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Escribe:
José Castillo
¡Basta de pagar la deuda externa!
Los Kirchner quieren apropiarse del Banco Central. La oposición de Carrió, Duhalde, De Narváez, Cobos y Macri defiende su “autonomía”. Pero ambos están de acuerdo en seguir pagando peso sobre peso a los acreedores. Hay que terminar ya con este cáncer que hace más de 30 años está reventando al pueblo argentino.
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Estamos hablando de más 175.000 millones de dólares. Año a año, se destinan recursos superiores a los que van a salud, educación o asistencia social, solamente para “cumplir” con los vencimientos, y seguir “pateando” el grueso de la deuda hacia adelante. O se consiguen préstamos para “pagar los anteriores”. Y así la deuda se va agrandando, cual bola de nieve. Cada tanto aparece un gobernante que promete “terminar” con el tema. Surgen así los “canjes”, que reemplazan deuda vieja por nueva, se entregan nuestras riquezas (como pasó con las privatizaciones durante Menem), o se pagan miles de millones de dólares cash “por única y última vez”, como hizo Kirchner en 2006. ¡Vergonzosas mentiras! La deuda sigue creciendo y transformándose en una hipoteca impagable.
La maldita herencia de la dictadura
La deuda no nació por generación espontánea. Fue la consecuencia económica del genocidio de la dictadura militar. Fue el producto de uno de los negociados más escandalosos de la historia argentina. Se endeudó hasta la quiebra a las empresas públicas, los grupos económicos “amigos” de los militares robaron hasta el infinito, miles de millones de dólares quedaron “registrados” como deuda aunque nunca habían entrado al país. Y, como frutilla del postre, el inefable Domingo Cavallo “estatizó” toda la deuda que habían contraído los grupos económicos privados.
Todo esto está probado y documentado: en el año 2000, el juez Jorge Ballesteros dictaminó que la deuda contraída durante la dictadura militar era ilegítima, remitiendo su fallo al Congreso para que este “tomara las medidas correspondientes”. Por supuesto: desde entonces el expediente duerme en un cajón. Como durmió durante 18 años en la misma justicia generando que el fallo no pudiera condenar a Martínez de Hoz ni a nadie porque “había prescripto”.
Ahora Cristina nos dice que no se puede investigar nada de la deuda porque eso “lo tenía que haber hecho Alfonsín”. ¡Caradura! Radicales y peronistas se pasan la pelota, cuando la realidad es que unos y otros hicieron y hacen todo lo posible por seguir cumpliendo con los acreedores. Es verdad que Alfonsín no investigó nada y siguió pagando. Más aún, puso de Presidente del Banco Central a un ex gerente de la misma dictadura, José Luis Machinea, quien en 1985 estatizó “lo que quedaba” de la deuda privada. Luego vinieron los peronistas, con Menem, y canjearon los papeles impresentables que venían de la dictadura por nuevos bonos y, de paso, se quedaban con las empresas públicas. Y la deuda siguió creciendo. Y cuando ya no había plata ni para pagar el vencimiento del mes siguiente, la Alianza lo trajo de vuelta… a Cavallo, que en un fin de semana hizo un nuevo canje, agrandando la deuda en 50.000 millones de dólares. Fue un negociado tan desprolijo que el propio juez Ballesteros, en otra causa, decidió que era una estafa.
Pero a Cristina parece no alcanzarle. Tiene dos fallos impecables. Tiene también el hecho irrefutable de que la deuda ya se pagó varias veces: llevamos abonados 220.000 millones de dólares. Tiene el ejemplo incluso de países como Ecuador, que, aunque parcialmente, avanzó en una investigación que decidió que la mayor parte de su deuda era ilegítima. Pero los Kirchner eligieron el camino de seguir entregando la riqueza de los argentinos. Ningún gobierno pagó más en efectivo que ellos. Incluso pagaron por adelantado, como cuando le entregaron 10.000 millones de dólares al FMI en 2006, con la excusa (una vez más) que así nos “desendeudábamos”.
De una vez por todas, dejar de pagar
Ahora el gobierno vuelve con la vieja cantinela, copiada de los argumentos del establishment económico, de que es imposible dejar de pagar la deuda, porque “quedaríamos aislados” o “nos embargarían”. Mientras tanto, la pregunta que vale es qué ocurre si continuamos pagando. Porque van más de 30 años donde vemos como aumenta la pobreza, la marginación y como se hunde la educación y la salud públicas. La deuda externa es el gigantesco colador por donde se escapa el esfuerzo del trabajo cotidiano de los argentinos. Y, lo que es peor, por más que se pague, sigue creciendo.
Por eso volvemos a insistir, como dijimos una y mil veces: no hay salida para nuestro país ni para su clase trabajadora sin dejar de pagar la fraudulenta, ilegal, inmoral e impagable deuda externa.
Y, si nos quieren embargar o bloquear, tenemos una herramienta: un llamado a todos los países latinoamericanos para conformar un Frente de Deudores, para pelear juntos contra los grandes acreedores y defendernos poniendo en común los inmensos recursos económicos, energéticos y naturales del subcontinente.
