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Escribe:
José Castillo
La mafi a de los medicamentos
La complicidad de los Kirchner
Las denuncias van desde vínculos con los narcotrafi cantes mexicanos de efedrina, asesinatos realizados por sicarios, falsifi caciones de recetas, desfalcos multimillonarios al Estado, hasta adulteración de medicamentos oncológicos, hemofílicos y de HIV que han matado pacientes. Sus protagonistas, empresarios, funcionarios y burócratas sindicales, aparecen vinculados al fi nanciamiento de las campañas de los Kirchner.
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Cristina dándole la mano al burócrata Juan José Zanola |
La venta de medicamentos adulterados en nuestro país ya mueve 1100 millones de pesos por año (el 10% de los remedios que se venden en el país, según datos del sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos). En el circuito clandestino de los medicamentos se encuentran 33.000 unidades para enfermos de cáncer, hemofílicos y de HIV. Se trata de un negocio creciente: los medicamentos falsificados eran el 1% del total en 2000, pasando al 3% en 2004, 7% en 2006 y 10% en 2009. Actualmente hay 500 investigaciones judiciales en curso. Mientras tanto, las autoridades del ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología, que debería encargarse del control) minimiza la cuestión, afi rmando que la adulteración es de sólo el 0,9%.
Cómo se hace la falsifi cación
La maniobra se hace con remedios caros (de 15.000 a 20.000 pesos la caja), que usualmente son los administrados a pacientes oncológicos, hemofílicos o de HIV. Droguerías, muchas de ellas sin habilitación, “adquieren” partidas por diversos métodos: a veces se trata de partidas gratuitas pagadas por el Ministerio de Salud, a la que se les borra la etiqueta que prohíbe su comercialización; en otros casos, se trata de medicamentos vencidos a los que se les cambia la fecha; también se compran medicamentos robados a bandas de piratas del asfalto; y fi nalmente, tenemos la situación directamente criminal donde se “rellenan” frascos ya utilizados para venderlos como si contuviera la droga.
Esta mafi a de las droguerías era la que estaba involucrada en negociados anteriores, como el contrabando de efedrina a los carteles mexicanos de la droga, que salieron a la luz, a mediados de 2008, con el triple crimen de General Rodríguez.
Pero el circuito se completa con la “participación” de los funcionarios públicos y las obras sociales. Alguien debe hacer la “conexión” para que estas droguerías aparezcan como proveedores del Ministerio de Salud y de las obras sociales. Lo que sigue es terrible: se falsifi can recetas, historias clínicas, y se factura al Estado por medicamentos nunca entregados. Así, se pudo comprobar que, sólo en el año 2005, en varias obras sociales sindicales (principalmente Bancarios, pero también Comercio y UPCN) se produjo un desfalco por 208 millones de pesos, girados por el Ministerio de Salud a través de la Administración de Programas Especiales (APE). Y, lo más grave y vergonzoso, se administraron medicamentos falsifi cados a pacientes de dolencias graves, causando la muerte de varios y serios deterioros en la salud del resto.
El 30% iba para Cristina
Las cabezas de esta red de corrupción infinita son Néstor Lorenzo -dueño de la droguería San Javier- llamado “el Yabrán de los medicamentos” y las cabezas de esas obras sociales, en particular Paula Aballay, responsable de hecho del Policlínico Bancario y pareja del burócrata mayor de ese gremio, Juan José Zanola. Pero detrás de todo esto está la protección directa de lo más alto del gobierno nacional: los laboratorios involucrados y sus dueños, tal como sucedió el año pasado con los del affaire de la efedrina. Fueron los principales aportantes de la campaña presidencial de Cristina Kirchner en 2007 con cheques de 100.000 a 1 millón de pesos. El 30% de los fondos del Frente para la Victoria provenía de patronales de los medicamentos. El nexo fue Héctor Capaccioli -recaudador de las campañas de Kirchner-, quien además estuvo a cargo en el propio Ministerio de Salud de programas de prevención de tabaquismo, hipertensión, obesidad y cáncer de mamas, también gran canalizador de fondos hacia las obras sociales sindicales.
