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Escribe:
Pablo Delverde
Pino Solanas
La centroizquierda no es salida
Pino Solanas es, sin dudas, una de las figuras políticas de mayor renombre asociada a las denuncias que ha realizado contra la entrega del patrimonio nacional. Pero las propuestas que levanta se quedan a mitad de camino. Las medias tintas de la centroizquierda, ya fracasaron.
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Solanas despierta simpatía en amplios sectores que buscan una nueva alternativa política frente al gobierno privatista de Macri y descreen del supuesto progresismo de los Kirchner y su candidato, el banquero Carlos Heller. Incluso, en las últimas semanas, Solanas ha cobrado un gran peso en los medios de comunicación, lo que lo ha favorecido para subir en las encuestas.
Compartimos con muchos de sus simpatizantes que las denuncias que plantea Pino son esencialmente correctas. De hecho, nuestro partido ha compartido con Solanas la campaña contra el Tren Bala, donde varios de nuestros compañeros ferroviarios dan testimonio en su película más reciente, “La próxima estación”. Pero el programa político de Proyecto Sur se queda a mitad de camino. Porque no plantea soluciones de fondo a los problemas que el propio Solanas denuncia. Por ejemplo, sobre las privatizaciones, plantea “recuperar nuestros recursos”, una fórmula ambigua que le esquiva al bulto a la salida de fondo que pasa por la reestatización sin pago y puesta en funcionamiento de esas empresas, bajo control de sus trabajadores y usuarios. Algo similar sucede con la fraudulenta deuda externa, donde en vez de plantear el no pago, Proyecto Sur propone “investigar quién la contrajo, porqué y cuánto se debe”. Lo mismo ante el tema del campo, donde Solanas no llama a pelear por la reforma agraria, ni a expropiar a los pooles de siembra o las multinacionales exportadores que controlan los alimentos, como Dreyfus o Cargill.
Muchos evalúan votar a Solanas buscando una nueva alternativa política distinta a los viejos políticos que son continuidad de la entrega del patrimonio a manos de las multinacionales. Variantes que buscan que la crisis la paguemos los trabajadores, como Macri y Micheti, los Kirchner y su candidato Heller, Carrió o Prat Gay. Pero votando a Pino lo único que obtendrán será una nueva frustración. El mismo Solanas dijo que Proyecto Sur y su espacio político no es de izquierda, sino más “amplio”. Por eso se unió con la centroizquierda de Macalusse (SI) o lleva de legislador a Fabio Basteiro de la CTA. La política de crear una fuerza en base a denuncias correctas pero sin plantear una salida de fondo, ya la vimos en los 90 cuando creó el Frente Sur y luego fue parte de la fundación del Frente Grande, por el cual Solanas fue electo diputado en el año 1993. Si bien luego se retiró de dicho partido cuando Chacho Álvarez y compañía decidieron hacer un frente con Bordón para las presidenciales de 1995, su figura y su prestigio fueron claves para la formación de una fuerza de centroizquierda que llevó a millones a los brazos de la Alianza. Lamentablemente Pino reitera ese proyecto volviendo a tropezar con la misma piedra, más de 15 años después.
Para poder consolidar una verdadera alternativa a favor del pueblo trabajador, hacen falta medidas de fondo para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores. Como las que levanta en unidad el Frente de Izquierda que hemos conformado Izquierda Socialista junto al PTS y el nuevo MAS. Las medias tintas sólo llevarán a nuevas frustraciones.
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