No es un camino sencillo. Pero es el único posible de transitar. A 200 años del comienzo de las luchas por nuestra liberación de España, el no pago de la deuda es el primer paso para lograr nuestra segunda y definitiva independencia.
Escribe:
Carlos Bach
“Los locos del no pago”
Desde 1983, luego de la caída de la dictadura, nuestra corriente morenista (encarnada en el MAS de los 80), impulsó una gran campaña por el no pago de la deuda externa. Fue la propuesta central en las elecciones presidenciales de ese año, cuando nadie hablaba del tema. Repartimos miles de volantes e hicimos cientos de pintadas. Acaloradas eran las polémicas en los lugares de trabajo, estudio y barriadas populares. Polemizando con aquellos políticos patronales que nos decían que si no pagábamos íbamos a quedar aislados del mundo e íbamos a estar cada vez peor.
En 1986 apoyamos la propuesta de los “26 puntos” de la CGT-Ubaldini que llamaba a una “moratoria por diez años”. Participamos de toda marcha o acto de repudio que denunciara, aunque sea parcialmente, el flagelo de la deuda. Impulsando huelgas y enfrentando los planes de ajuste dictados por el FMI para pagar, que aplicaban Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, y ahora los Kirchner.
Por entonces nos llamaron “los locos del no pago”. El paso de las décadas terminó dándonos la razón. Estamos cada vez peor y la deuda sólo es hambre y miseria para los trabajadores y el pueblo. Por eso seguimos luchando para no pagarla.
Escribe:
Liliana Olivero
Legisladora Izquierda Socialista - Córdoba
Frente de países deudores para no pagar
El gobierno de Cristina se la pasa hablando de la “unidad latinoamericana”. Varios programas de Canal 7 (la “Televisión Pública”) dan amplia cobertura mediática, apoyando a los gobiernos “progresistas” y hablando durante horas sobre los presidentes latinoamericanos. Alarde “populista” que está al servicio de seguir atados de pies y manos al imperialismo, ahora encabezado por Obama. Es que, lamentablemente para los pueblos, todos los gobiernos latinoamericanos, incluido el de Chávez, pagan puntillosamente la deuda, que somete a los países latinoamericanos al FMI y a la banca usurera internacional. Hace falta ver el desastre de Haití para graficar la dominación a la cual nos somete el imperialismo, principalmente el yanqui. El pago de la deuda externa es uno de los principales mecanismos de sometimiento y dependencia económica de nuestros países, como denunció Rodolfo Walsh hace más de 30 años en su “Carta Abierta a la Junta Militar”, a quien muchos de estos “progresistas” dicen admirar.
La unidad que necesitamos en Latinoamérica es para constituir un Frente de países deudores para dejar de pagar la Deuda Externa, romper todos los pactos que nos atan al imperialismo y abrir camino a la segunda independencia latinoamericana, iniciada hace doscientos años por Bolívar y San Martín contra la corona española y más necesaria que nunca hoy contra el imperialismo yanqui. Con un Frente de Países deudores enfrentaríamos más unidos y fuertes cualquier represalia que el imperialismo quiera tomar contra los que se rebelan contra él. Exigimos a todos los gobiernos latinoamericanos, en primer lugar a Chávez, Evo Morales, Correa y Castro, a que convoquen a la unidad latinoamericana para dejar de pagar, y así llevar al terreno de los hechos concretos, tanto discurso antiimperialista. Es necesario que las organizaciones obreras y populares del continente hagan suya esta exigencia unitaria.
Escribe:
Mariano Manso
Pino Solanas
¿Investigar o no pagar?
“Un gobierno no puede negociar ni pagar una deuda sospechada de ser un fraude contra el Estado” (Ámbito Financiero, 08-01). Esta declaración la hizo Pino Solanas frente a la decisión del gobierno de pagar la deuda con las reservas. Coincidimos plenamente con esa postura. Pero en la última semana Solanas y el bloque de diputados de Proyecto Sur fue cambiando. De centrar en no pagar, a proponer al Parlamento una comisión bicameral investigadora: “El espacio de Proyecto Sur no participará de ninguna sesión que no incluya la investigación sobre la legalidad de la deuda”, dijo “Pino”. (La Nación, 15-01). La realidad es que la deuda externa ya fue suficientemente investigada y el fallo del juez Ballestero es claro: la deuda externa es un robo. Nos preguntamos entonces: ¿Hay que seguir investigando la deuda? ¿O es necesario poner de pie un gran movimiento por el no pago? Nosotros creemos que la primer pregunta ya esta respondida con el fallo y que la única salida es movilizar contra la deuda.
Por eso creemos que la postura de Solanas y Proyecto Sur, de poner el centro en la investigación parlamentaria y de una bicameral con mayoría de partidos del sistema, es un camino que lleva a que se siga pagando. La única posibilidad de terminar con esta estafa es generar una gran movilización nacional contra el pago de la deuda. Y eso es justamente lo que ni Pino Solanas ni Proyecto Sur proponen e impulsan. Por eso fueron tomando distancia de la convocatoria unitaria a la marcha del viernes 22.
