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Escribe:
Nelso Bigo
El MST de Vilma Ripoll no es alternativa
En estas elecciones, importantes sectores de la población expresarán su rechazo hacia la política del gobierno y de la oposición patronal. Miles de luchadores miran hacia la izquierda en busca de una alternativa combativa. Allí, entre otros, aparece el MST de Vilma Ripoll. Sin embargo, el MST no es la alternativa que buscan los luchadores porque dividió nuevamente y lavó el programa. Por eso es necesario fortalecer una opción de izquierda unitaria y combativa votando al Frente de Izquierda.
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Facsimil de la boleta de Provincia de Buenos Aires donde el MST va en las listas de Raúl Castells del MIJD |
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Desde diciembre del año pasado, el MST de Vilma Ripoll viene desarrollando una costosa campaña electoral. Antes del cierre de presentación de las alianzas, hace pocos meses, su única preocupación era la posibilidad de lograr la unidad con sectores de centroizquierda. En especial, se abocó a la tarea de intentar un acuerdo con Pino Solanas. Ante su fracaso, comenzó a denunciar a Claudio Lozano y Proyecto Sur por haber votado, durante el año pasado, leyes del gobierno.
Después del desplante de Solanas, el MST pasó a afirmar que “la centroizquierda no sirve” y llama a “cambiar con la izquierda”. Sin embargo, nunca llamó a la unidad de la izquierda. El MST se autoproclamó “nueva izquierda”, denostando al resto de los partidos a quienes llamó “vieja izquierda dogmática”. Según parece, al final, esta “nueva izquierda” es incapaz de unirse más que consigo misma. El MST se presenta solo en casi todos los distritos, salvo en provincia de Buenos Aires, donde se unió con el MIJD, el movimiento de jubilados y desocupados de Raúl Castells. Este dirigente piquetero es el mismo que el año pasado marchó por Villa Fiorito junto al “ingeniero” de la mano dura, Juan Carlos Blumberg, y Patricia Bullrich, reclamando “mayor seguridad” y que se urbanicen las villas, “porque son refugio de los delincuentes”. Ahora, radicado en Santa Fe, Castells llamó a “defender al gobierno de Hermes Binner de los ataques del kirchnerismo”. Nada que ver con las posturas consecuentes de la izquierda de no confiar ni apoyar a gobiernos patronales.
Además, el MST viene lavando su programa. Por ejemplo, en su último afiche, la consigna central es: “somos un equipo”, “tenemos propuestas”, “siempre estamos”, dejando en lugar secundario las propuestas para enfrentar la crisis capitalista que se sigue descargando sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo. A esto podemos agregar el rol divisionista del MST en las elecciones sindicales. Dividiendo las listas combativas y unitarias en docentes, como mostramos en la página 8.
Por todo esto, el domingo 28 de junio hay que votar al Frente de Izquierda y los Trabajadores, Anticapitalista y Socialista. Para apoyar y bregar por más unidad de la izquierda. A la cual, nuevamente, el MST de Ripoll le dio la espalda.
Zamora volvió a dividir
En esta elección ha reaparecido la figura de Luis Zamora. Este candidato ahora se dice “de izquierda”. Sin embargo, en los últimos años apareció sólo en tiempos de elecciones y fue el vocero contra los partidos de izquierda. Una y otra vez rechazó los llamados a la unidad, argumentando la necesidad de construir una alternativa “horizontal”. Este año no ha sido la excepción. Zamora volvió a dividir. Pero su proyecto personalista ya fracasó. En 2003, Zamora y su organización, Autodeterminación y Libertad, habían obtenido más de 200 mil votos en la Capital. Dos años más tarde, el bloque político de AyL en la Legislatura (ocho bancas) se había partido en cinco, defraudando las expectativas de sus votantes. Por eso es necesario seguir apostando a la unidad y a una verdadera alternativa de izquierda. Si sos de izquierda, no pierdas el voto con Zamora.
El PO no tiene cura
Desde que se conformó el Frente de Izquierda y los Trabajadores Anticapitalista y Socialista, los candidatos de PO y su Prensa Obrera no han ahorrado epítetos para calificarlo de “residual” y de ser una “estafa”. Intentan, de esta manera, negar el importante paso unitario dado por Izquierda Socialista, el PTS y el MAS (con el apoyo de los compañeros de la UST y Opinión Socialista que lo integran, y el FOS que llama a votarlo).
El Partido Obrero, previo a las elecciones, llamó a constituir una “coalición anticapitalista”. Incluso, participó en las primeras reuniones con quienes terminamos conformando el único Frente, abortando cualquier unidad al querer hegemonizar todas las principales candidaturas de Capital y Provincia de Buenos Aires. “La manifiesta voluntad frentista de PO”, como decían sus voceros, terminó en una alianza de PO… con el propio PO. La autoproclamación de este partido parece ya no tener cura. Altamira llegó a decir en un acto frente a sus militantes, en Parque Centenario, que “la clase obrera está deliberando si votar o no al Partido Obrero”. Un delirio autoproclamatorio y divisionista. Si estás por la unidad de la izquierda, el 28 de junio, votá por el único frente de izquierda.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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