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Editorial
Hace falta un paro general
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En el país hay una oleada de luchas contra los despidos y por aumento de salarios. El epicentro es la lucha de los trabajadores de Kraft-Terrabusi, que ya lleva más de 50 días. Una lucha ejemplar y heroica, ya que viene enfrentando a la multinacional yanqui, apoyada por la UIA; a la justicia que ordenó el desalojo, al gobierno nacional y provincial que ofician de cómplices y a la burocracia sindical, que tildó a los huelguistas de “ultraizquierdistas”. Lucha que se ha transformado en “caso testigo”. Tanto para las patronales que, en caso de triunfar Kraft, aprovecharán para hacer lo mismo con sus trabajadores; como para la clase obrera, ya que, si triunfan los trabajadores de Terrabusi, será un gran aliciente y empujón para que triunfen los reclamos en curso.
Hay un sinfín de reclamos a lo largo del país. Esta semana vuelven a parar y marchar los hospitales bonaerenses en plan de lucha. Reclaman los docentes bonaerenses. Los maestros de Catamarca pararon 72 horas la semana pasada. Están en conflicto los municipales, docentes y trabajadores de Luz y Fuerza cordobeses. El subte viene de paros por el reconocimiento de su sindicato y probablemente se anuncien nuevas medidas. Los estatales riojanos vienen haciendo marchas multitudinarias. Sigue la lucha de los hospitales tucumanos, la cual salió por fuera de las cúpulas sindicales traidoras. Y como mostramos en la página 9 con la toma de una metalúrgica de Munro, también se lucha en las fábricas. Ante este panorama ¿no es necesario un paro general? Esto es lo que se preguntan miles de trabajadores.
Haría falta un paro general para reclamar, en primer lugar, que se reincorpore sin condicionamientos todos los despedidos en Terrabusi, empezando por su comisión interna y delegados. También para que la patronal negrera y explotadora de Kraft, deje de aplicar medidas antiobreras al interior de la planta. También hace falta un paro general en apoyo al resto de los conflictos. Para unificar las luchas en todo el país. Para poner en la agenda nacional la prohibición de los despidos y suspensiones. Y para que se otorgue un aumento salarial de emergencia para todos los trabajadores.
Un paro general, serviría también para frenarle la mano al gobierno y a las privatizadas con los tarifazos. Y levantar una clara advertencia a los gobernadores que quieren desdoblar sueldos, o amagando pagar en bonos, alegando “déficit fiscales”, cuando le hacen de comparsa al gobierno nacional para que siga pagando la deuda externa, al Club de París o a los bonistas. Dinero que debería tener como único objetivo aumentar salarios, jubilaciones, los presupuestos de salud y educación, y un plan de obras públicas para combatir la crisis y dar trabajo genuino.
Lamentablemente, la CGT hace oídos sordos al reclamo de paro general. No sólo se niega a convocarlo, sino que no ha llamado a ninguna movilización en apoyo a los que luchan. Todo lo contrario. Días previos al desalojo en Terrabusi hizo declaraciones contra los trabajadores que fueron funcional a la represión. Otro tanto pasa con Daer, burócrata del sindicato de la Alimentación, quien se negó a parar por Terrabusi y ahora no quiere prorrogarle el mandato a la comisión interna en momento que es embestida por la patronal.
La CTA, por su parte, llamó a una marcha la semana pasada poniendo como eje el reconocimiento de su central, en vez de llamar a una gran campaña en apoyo a los trabajadores de Terrabusi.
Y hay algo peor. La CGT y CTA realizaron hace días una marcha conjunta exigiendo a representantes de la OIT “trabajo decente”. Y el pasado viernes, volvieron a unirse para apoyar la oficialista ley de medios. ¡Se unen para todo menos para llamar a una medida nacional en apoyo a los obreros de Terrabusi y a todos los que luchan!
Moyano, obligadamente, tuvo que cambiar y recibir días atrás a la interna. Allí le reclamaron una medida en apoyo. La CGT dijo que no. Moyano solo apuesta a entrevistarse con Cristina cuando vuelva de hacer negocios con sus empresarios amigos de la India, para pedirle que aumente el seguro de desempleo (nada de prohibir despidos) y las asignaciones familiares.
Mas allá de lo que digan o hagan los dirigentes, desde abajo hay bronca y los reclamos siguen. Es por eso que, desde cada lugar de trabajo, hay que seguir apoyando a los trabajadores de Terrabusi para que triunfen, y a todos los que luchan. Reclamando que la CGT -y la CTA-, en vez de apoyar al gobierno, llamen a un paro nacional. Llamado que debe encabezar la interna de Terrabusi. Porque la clase obrera lo necesita para enfrentar los planes de ajuste de las patronales y el gobierno.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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