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Paritarias FerroviariasEl Sarmiento y la Bordó pelearon ¡Ningún despido en Terrabusi! con unidad y democracia sindical
“Paso, paso, paso, se viene el Sarmientazo”. Era uno de los cánticos que los ferroviarios coreábamos por las calles en la marcha que realizamos hacia el Ministerio de Trabajo desde la estación Once. El jueves 3, con una colorida y ruidosa columna de más de 600 ferroviarios del Sarmiento, fuimos a reclamar: ¡No al 17%! ¡$500 para las categorías más bajas! ¡Basta de negociaciones secretas! ¡Que nuestros paritarios electos participen en la paritaria! Trabajadores de la sanidad, de comercio y de la construcción saludaron el paso de los compañeros. Desde distintas estaciones y de todas las especialidades fuimos armando la concentración con banderas de la Bordó y la “tradicional” bandera argentina de 100 metros para reclamar, tal cual coreábamos: “Ole, Ola, Pedraza y el Gobierno nos tiene que escuchar”. Tres semanas de plan de lucha, elección en asamblea de los paritarios, cinco multitudinarias asambleas con cese de actividades y una interminable cadena de mensajes para que nadie se quedara sin información, fueron parte del plan de acción. Cada compañero puso lo que tenía que poner para impedir que nos tiraran el salario al “bombo”. Y desbaratar las mentiras y maniobras de los voceros de la patronal que hacían circular que ya había “cifras arregladas” de antemano, con el objetivo de dividirnos y desmovilizarnos. Así logramos, junto a la bronca de la base del resto del transporte por el salario, darle un fuerte golpe al tope salarial del 17% que querían imponer los dirigentes burocráticos y las patronales. Pedraza de rodillas, el Sarmiento y la Bordó de pie El gobierno junto a las empresas del transporte y los dirigentes burocráticos de la Unión Ferroviaria, La Fraternidad, Señaleros y la UTA querían hacer pasar un magro aumento salarial en una paritaria del conjunto del transporte, ya que vienen disfrutando de la misma “fiesta” con los subsidios que se paga con el bolsillo de todos los trabajadores. El proyecto surgió hace dos meses para aplicar el 17% en cuotas que Moyano firmó para los camioneros, como tope salarial para todos los trabajadores. Desde ese momento, el cuerpo de delegados del Sarmiento, coordinando con el cuerpo de delegados del Belgrano Norte y la oposición Bordó del Mitre, reclamamos asambleas en los seis ferrocarriles para que decidamos los ferroviarios por cuanto pelear, que todo lo decida la base y un plan de lucha unificado de todas líneas. Los ferroviarios del Sarmiento y la Bordó nos pusimos de pie para defender el salario, lo mismo realizó el cuerpo de delegados del Belgrano Norte. Por el contrario, la Verde de Pedraza no hizo ni asambleas ni reuniones informativas en ningún ferrocarril. Sólo en el Mitre-Victoria, por presión de la base y los activistas Bordó. Su objetivo era hacer pasar el acuerdo producto de las migajas en la negociación con las patronales. Por otra parte, la Bordó y en el Sarmiento aplicamos lo que caracteriza desde hace años al Cuerpo de Delegados: unidad y democracia sindical para luchar. Reclamamos plan de lucha y Pedraza tuvo que convocar a un paro nacional. Querían firmar el 17% en cuotas, que significaban para las categorías más bajas: tres cuotas de $91 con un retroactivo de $560. Con lucha se sacó más: $400 en una sola vez y un retroactivo de más de $2000 y en cinco meses otra paritaria salarial. Pedraza se negó a unificar a los ferroviarios de todo el país en un plan de lucha. No hay dudas que con la fuerza de una lucha nacional se podría haber logrado mucho más. Como tener el mismo salario con los compañeros de Ferrobaires, las distintas compañías de carga, los ferrocarriles provinciales y el pase a planta permanente en las empresas contratistas, que vergonzosamente son tratados por la directiva como ferroviarios de “segunda”. Esta bronca hacia la Verde y Pedraza se vio reflejada en la última asamblea por el salario en el Sarmiento. Donde se votó repudiar a la directiva por sus métodos inconsultos y antidemocráticos, ya que no permitió profundizar la lucha salarial y le dio la espalda a la voluntad de las bases expresadas en las multitudinarias asambleas. Además se votó, reafirmando la predisposición de lucha, seguir la pelea por las normativas y en caso que haya represalias hacia algún compañero se paraliza la línea. Ahora, los mismos voceros patronales nos quieren hacer creer que “no hacía falta luchar, ya estaba arreglado” o que “Pedraza defendió nuestros intereses en la paritaria”. Sabemos que nada podemos esperar de ellos. Son los mismos que dejaron en la calle a 90.000 ferroviarios con la privatización, que son patrones junto con Roggio, Romero y Macri en el Belgrano Cargas con salarios de hambre, que hicieron los convenios del ´95 liquidando categorías con la flexibilización laboral y que firmaron siete años de congelamiento salarial. Las cosas empezaron a cambiar con el proceso antiburocrático en TBA con los cuerpos de delegados y la construcción de la Bordó. Así empezamos a luchar para recuperar el salario y los derechos del convenio que Pedraza entregó con la privatización. En el Sarmiento y en la Bordó hay garra para pelear con unidad y democracia sindical, como parte de un nuevo sindicalismo combativo y democrático. |
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