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Contra el ajusteSalarios dignos
Un funcionario directo de la Casa Rosada graficó cómo quedó el gobierno tras la derrota electoral. “¿Si tenemos un equipo armado para conducir estos seis meses de transición con gobernabilidad? Qué vamos a tener, si todavía nos duele el traste por la paliza del domingo” (Clarín, 6-7). Pero tras las renuncias y enroques en el gabinete, y el llamado al “diálogo” de todos los sectores (patronales y CGT), el gobierno tiene claro que debe profundizar el ajuste. El destino de la plata de los jubilados para cubrir vencimientos de la deuda externa y los subsidios que siguen desfilando hacia las arcas de las distintas patronales, muestran que los ganadores del modelo kirchnerista siguen siendo los grandes empresarios, no los trabajadores. No hay que olvidar que tanto Cristina como la oposición patronal, mas allá de sus diferencias, se preparan para seguir descargando la crisis sobre los sectores populares.
Pasadas las elecciones volvieron con más fuerza los aumentos de los artículos de primera necesidad. En Capital y provincia de Buenos Aires empiezan a llegar las boletas de luz y gas con aumentos de hasta el 400%; se dice que el boleto mínimo de transporte urbano pasaría de $1,10 a 1,25 cuando se implemente la tarjeta electrónica; subió la nafta; anunciaron una suba del transporte de larga distancia, entre un largo etcétera. Mientras, la mayoría de los salarios siguen siendo de pobreza (si no se miden, por supuesto, con los índices truchos del INDEC). Y las jubilaciones, aunque se midan con los números de Moreno, son de miseria (el 80% no supera los 700 pesos!). Todo esto, mientras se acaba de publicitar que las grandes empresas han distribuido ganancias por 3.160 millones de pesos entre sus accionistas (Repsol-YPF, Tenaris-Techint, Telefónica, entre otras). La propia patronal del Grupo Rocca anunció un 15% de rebaja de sueldos para gran parte de sus trabajadores. Pese a años de crecimiento (32% entre 1997 y 2007), los ingresos en blanco de la clase obrera rondan los niveles previos a la crisis de 2001; los trabajadores del sector público están un 19% por debajo a esa época; quienes lo hacen en negro están aun peor, siendo los más perjudicados los trabajadores vinculados a la ganadería y agricultura, con 1.700 de ingreso promedio (Clarín, iEco, 12-7).
Es por ello que, a pesar de la traición de la CGT que pateó las paritarias a cambio de sumas no remunerativas, encubrió los despidos y en vez de marchar en defensa de los trabajadores lo hizo en apoyo a Cristina, las luchas no cesaron, ni antes, ni durante, ni después de las elecciones. Este miércoles 8 pararon y se movilizaron 4.000 trabajadores del Sindicato de Televisión en una marcha “histórica”, reclamando un aumento del 25% y una suma fija, preparándose para que, si no hay respuesta, vuelvan a salir. Siguen reclamando un monto similar, con un piso de 2.500 pesos, los trabajadores del Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (Polo Petroquímico) de Bahía Blanca, donde hubo un paro con alto acatamiento y cortes de ruta entre los trabajadores de las plantas Dow, Profertil y Solvay-Indupa, actualmente en negociaciones. Lo mismo hicieron los trabajadores del Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y el sur de La Pampa, que pararon 24 horas y amenazan con otro paro de 48 horas si no reincorporan a los despedidos y se reabre la paritaria. La UOM anunció un paro nacional con movilización para el 23 si no le dan el 22% de aumento; los camioneros se aprestan a lograr el 17, protestan trabajadores de la UOCRA y Edesur, entre otros reclamos en curso.
Mientras los trabajadores luchan, la CGT vuelve a pactar con el gobierno. A lo único que atinó es a pedir que se convoque al Consejo del Salario Mínimo. Y la CTA, que realizó un paro el pasado 27 de mayo, se limita a pedir entrevistas con Cristina, en vez de llamar a luchar por salario o para enfrentar la Gripe A. Los trabajadores debemos salir a reclamar un inmediato aumento de emergencia para todos, a fin de paliar el tremendo costo de vida. Exigir la reapertura de las paritarias.Y llamar a los dirigentes de la CGT y CTA a que rompan el pacto con el gobierno y tomen alguna medida de lucha para enfrentar el ajuste que preparan desde la Rosada, en unidad con las patronales. Hay una puja nacional. O la plata se la siguen llevando los grandes empresarios y los usureros internacionales, o va a salario, jubilaciones y a un plan de emergencia para combatir los males sociales, como la Gripe A. Necesitamos la unidad de los trabajadores, los luchadores y la izquierda para dar esa pelea en todo el país. |
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