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Escribe:
Pablo Delverde
Futbol y TV
¿Se terminó el negociado?
El viernes 21 de agosto arrancó el campeonato de la primera división de futbol, por lejos el deporte más popular de nuestro país. Concluida la primera fecha, la principal noticia no ha sido ni la derrota de River contra Banfield, ni el empate en 2 entre Boca y Argentinos Jrs. ni ninguno de los resultados de los partidos de la A. La transmisión por televisión de aire, principalmente por canal 7 y en menor medida América y canal 9 de Hadad, para Capital y Gran Bs. As. de todos los partidos de la fecha fue claramente el hecho destacado.
Esto sucede luego de 18 años, durante los cuales el requisito para ver futbol por TV era estar abonado a alguno de los principales operadores de televisión por cable del país e, incluso, el pago de un adicional para ver los partidos más atractivos de cada fecha o aquellos donde jugaran River y Boca.
Este cambio se dio ya que días atrás Julio Grondona, presidente de la AFA rescindió el contrato que él mismo había firmado en 1991 y le brindaba, hasta el año 2014, el monopolio de la televisación del futbol a la sociedad conformada entre TyC Sports y el multimedios Clarín. Y porque firmó un nuevo contrato con la presidenta Cristina Kirchner, por el cual el sistema nacional de medios adquiere los derechos de televisación del futbol de primera división A, a cambio de cerca de 600 millones de pesos, más del doble que lo que pagaban TyC y Clarín.
La medida, anunciada con bombos y platillos por la presidenta junto al mandamás de la AFA, rápidamente dividió aguas en la sociedad. El primer cuestionamiento es por qué se destina semejante suma de los fondos del Estado para televisar el futbol existiendo cuestiones mucho más importantes para destinarlos como, por ejemplo, la educación y la salud. Acá es importante separar la paja del trigo. El negocio de la televisación del futbol puede recuperar fácilmente esas cifras y dejar dinero en las arcas del Estado. Muchos comunicadores y periodistas ocultan este dato o directamente lo falsean porque están ligados a los multimedios privados que tienen millonarios intereses en mantener el negociado de la televisación.
En este marco, compartimos con todos los compañeros que expresan su profunda desconfianza en el matrimonio presidencial, ya que todas sus medidas son demagógicas y sirven para aumentar sus negocios y los de sus empresarios amigos y engrosar la caja para seguir pagando la fraudulenta deuda externa. La mejor comparación en este caso es la estatización de los fondos de las AFJP’s a fines de 2008.
La segunda objeción es a quién va a parar ese dinero. El gobierno nacional firma un contrato que inyectará dinero fresco en las arcas de los clubes que, en la inmensa mayoría de los casos, siguen controlados por los mismos dirigentes corruptos que los llevaron a esta situación de quiebra bajo la batuta de Don Julio. Néstor Kirchner y sus acólitos han llegado a decir que con esta medida se democratizaría el futbol. Miente descaradamente. Lejos de combatirlos, el gobierno nacional se ha asociado con la dirigencia que maneja los clubes como gerentes de empresas privadas, que han convertido a los futbolistas en una mercancía con la que ellos enriquecen sus propios bolsillos y que apañan y sostienen a las barras bravas para utilizarlas como fuerza de choque.
Por último hay que señalar que el futbol por TV abierta solo llegó a Capital, Gran Bs. As. y a aquellos lugares del interior donde canal 7 tiene repetidoras, dejando fuera del mentado “futbol para todos” a millones de hinchas que viven en lugares donde el canal oficial solo llega a través del cable. Y que las categorías del ascenso, que son seguidas por millones, fueron televisadas por el canal de cable de TyC como si nada hubiera cambiado pese a los primeros anuncios.
Defendemos que el Estado tenga en sus manos la difusión del deporte más popular del país e incluso que genere de esta forma ingresos para fomentar el deporte amateur y olímpico. Pero alertamos que mientras el negocio esté en manos del gobierno de los Kirchner junto a Grondona y los corruptos dirigentes de la AFA, detrás del “futbol para todos” volverán los negociados para pocos.
Las cifras en danza
José Sbatella fue presidente de la Comisión de Defensa de la Competencia durante 2 años y medio en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Fue echado del Gobierno, enemistado con Guillermo Moreno, por querer ponerle freno al Grupo Clarín. En una entrevista al diario Crítica revela las siguientes cifras del negocio de la televisación del fútbol en manos del grupo Clarín: “De los $5.700 millones que facturó el Grupo el año pasado, más de 3.400 millones salieron de la TV por cable. Entre las dos empresas tienen 3 millones de abonados y 800 mil de ellos pagan por ver el fútbol. Sólo por ese servicio (sin contar la publicidad, la provisión de imágenes y otros negocios vinculados) embolsan $ 240 millones anuales. Es, claramente, el principal instrumento de acumulación del Grupo”, señaló. También respondió con claridad la pregunta sobre si el Estado puede recuperar la inversión de 600 millones: “Si se hace como en Europa, donde se comercializan los partidos por temporada y por equipo, se puede hacer un negocio muy rentable sin necesidad de comprar tecnología propia… Si se prohíbe que el transmisor de la imagen sea a su vez el dueño exclusivo de todos los derechos, esa plata se puede recuperar con creces.” (Critica, 23/8/2009)
¿Quién es Julio Grondona?
