires -con el 36% de los votantes- están muy parejas las mediciones entre el kirchnerismo y De Narváez-Solá-PRO, el panorama es desolador para el oficialismo. El peronismo, a su vez, irá dividido en 15 provincias, mostrando su crisis profunda, no sólo de la línea interna representada en el gobierno. Crisis por arriba, con huidas de políticos saltimbanqui y crisis por abajo, donde los trabajadores empiezan a darle la espalda.

La jugada puede tener patas cortas. Algunos intendentes ya han dicho que su “lealtad” tiene límites. “Vamos a acompañar si sabemos que ganamos”. Los barones del conurbano no quieren rifar sus actuales cargos, que les permiten ser parte de negociados, manejar jueces, policías y beneficiar a empresarios afines, para ser diputados de un barco que se hunde o políticos testimoniales de un kirchnerismo deshilachado. El propio Scioli se enteró por televisión de la decisión y no le quedó otra que aceptar. Muchos políticos, antes menemistas y duhaldistas, transformados en kirchneristas, dudan si apoyar a los Kirchner o volver a sus viejos caudillos. No por diferencias políticas, sino por mero cálculo electoral. Todos son políticos del ajuste. Sean peronistas afines a la Casa Rosada o del denominado peronismo disidente. Todos quieren descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y demás sectores populares. Otro tanto ocurre con las otras variantes de la oposición patronal.

La UCR tuvo 48 horas de gloria mientras duró el velatorio de Raúl Alfonsín. Miles usaron el hecho para ir contra el peronismo gobernante, más que para apoyar al partido centenario. La cúpula radical quiere relanzar al partido que se llevó puesto el Argentinazo. “Murió Alfonsín. El radicalismo montó su plan para resucitarlo”, tituló un medio. Justo el día en que De la Rúa era sobreseído por las muertes de 2001.

Quieren reflotar la figura de Ricardo Alfonsín, quien sacó solo un 6,7% a gobernador en la elección anterior. El indulto que anula la expulsión de por vida de Julio Cobos de la UCR, es otra maniobra para ir montando un presidenciable para 2011. Político que se hizo famoso con el “voto no positivo”, después de prestar servicios en el gobierno K, al mejor estilo Chacho Álvarez de los 90. Otro tanto hace Macri. Ya había adelantado las elecciones en Capital. Y va a hacer jugar a Michetti a diputada sin que termine su mandato.

Vayan en las listas que vayan (oficialistas, peronistas disidentes, PRO, Coalición Cívica o UCR), son más de lo mismo. Usted, compañera y compañero lector, ¿los vio pelearse por ver quién le aumenta a los docentes o frena los despidos? Nunca. Todos están de acuerdo en que la crisis la paguen los trabajadores. Después de las elecciones se vendrá otro tarifazo, más pagos de la deuda externa con plata de los jubilados, mientras los trabajadores sufrimos despidos, suspensiones, bajos salarios y ya hay varios muertos por el dengue. Esto es lo que pactaron Cristina, Obama y el resto de gobiernos patronales e imperialistas en la reunión del G-20 en Londres (ver página 11). Todos acordaron en que vuelva el FMI, para que sean los pueblos del mundo los que paguen la crisis que han provocado los banqueros y las multinacionales.

Por eso es importante dar pelea, en las luchas y en las elecciones. La CGT, con Moyano a la cabeza, en vez de enfrentar los despidos y bajos salarios con medidas de lucha, anunció una movilización conmemorando el día del trabajador para pedir cargos en el gobierno y en las listas del kirchnerismo. Una vergüenza. Mientras tanto, la CTA, que no fijó una medida nacional para unificar la lucha docente y se negó a parar a dos años del asesinato de Carlos Fuentealba, llamó a una jornada de protesta para el 22 sin paro nacional ni marcha centralizada.

Desde Izquierda Socialista estamos llamando a que la crisis no la paguen los trabajadores. ¡Que la paguen las patronales, grandes empresarios, banqueros, terratenientes y el FMI! Ellos generaron la crisis, ellos la tienen que pagar. La izquierda se tiene que unir para impulsar ese reclamo, en las luchas y en las elecciones.

Nuestra diputada Liliana Olivero, por ejemplo, presentó un proyecto de ley para prohibir despidos y suspensiones, entre otras medidas. Muestra que, si hay voluntad política, se puede enfrentar la crisis para que no la paguen los que trabajan.

La izquierda se viene movilizando con propuestas comunes como lo hizo en el pasado aniversario del Argentinazo o el 24 de marzo. Ninguna diferencia programática, ni por ubicaciones en las listas, debería impedir la conformación de un frente. Sin embargo, hay políticas que no ayudan. Por eso en estos días hemos enviado una carta al PO, PTS y MAS para intentar avanzar (ver página 5). Hay que salir a luchar contra los despidos, las suspensiones y por salario. Y repudiar en las elecciones al gobierno y a la oposición patronal con un frente de izquierda. Para ello lo invitamos a organizarse con nosotros. Y a participar de los actos del 1º de Mayo donde levantaremos bien alto estas banderas. Acompáñenos.

“El 30 a la calle...”: La CGT pide cargos

Néstor Kirchner y Hugo Moyano

La CGT está organizando una marcha para el 30 de abril, con motivo del Día del Trabajador. No será contra los despidos y las suspensiones, ni por aumentos salariales. Se movilizará en apoyo al gobierno y su modelo económico, y para pedir ubicaciones en el gabinete y en las listas kirchneristas de las próximas elecciones, en momentos que hubo 20.362 despidos y 54.514 suspensiones en marzo (Consultora Tendencias Económicas, Clarín 8-04).

Un miembro del Consejo Directivo justificó el reclamo: “Si nosotros hemos bancado este proyecto como nadie y hoy somos unos de los principales sostenes del Gobierno, tenemos que tener representación en donde se toman las decisiones que afectan a los trabajadores”. Y agregó: “si Graciela Ocaña (ministra de Salud) se va, se nos debería consultar para la designación del próximo ministro (Clarín, 8/04).

Mientras los trabajadores necesitamos más que nunca una medida de lucha de la CGT, ésta moviliza en apoyo al gobierno. Moyano se reunirá mañana con Cristina para pedir un aumento del seguro de desempleo, prueba de que no hará nada para evitar los despidos. Este nuevo hecho, junto a la reciente aceptación de sumas fijas y la postergación de las paritarias, dejan nuevamente en evidencia que estos burócratas siguen traicionando a los trabajadores. Por eso, además de luchar, hay que promover nuevos dirigentes sindicales y políticos.

Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.

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