Se está jugando con la salud del pueblo argentino. Los ya escasos fondos dedicados a la salud pública son desviados para el enriquecimiento de empresarios y burócratas sindicales corruptos. Los enfermos ni siquiera tienen garantía de la droga que se les está administrando. Y todo apañado por lo más alto del gobierno nacional, que así fi nancia sus campañas políticas. No hay hasta ahora nadie preso y el delito de falsifi cación de medicamentos ni siquiera está previsto en el Código Penal. ¿Esta es la política de salud de un gobierno “nacional y popular”?
De la dictadura a Kirchner: ¡Fuera Zanola!
Uno de los más involucrados en el escándalo es Juan José Zanola, burócrata sindical atornillado por décadas al sillón de la Asociación Bancaria. Denunciado por miles de negociados, muchos de ellos vinculados a la propia obra social bancaria, zafó siempre gracias a la colaboración de gobiernos y jueces amigos. Esta vez, la droguería involucrada, San Javier, funcionaba dentro del propio Policlínico Bancario.
Zanola llegó al tope del sindicato de mano de la intervención de la dictadura militar en 1982. Desde ahí hasta hoy conservó el cargo de Secretario General, muchas veces en “democráticas” elecciones de lista única.
En los 80, mientras se mostraba con Ubaldini, construía su poder gracias a su amistad con el radical Coti Nosiglia, que le transfería millonadas para su obra social, que, ya entonces, no llegaba a los afi liados bancarios, sino que engordaba los bolsillos de los burócratas. Entre 1988 y 1991 le quedó tiempo para ser también presidente del club Huracán, donde también metió mano, dejando una multimillonaria deuda. En los 90 fue un fervoroso menemista. Ahora, como tantos otros, es uno de los alfi les sindicales del kirchnerismo.
En el último tiempo fue unos de los burócratas sindicales más cercanos a Cristina, que suele llamarlo familiarmente “Juan”. Gran parte de la logística de la campaña presidencial de 2007 y de la campaña legislativa ofi cialista de este año corrió por cuenta del sindicato bancario. Una razón más para echar a Zanola y a toda la burocracia sindical de las organizaciones obreras.
Obras Sociales Camioneros: 700% más para Moyano
El sindicato de camioneros aumentó en un 700 por ciento los fondos que recibió de la Administración de Programas Especiales (APE) en concepto de Obras Sociales. Camioneros obtuvo $1.785.000 en 2004 y saltó a 14.200.000 el año pasado. El gremio de Taxistas, que preside Jorge Viviani, mano derecha de Moyano, recibió un 168% más, entre otros. Prueba por qué Moyano y la CGT siguen pactando con las patronales y el gobierno: a cambio de millones.
Nacionalizar los laboratorios y droguerías
• Por un sistema nacional de salud, igual para todos, con consultas, tratamientos y medicamentos absolutamente gratuitos, pagados por el Estado, administrado democráticamente por los médicos y demás trabajadores de la salud, los usuarios y representantes de las facultades de medicina y farmacia.
• Por la estatización de los laboratorios de especialidades medicinales y su puesta en funcionamiento bajo control de los trabajadores, con el asesoramiento de las facultades de Farmacia de las universidades nacionales. Por la producción nacional de medicamentos genéricos, utilizando la capacidad de los actuales laboratorios estatales, provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires, más los privados estatizados, para terminar con el negociado de los pulpos multinacionales.
• Por la estatización de las droguerías y su centralización por el sistema estatal de salud. Por un estricto control sobre la entrega y conservación de medicamentos de alto costo, como los oncológicos, hemofílicos y de HIV, administrado en forma conjunta por los trabajadores de las droguerías y asociaciones de pacientes de esas enfermedades.
• Por la estatización de las clínicas y sanatorios privados, su puesta en funcionamiento bajo administración de sus trabajadores y posterior incorporación al sistema nacional de salud pública.
• Por un aumento del presupuesto de salud, hasta llegar al 25%, fi nanciado mediante el no pago de la deuda externa e impuestos extraordinarios a los ricos.