Llamamos a Pino Solanas y a Proyecto Sur a que cambien y convoquen a la movilización unitaria para dejar de pagar la deuda externa el próximo 22, para ser miles en las calles que exijamos al gobierno que rompa con el FMI y los fondos buitres.
¿Que se podría hacer con los 6.569 millones de dólares?
El vergonzoso “Fondo del Bicentenario” destinado al pago de deuda externa se compone de 6.569 millones de dólares (25.000 millones de pesos). Bajemos a tierra de qué monto se está hablando: es más del doble de todo el presupuesto de Salud programado para 2010 (10.160 millones de pesos), es tres veces y media todo el presupuesto de Promoción y Asistencia Social (7.678 millones); incluso es más grande que lo destinado a Educación en todo el año (19.431 millones de pesos).
Con este fondo se podría financiar un plan de obras públicas que construya 260.000 viviendas populares (a un costo de 25.000 dólares cada una), lo que generaría automáticamente 700.000 puestos de trabajo. O, alternativamente, se podrían construir 125 hospitales plenamente equipados. En vez de resolver estas cuestiones básicas, se lo destina vergonzosamente a seguir enriqueciendo a los usureros.
El robo del canje
El gobierno de Cristina sigue avanzando con el otro escándalo: reconocer la deuda de los bonistas que no aceptaron el canje en 2006. Son 20.000 millones de dólares más de capital y 9.000 de intereses acumulados. Era lo que, supuestamente, nos habíamos ahorrado con ese canje. Y hasta se había promulgado una “ley cerrojo” que prohibía reconocerlos en el futuro.
Pero esa disposición fue derogada en diciembre pasado (con el voto conjunto de peronistas –kirchneristas y “opositores”- y radicales de todo pelaje). Así se abrió el nuevo canje, con una “oferta” a los tenedores de bonos con una quita del 65%. Pero la operación fue preparada a medida por tres bancos internacionales (Citi, Barclays y Deutsche), que no sólo cobrarán suculentas comisiones sino que, “de casualidad”, tienen ellos mismos o sus clientes la mayoría de esos bonos en cartera. Los compraron a un valor de 20 a 22 dólares por cada 100, y Cristina se los va a “canjear” por otro que, sumando los intereses, puede llegar a 44, generándoles de la nada una ganancia del 100%.
Con este negociado es que el ministro Boudou dice que “recuperaremos crédito barato en el mundo”. Repudiamos este nuevo negociado a costa del trabajo de los argentinos.
J.C.
Acuerdos y diferencias en la unidad
La preparación de la marcha por el No Pago del 22 de enero, a nuestro entender, debe ser tomada como un ejemplo para otras oportunidades. Porque se logró convocar a una movilización unitaria contra el pago de la deuda de muchas organizaciones antiimperialistas y de izquierda pese a la existencia, lógica, de matices y diferencias importantes. Que se manifestaron debatiendo un proyecto de documento. Finalmente se acordó convocar en base a tres consignas (ver convocatoria) y dejar abierto a que las organizaciones que acordaran con un texto lo firmaran, sin comprometer al resto.
En nuestro caso, fuimos casi la única organización que rechazó la consigna del proyecto de documento de reclamar una Consulta Popular sobre la deuda. Por varias razones: 1) proponer una consulta es, en cierta forma, legitimar el tema de la deuda, cuando está demostrado que fue y es fraudulenta. Es como proponer una consulta sobre si hubo o no genocidio; 2) es un mecanismo que en manos del gobierno y con todo el peso del aparato y los medios patronales, seguramente va a ser distorsionado, como pasó en Uruguay con la consulta sobre la impunidad que se perdió recientemente. En la medida que se mantuvo esa consigna en el texto propuesto, Izquierda Socialista no sumó su firma.
Pero lo importante, es que se mantuvo la unidad firmando todas las organizaciones la convocatoria común con las tres consignas. Esto es lo destacable.
Marcha de Congreso a Plaza de Mayo
Las organizaciones abajo firmantes convocamos a una movilización popular el VIERNES 22 de enero a las 17 horas desde la Plaza Congreso a la Plaza de Mayo con las siguientes consignas:
• No al pago de la ilegítima y fraudulenta deuda externa.
• No a los pactos espurios del gobierno y la oposición para pagarle a los usureros internacionales y a sus socios locales.
• Sí a que los dineros del pueblo sean destinados a obras públicas, viviendas, trabajo, educación y salud.
Convocan: Agrupación Peronista 26 de julio - APEL (Asociación de Profesionales en lucha) – CCC - Centro Cultural Alejandro Olmos - Convergencia de izquierda - Corriente Patriótica Revolucionaria - CTD Aníbal Verón - Foro Argentino de la Deuda Externa – FOS - Izquierda Socialista - MOP (Mov. de Organizaciones Peronistas de Quilmes y Florencio Varela) - Teresa Vive - MPR Quebracho – MST – OLP – PCR – PO - Polo Obrero - Movimiento por un Pueblo Libre - Proyecto Nacional – PTS - Socialismo Latinoamericano.
Izquierda Socialista concentra a partir de las 16:30 en Paraná y Avda. de Mayo
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