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Escribe:

José Castillo

Pino Solanas

No votes nuevos Frepasos

Portada del libro de Solanas de reciente aparición

Pino Solanas se ha hecho famoso con sus denuncias. Pero sus propuestas políticas están muy lejos de ofrecer alguna solución. Habla de “recuperar el patrimonio nacional” y “nacionalizar el petróleo”, pero no plantea la reestatización de las privatizadas. Sólo capturar la renta petrolera. Menciona el drama de la deuda externa, pero no propone dejar de pagarla, sino “investigar y separar lo legal de lo ilegal” (como si en el año 2000 el juez Ballesteros no hubiera juzgado la ilegalidad de toda la deuda). No habla de prohibir los despidos, sino de garantizar un “ingreso ciudadano” (algo apenas más “prolijo” que los planes sociales que se instauraron en el 2002).

Pino Solanas apuesta a una construcción política a mediano plazo, de un proyecto “nacional y popular”, “progresista” y de centroizquierda. Pero es un camino ya recorrido, y por el propio Solanas. El mismo lo cuenta en su libro Causa Sur (Planeta, Buenos Aires, 2009). En 1993 formó el Frente Grande uniéndose a lo que el denomina “el ala centrista” de Chacho Alvarez y Fernández Meijide. El objetivo era impedir la reelección de Menem. En su plataforma estaba “retirarse” de la Constituyente si se decidía votar el Pacto de Olivos. Pero cuando esto sucedió, Chacho y Fernández Meijide dijeron que había que “quedarse” y tratar de “mejorar” lo más posible el proyecto constitucional. Pino se quedó (por disciplina, dice) y hoy escribe que se “arrepiente”. También dice que se arrepiente de haber ido cediendo cada vez más a ese sector de Chacho y la Meijide, hasta que terminaron dejándolo afuera del Frepaso.

Pero esto no es simplemente “historia antigua” de la que ahora Pino habría “aprendido”. En 2003 apoyó la creación de Enarsa, como si, sin reestatizar YPF, hubiera alguna posibilidad de recuperar nuestro petróleo. Al poco tiempo, cuando sucedió lo obvio, que esa Sociedad Anónima había sido creada como testaferro de negocios petroleros de las multinacionales, nuevamente “se arrepintió”. Y, más adelante, a mediados de 2006, se entrevistó con Kirchner para “asesorarlo” sobre política energética. El propio Solanas reconoce que esa reunión fue “una maniobra periodística”: apenas semanas después, el entonces presidente se reunía con Zapatero para profundizar la entrega a YPF-Repsol. De nuevo, dice hoy estar “arrepentido”.

Y después de todo esto, Pino Solanas ni siquiera se define como “opositor” al gobierno. Sostiene una y otra vez que los Kirchner tienen “cosas buenas y malas”, y que hay que apoyar las primeras y criticar “constructivamente” las segundas. Y, cada día que pasa, “suaviza” sus críticas al gobierno nacional concentrando más su discurso crítico sobre la gestión de Macri.

Si a Pino Solanas le va bien, lo que estará planteado es la posibilidad de que se construyan nuevos Frentes Grandes o Frepasos, de los que ya sabemos como terminan: con nuevos “Chachos Alvarez” invitando a gobernar a nuevos (o viejos) “Cavallos”. Te pedimos que no avales otra frustración para la clase trabajadora y miles de luchadores. Porque lo que se necesita son medidas de fondo, para un proyecto de independencia del imperialismo en serio, no las medias tintas de Solanas.

Sabbatella apoyó a la burocracia Celeste en Docentes

El intendente de Morón, Martín Sabbatella, intenta presentarse como algo “nuevo” y “distinto”. Su slogan es “no todo es lo mismo”, tratando de despegarse de los desprestigiados candidatos patronales y sus métodos. En realidad, hace diez años llegó a la intendencia de Morón de la mano del FREPASO y Chacho Álvarez y fue reelecto por la Alianza y De la Rúa. Luego se sumó al kirchnerismo. Ahora va acompañado por los ex funcionarios de Barrio de Pie y del Partido Comunista, burócratas sindicales de SUTEBA y CTA como Hugo Yasky, los ex aliancistas y ex ARI del SI, entre otros “más de lo mismo”.

