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Editorial
Cristina defiende a los patrones
En estos días subieron los precios de las garrafas de gas, naftas y -por supuesto-, de los alimentos. Pero seguramente el INDEK no los va a reflejar. El viernes se espera un nuevo anuncio del índice mensual por parte del organismo intervenido, donde será, al igual que los anteriores, la mitad del porcentaje que mide en otras provincias. El gobierno, en vez de atacar la inflación poniendo mano dura contra los monopolios formadores de precios, se hace el duro con los trabajadores del INDEC que tienen la valentía de denunciar las manipulaciones desde hace años (ver página 3).
A su vez, el ministro De Vido, junto a las empresas privatizadas de luz y gas, están enviando las nuevas facturas con un sello rojo que dice “precio subsidiado por el Estado”, comparando lo que va a pagar el usuario aquí con los montos más altos que rigen en otros países. Todo para que se acepte el nuevo tarifazo que se viene en los próximos meses. No le bastó a los Kirchner el repudio popular a su política de descargar un nuevo mazazo al bolsillo popular. Ahora intentan de nuevo. ¿Por qué no ponen en las boletas lo que vienen ganando las privatizadas? ¿O los números del saqueo de nuestro petróleo y gas?
Por si faltaba algo para demostrar que el gobierno está dispuesto a profundizar un ajuste contra los trabajadores y el pueblo, lo prueba su decisión de volver al FMI y mantener los pagos puntuales de la deuda externa, incluso con reservas del Banco Central (ver página 3). El Fondo Monetario acaba de recibir aportes por 500.000 millones de dólares por parte de los países que integran el G-20 (del cual son parte Argentina y Brasil) para volver a prestar, a cambio de ajustes.
Si hay algo que distingue al gobierno de los Kirchner, es su habilidad para seguir enarbolando un doble discurso. En este caso, para seguir defendiendo a las patronales con el verso de la defensa de un supuesto “modelo productivo” a favor del empleo, intentando mostrar lo contrario. Doble discurso que, ahora, importantes sectores asocian directamente a gran mentira. Ya señalamos cuando subsidió con 250 millones a la multinacional General Motors. En estos días se ha dado otro hecho repudiable. Mientras la multinacional yanqui Kraft (ex Terrabusi) ha despedido a 164 trabajadores de su planta en Pacheco y violado la conciliación que la obliga a reincorporarlos, se niega a darles tareas, el gobierno peronista de Scioli- Kirchner ha puesto a la policía bonaerense al servicio de reprimir a los trabajadores. ¡Decenas de policías están adentro de la planta para defender a la patronal! Una clara muestra de que este gobierno viola los derechos humanos que la Presidenta dice defender en todos sus discursos.
Los despidos en Terrabusi no obedecen a ninguna crisis. Al revés. La patronal yanqui acaba de ofrecer el pago de casi 17.000 millones de dólares para comprar la fábrica inglesa Cadbury (ver recuadro). Si echan a los trabajadores es para deshacerse de la comisión interna, delegados y activistas que luchan contra sus atropellos negreros y explotadores.
Otro tanto ocurre en Mahle, Rosario. El ministerio de Trabajo de la Nación anunció hace unos días su beneplácito porque en dicha empresa el 70% de los empleados podría aceptar los retiros voluntarios. “Con menos personal es más fácil venderla”, dicen. ¡Caraduras! En vez de estatizar esa planta (al igual que cualquier otra que despida o suspenda) para que siga funcionando bajo control de sus trabajadores, el gobierno nacional, junto a Binner (quien envió hasta psicólogos para convencer a los obreros de las bondades de los retiros voluntarios), la UOM y la CGT impulsan los retiros, cuando ya sabemos desde los 90 que los mismos son pan para hoy y hambre para mañana, allanando, de esa manera, la compra de la empresa a empresarios amigos del gobierno, entre ellos el empresario K del juego, Cristóbal López.
A todo esto ¿qué están haciendo Moyano y la CGT? Nada. No mueven un dedo. Ni por los despedidos en Terrabusi, ni por los retiros voluntarios de Mahle, ni por ninguna de las luchas que surcan el país en defensa de la fuente de trabajo o por aumento de salario.
La CGT citó a una reunión del Consejo Directivo para este martes. Y Moyano anda preparando un encuentro nacional del sindicalismo peronista, que se realizará en Mar del Plata dentro de quince días. ¿Para preparar algún plan de lucha? No. Es para debatir la “reformulación del peronismo” de cara a las elecciones de 2011. “Hugo quiere tener un rol parecido al que en su momento tuvo Lorenzo Mguel”, confió uno de sus colaboradores (Página12, 7-08). Díganos, compañero lector, si esto no es una verdadera vergüenza.
La CTA, que dice estar en contra de los despidos y llama cada tanto al gobierno a que “redistribuya la riqueza”, acaba de protagonizar una marcha con Yasky a la cabeza, junto a gremios de la CGT, en apoyo...a la Ley de Medios del gobierno.
Todo en momentos en que las luchas contra los despidos y el salario no cesan. Paran esta semana los empleados públicos y docentes de Córdoba. Los trabajadores de la Salud están en lucha en varias provincias. Los trabajadores del subte se aprestan a tomar una medida esta semana por el reconocimiento de su nuevo sindicato. Los ferroviarios del Sarmiento acaban de protagonizar asambleas masivas y marchas por aumento de salario, eligiendo sus paritarios en asamblea y dando rienda suelta a la práctica de la democracia sindical, en oposición a los pactos burocráticos de los Pedraza y compañía. Y así podríamos seguir describiendo reclamos obreros y populares.
Hay que redoblar la solidaridad para con las obreras y obreros de Terrabusi en su lucha. Reclamemos unitariamente: ¡Ningún despido! Fuera la policía de la planta. Reincorporación inmediata de todos los cesanteados. Pleno apoyo a todas las medidas de lucha que decidan los compañeros. Que la CGT deje de apoyar a las patronales y, junto a la CTA, dejen de marchar a favor del gobierno y tomen alguna medida en apoyo. Los trabajadores petroleros de Santa Cruz ya marcaron el camino. ¡Ahora los que tienen que triunfar son los trabajadores de Terrabusi!, igual que las demás luchas en curso. Izquierda Socialista llama a los trabajadores, luchadores y a la izquierda a empujar para ello.
Kraft (ex Terrabusi) anuncia compra millonaria
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La patronal estadounidense, dueña en Argentina de la ex Terrabusi, está intentando comprar al grupo británico Cadbury -el segundo fabricante de golosinas más grande del mundo-, ofreciendo pagar la friolera de 16.700 millones de dólares. Kraft Foods Inc. es el mayor grupo alimentario de América del Norte. El objetivo es pasar a ser “una potencia global en snacks, golosinas y comidas rápidas” con ingresos combinados de alrededor de 50.000 millones de dólares (Reuters, Londres), y ahorros por 625 millones.
Esa fusión, en Argentina, implicaría la de la ex Terrabusi y Stani, en pelea por el mercado contra Arcor y Milka. Si se diera, Kraf y Cadbury facturarían, igual que Arcor, 2.316 millones de pesos. (Clarín, 8-9).
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