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¡Hay que anular el tarifazo!En agosto pasado la movilización popular logró parar los brutales tarifazos a la luz y el gas. Ahora, pasado el invierno, el gobierno pretende reponerlos. Y vuelve a mentir, diciendo que sólo afectarán a los ricos, como si ya no tuviéramos la experiencia de las tarifas anteriores. Hay que luchar hasta anularlo
A partir del 1° de octubre volvieron a regir los aumentos en las tarifas de gas y luz que, cuando aparecieron efectivamente el invierno pasado, generaron aumentos en las facturas de hasta el 400%. En ese momento, la indignación, las múltiples denuncias y varias movilizaciones dieron como resultado la marcha atrás del gobierno de Cristina. Ahora se restableció el tarifazo (técnicamente se “quitó el subsidio” que el Estado le pagaba a las privatizadas para mantener la tarifa en los valores anteriores), por lo que los usuarios que superen los “máximos” estipulados serán “castigados” con subas astronómicas. Como explicamos muchas veces, son justamente los sectores de menores recursos, con aparatos viejos y de alto consumo, los primeros en superar las barreras fijadas como “de alto consumo”. Mientras tanto, el gobierno nuevamente dice que no afectará a los sectores populares. El Ministro De Vido tuvo la caradurez de afirmar que el aumento era para “continuar con la política de redistribución de la riqueza” (Página 12, 29-09). Reaparecen los mismos argumentos que ante el incremento anterior: “sólo afecta al 15%”, “si hay algún caso excepcional que no lo puede pagar se verá”. Ya sabemos que quiere decir “se verá”. El Enarsa (Ente Nacional de Regulación del Gas) fijó los requisitos para ser exceptuado: ser discapacitado o recibir un plan social, pero además no tener televisión por cable, internet, teléfono fijo o celular y que entre todos los miembros del grupo familiar haya un solo ingreso. ¡Indignante! Una familia con varios hijos dependiendo de un plan social y con una abuela con la jubilación mínima ya “no califica”. Al gobierno no parece importarle incluso que existan innumerables fallos de jueces que se pronunciaron contra el aumento. Es que, una vez más, detrás del doble discurso del gobierno está su objetivo central de garantizarle las superganancias a las privatizadas. Porque estas nunca perdieron: cuando las tarifas estaban congeladas (nunca lo estuvieron totalmente, simplemente los aumentos no eran tan brutales), eran compensadas con generosos subsidios para mantenerles la rentabilidad. Ahora que, crisis mediante, el gobierno no tiene caja para seguir con este esquema, autoriza los aumentos, para hacer que seamos los trabajadores y el pueblo los que financiemos sus millones. Así, esos pulpos, de pésimos servicios, que pagaron monedas por las empresas estatales y nunca invirtieron un peso, siguen teniendo las mismas superganancias como en lo mejor de la era menemista. Cristina se juega a que, como estamos en primavera y el consumo baja porque ya no se utilizan tanto los calefactores y, al mismo tiempo, todavía no empezó el verano y por ende el uso de acondicionadores y ventiladores, “no nos daremos cuenta” de lo brutal del aumento. No podemos tolerar esto. El tarifazo no puede pasar. Ya lo derrotamos una vez y podemos hacerlo de nuevo. Este miércoles 7, desde el Movimiento Nacional de Usuarios contra el Tarifazo, -del que Izquierda Socialista forma parte junto con otras organizaciones políticas, gremiales, vecinos autoconvocados y asociaciones de usuarios y consumidores-, nos movilizaremos al Congreso de la Nación, para exigir su inmediata y definitiva derogación. Este debe ser el primer paso. Preparando, como lo hicimos en el mes de marzo con “la marcha de las velas”, una gran convocatoria a Plaza de Mayo. Porque esta lucha contra los aumentos sólo será definitiva el día que logremos la reestatización de las privatizadas, para que, de una vez por todas, los recursos energéticos vuelvan a ser del pueblo argentino. |
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