Hubo un hecho que muestra que tiene “lo peor” de lo viejo. En las elecciones de SUTEBA, sus locales fueron “aguantadero” de patoteros que, armados, “custodiaban” a Yasky y su lista Celeste. ¿De quiénes? De los maestros que sólo iban a votar. Ese es el verdadero rostro de Sabbatella.

Claudio Lozano contra las estatizaciones

El diputado nacional Claudio Lozano (CTA), quien junto a Proyecto Sur y Pino Solanas se han pronunciado numerosas veces por la “recuperación del patrimonio nacional”, acaba de afirmar, a raíz de las nacionalizaciones venezolanas, que ellos no están por las estatizaciones. “La estatización per se no es buena ni mala. Nosotros no somos por definición estatistas”, afirmó Lozano (Crítica, 6/6). Toda una declaración de principios.

En el mismo texto dice: “estamos convencidos de que frente a la existencia en la Argentina -y en América Latina- de una cúpula empresarial dominantemente extranjera, la discusión sobre el futuro obliga a un papel de los estados sumamente activo, que debe evaluar cuáles son los lugares y los modos de intervención en función del compromiso que el capital privado tenga con el rumbo nacional popularmente definido.” Es decir, alimenta la falsa utopía de que es posible que exista un “capitalismo bueno” que, direccionado por el Estado, aporte a la construcción de un proyecto nacional liberador. La historia demuestra que la única lógica del capitalismo es la de obtener mayor rentabilidad, y es en función de esto que se orientan las inversiones.

Por eso no resulta extraño que entre las propuestas de Solanas y Proyecto Sur no se mencione la estatización como medida para terminar con la extranjerización de la economía. Mientras tanto, empresas como Repsol, General Motors o la Barrick continúan saqueando nuestras riquezas.

Traspaso de la policía: Fabio Basteiro pide lo mismo que Macri

Si se le pregunta a Macri por la inseguridad en la Ciudad, es obvio que no responderá denunciando a las mafias policiales ni a su complicidad con el negocio del juego clandestino y la prostitución. Dirá simplemente que el problema es que “la ciudad no maneja la policía, porque el gobierno nacional no la traspasó”. ¿Y qué propone Fabio Basteiro, primer candidato a legislador de Proyecto Sur al respecto?

Su propuesta concreta está resumida, tanto en la plataforma como en el volante que reparten en sus mesas callejeras: “Traspaso efectivo de la Policía Federal a la Ciudad, con su presupuesto”. ¿Cambiará algo que esa misma policía esté, simplemente, bajo “jurisdicción porteña? Tanto Macri como Solanas parecen creer que sí. ¿De qué policía se está hablando? Se trata de la misma que asesinó impunemente el 19 y 20 de diciembre de 2001, de la principal responsable de la propia inseguridad en la Ciudad, por sus íntimas vinculaciones con todas las redes del delito.

La plataforma para la Ciudad de Buenos Aires de Proyecto Sur está llena de larguísimos enunciados sobre la exclusión y la necesidad de una “Buenos Aires democrática y participativa” o “con igualdad”. Pero en ningún lugar se menciona los cientos de talleres clandestinos donde miles de trabajadores se hacinan con peligro para su vida y la de los vecinos (ante la vista gorda de las propias comisarías barriales), mientras producen millones para las “marcas” que luego se venden en los shoppings, ni se dice una palabra sobre las “zonas liberadas”, con el visto de las comisarías porteñas, para el funcionamiento de la mafia de la droga, o las zonas “rojas” repartidas por comisaría, para su propia “recaudación ilegal”. ¿Esta es la policía que, según Basteiro, va a “resolver el problema de la inseguridad”?

J.C.

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