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Grondona con Jorge Rafael Videla • 1979 |
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Grondona con la presidente • 2009 |
“Don Julio”, ex dueño de una ferretería en Sarandí, se convirtió en presidente de la AFA en 1979, en plena dictadura militar. Para esa época había fundado el club Arsenal y años más tarde llegaría a la presidencia de Independiente. Desde entonces, es el hombre fuerte del futbol argentino, convirtiendo su cargo en vitalicio, al punto de ocuparlo ininterrumpidamente durante los últimos 31 años.
Su habilidad para mantener su sillón es, a simple vista, inigualable. Está al frente de una de las más importantes instituciones de la Argentina, a pesar de los cambios de gobierno que ha habido. Desde su llegada a la conducción de la AFA, con los militares -quienes lo habían impulsado ocupando un cargo clave en la organización del Mundial 78-, “tres veces, por lo menos, Grondona sufrió intentos de los gobiernos de turno de sacarlo del cargo. Fue imposible: ya había trasladado a Zurich (sede de la FIFA) su poder y cada vez que un presidente de la Nación amagó con desplazarlo, primero Joao Havelange y luego Joseph Blatter defendieron a su hombre: ‘si tocan a Don Julio, tocan a la FIFA’, fue el mensaje.” (Ezequiel Fernández Moores para www.terra.com.ar, 20/10/2007)
Los dirigentes del fútbol argentino le temen y respetan como a un verdadero capo mafia. “Sin su consentimiento nadie sale campeón en Argentina», dijo alguna vez Raúl Gámez, ex presidente de Vélez. Tal es así que en siete elecciones, Grondona tuvo apenas una vez un opositor, quien recogió un solo voto. Su marca distintiva es un anillo que adorna su dedo meñique con la inscripción “Todo pasa”.
Una escandalosa comparación con los desaparecidos
En uno de los párrafos más destacados de su discurso, la presidenta comparó los desaparecidos de la última dictadura militar con “el secuestro de los goles” por parte de TyC y el grupo Clarín, por mantener el monopolio de la televisación del fútbol.
Esta comparación desubicada y escandalosa produjo indignación popular y fuertes críticas por parte de organismos de derechos humanos y de todos los sectores que verdaderamente venimos luchando porque sean castigados los responsables militares y los cómplices civiles de las desapariciones y demás violaciones a los derechos humanos.
A la presidenta nunca se la conoció como luchadora por los derechos humanos, nunca estuvo presente en las multitudinarias concentraciones de los 24 de marzo, ni se recuerda que, ni ella ni su marido, hayan jugado ningún rol destacado en oposición a los indultos menemistas que aún hoy persisten. Es más, durante la dictadura, el matrimonio se dedicó a hacer negocios privados con la compra y venta de inmuebles en Santa Cruz de la mano de la 1050 de Martínez de Hoz.
Para los Kirchner los 30 mil desparecidos son simplemente latiguillos para utilizarlos demagógicamente, intentando darle un barniz progresista a su gobierno. Repudiamos una vez más el doble discurso oficial.
Cristina I
El encendido discurso de Cristina tras el anuncio del convenio con la AFA fue pronunciado en el predio que esta entidad tiene en Ezeiza. Lo curioso es que ese terreno fue comprado en 1979 por Julio Grondona, con el dinero obtenido por el alquiler de la Selección Argentina para participar en el partido amistoso en que se conmemoraba el primer aniversario del Mundial 78, en el que la selección salió triunfante. Pero las ironías no terminan ahí: ese amistoso fue organizado por el grupo Clarín, el mismo al que ahora la presidenta dice enfrentar. Y el colmo de la grosería, es que el trofeo de entonces fue entregado por el dictador Videla y Ernestina Herrera de Noble -propietaria del grupo Clarín-, acusada de apropiarse de niños de desaparecidos.
Cristina II
La presidenta no sólo se “olvidó” que el lugar donde anunció el convenio con la AFA había sido comprado con dinero proveniente de la Junta Militar. También se “olvidó” de averiguar a quién estaba poniendo a la cabeza de las transmisiones televisivas. Marcelo Araujo, el periodista designado para transmitir los diez partidos de cada fecha por Canal 7, además de ser un menemista confeso, brindó implícitamente su apoyo a la dictadura militar avalando el terrorismo de Estado. En un artículo firmado en 1978 por Araujo -junto a Mauro Viale-, el periodista afirmaba que el Mundial había permitido a los periodistas extranjeros disolver “los prejuicios que traían de sus países merced a la insidiosa propaganda motorizada por las organizaciones subversivas y los ingenuos de siempre.”
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