Escribe:
José Roldán
El peronismo instaló la loza de la burocracia sindical
¿Le suena el cantito “borom, bom, bom, los sindicatos, son de Perón”? Sin entrar a hacer mucha historia, podemos recordar de dónde surgieron los aparatos sindicales de los gremios y sus jefes todopoderosos y vitalicios.
En la década del cuarenta, cuando comenzó a formarse el peronismo, los trabajadores fueron obteniendo conquistas muy importantes: el aguinaldo, las vacaciones pagas, los convenios colectivos y el fuero sindical, la garantía horaria en el gremio de la carne, el estatuto del peón de campo, la jubilación, los hoteles en el mar o la sierra, las colonias de vacaciones, entre otras. La educación, la salud pública y la promoción de los deportes para los niños y jóvenes adquirieron alcance masivo y eran muy buenas. Los trabajadores avanzaban en su nivel de vida y en su organización sindical y adherían masivamente al peronismo.
Al mismo tiempo, desde el gobierno, se fue promoviendo la formación de una casta de dirigentes que se iban encaramando en la conducción de sus gremios, para controlarlos. Se formó así una loza burocrática, que era parte del Partido Peronista y cumplía un papel de creciente importancia en el gobierno nacional. Estos dirigentes ya no volvían a su puesto de trabajo en las fábricas o las ofi cinas y empresas estatales, e iban acumulando privilegios económicos y ventajas en la utilización de esas conquistas. Los burócratas se movían con guardaespaldas, viajaban en costosos coches, vivían en lujosas mansiones y se tomaban vacaciones en hoteles cinco estrellas. E imponían el verticalismo para que nadie pudiera cuestionar las “ordenes” impuestas desde arriba.
Cuando triunfó el golpe gorila en 1955, la CGT y los sindicatos fueron intervenidos, y el peronismo fue proscrito. Se dio un proceso de lucha y resistencia, y hubo un recambio de personajes al frente de los gremios, pero sobrevivió esa burocracia, y siguió siendo mayoritariamente peronista. En pocos años, gracias al heroísmo de los trabajadores que pelearon por recuperar sus organizaciones obreras, la burocracia peronista readquirió benefi cios y poder. El descuento por planilla de la cuota sindical, el manejo de las obras sociales y una creciente corrupción vinculada a los arreglos con las patronales, les permitió a estos traidores ir amasando importantes fortunas, y cada vez más el patoterismo y las listas únicas impuestas por estatutos cada vez más burocráticos impuso su reinado.
Esta poderosa loza burocrática surgió y ha estado siempre mayoritariamente ligada al peronismo, pero ha pactado con todos los gobiernos, radicales o directamente militares.
Ha entregado y traicionado las luchas de los trabajadores desde hace más de medio siglo. Cuando alguna vez se han puesto al frente de algún plan de lucha o han convocado a la huelga, ha sido por presión de las bases o para sacar migajas a las patronales o al gobierno y mantenerse a salvo, atornillados a sus sillones y protegiendo sus fortunas. Así fue Lorenzo Miguel, y son los Zanolas, ahora cuestionado, los José Rodríguez, obligado a renunciar por corrupto, los Moyano, Cavalieri, Lezcano, Lingieri, Gerardo Matinez y demás jefes de las cúpulas sindicales o la CGT, siendo actualmente un apoyo importante para el gobierno peronista de los Kirchner.
En numerosos gremios, sea a nivel de fábrica o en algunos casos en los sindicatos, hay luchadores combativos y antiburocráticos que enfrentan esta loza y se ponen al frente de sus compañeros para respetar la realización de asambleas y la democracia obrera, para pelear consecuentemente por el salario, las condiciones de trabajo y contra los despidos y suspensiones. Este es el camino a transitar. Apoyar las comisiones internas, cuerpos de delegados, agrupaciones y directivas antiburocráticas y combativas, y avanzar en la construcción de una nueva dirección política y sindical para los trabajadores, que acabe con la loza del peronismo y sus burócratas.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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