El
Socialista es una publicación de Izquierda Socialista
Escribe:
Miguel Sorans
Dirigente de Izquierda Socialista y de la UIT-CI
Venezuela
La crisis del chavismo
Es evidente que en Venezuela hay una crisis política y económica. Semanas atrás Chávez anunció una devaluación que provocó un alza de precios. Luego fue el turno de un duro racionamiento eléctrico por la crisis energética, que tuvo que echar atrás ante el rechazo popular. En medio de esta situación renuncian el vicepresidente Carrizales y otros altos funcionarios del PSUV. Crecen las protestas sociales. ¿Cuál es la causa de la crisis?
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Chávez: en medio de la crisis llama a un acuerdo con los empresarios |
Miles de luchadores antiimperialistas que durante años han tenido simpatías y grandes expectativas con Chávez, hoy están sumidos en una mezcla de confusión y decepción. ¿Qué pasa en Venezuela? ¿Es por culpa de la derecha la crisis? ¿Se trata de un nuevo fracaso de un proyecto socialista?
Lamentablemente se está cumpliendo el pronóstico que había hecho nuestra corriente sobre qué era el chavismo. Lo que está fracasando en Venezuela es el proyecto de un capitalismo con discurso socialista. Esta es la triste realidad.
Desde hace años venimos señalando que el proyecto de Chávez no tenía nada que ver con el socialismo. Se trataba de un gobierno nacionalista burgués o de conciliación de clases, similar a lo que fue el peronismo en nuestro país en los 50, Velazco Alvarado en el Perú de los 70 o el PRI de México. Gobiernos encabezados por sectores patronales que tienen algunos roces políticos y económicos con el imperialismo, que buscan negociar en mejores condiciones con éste y las multinacionales. Son proyectos condenados al fracaso, ya que no salen de los marcos del sistema capitalista. Ahora es el turno del chavismo.
La devaluación chavista es un ajuste antiobrero
La crisis económica, energética y política se explica justamente porque Chávez nunca tomó una medida que tenga que ver con el socialismo. La mentira de su discurso ahora se hace evidente. Lleva 10 años de gobierno y no se hizo ningún cambio estructural. Por el contrario, la economía es más capitalista. Un dato es revelador: “El peso del sector privado de la economía pasó del 64,7% en 1998 a 70,9 al cierre de 2008” (El Mundo, 31-8-2009). Este dato lo aporta el economista chavista Víctor Álvarez. El 70 u 80% de lo que se consume se importa. Solo el 4,39% es la participación del sector agrícola en el PBI total. O sea, sigue siendo un país capitalista que vive de la renta petrolera. Las multinacionales del petróleo no se liquidaron, sino que Chávez las asoció a PDVSA, en una empresa mixta.
Mientras el petróleo estuvo a más de 100 dólares el barril (creció desde 2004), el despilfarro de dinero tapaba la realidad. Pero cuando se produce la crisis mundial y el precio cae como los niveles de exportación, la crisis se pone en evidencia. Por eso y por la corrupción, no se hicieron, por ejemplo, inversiones de fondo en el sistema eléctrico. Ante la crisis, Chávez no tiene otra receta que aplicar una dura devaluación para buscar que los platos rotos lo paguen los trabajadores y los sectores populares. La devaluación provocó una caída del salario y una espiral inflacionaria. El empresariado aplaudió la medida.
La crisis del gobierno y la derecha proyanki
La renuncia del vicepresidente Carrizales y su grupo cercano, muestra que la crisis llega al riñón del PSUV y del gobierno. Ante el achique de la torta y el creciente malestar popular, algunos “abandonan el barco”.
Los sectores opositores de la derecha proyanki tratan de aprovechar la crisis. Un sector, agrupado en el llamado “Polo Constitucional” integrado por el ex general Raúl Baduel, quien fue Jefe del Ejército y ministro de Defensa hasta 2007, salieron a reclamar la “renuncia de Chávez”. Pero por ahora no tiene peso popular. El resto de la oposición patronal (COPEI, Acción Democrática y otros) siguen sus denuncias, aunque en silencio avalan las medidas económicas, buscando desgastar a Chávez en vista de las elecciones legislativas de setiembre. Pero tiene en contra que están divididos, no tienen una figura patronal de alternativa y tampoco se ve que sectores obreros y populares giren en su apoyo. Por eso no lanzan un referendo revocatorio.
Crecen las protestas obreras y populares
Cada vez son más frecuentes los estallidos populares que no son controlados ni manipulados por los agentes de la burguesía opositora, ni por el partido del gobierno. Ejemplo de ello fue la revuelta popular de Mérida contra el racionamiento eléctrico de 4 horas por día. Miles salieron a hacer cacerolazos, a cortar rutas y a enfrentar la represión. Finalmente el gobierno tuvo que ceder y terminar con los cortes de luz que llevaban seis meses. La gente se moviliza por seguridad, servicios básicos, salario, reivindicaciones sociales y democráticas que nada tienen que ver con la agenda de la derecha opositora o del gobierno.
Ahora bien, estas son expresiones de que el proceso revolucionario goza de buena salud y que el pueblo está dispuesto a luchar por sus reivindicaciones. De allí que se necesita una herramienta política que permita superar la polarización chavismo-derecha proyanki.
La Unidad Socialista de Izquierda, que encabeza Orlando Chirino, plantea en una declaración del 29-01 “a los luchadores y activistas obreros, populares y estudiantiles que es imprescindible levantar una opción política verdaderamente revolucionaria de los explotados, los trabajadores, campesinos, indígenas, estudiantes y las comunidades populares. Sólo de esta manera podrá canalizarse la justa ira de la población y sus exigencias de justicia, en la perspectiva de la lucha por el verdadero socialismo.”
El MST apoya la devaluación
“Si el gobierno quiere de verdad convertir la devaluación en una medida contra el capital, es necesario acompañarlo de otras medidas, considera Stalin Pérez Borges”. Esta declaración se reproduce en el periódico Alternativa Socialista del MST (20-1-10).
El MST reproduce estas declaraciones sin ninguna crítica. Lógicamente las apoya, ya que Borges es dirigente sindical del PSUV y de Marea Socialista, organización hermana del MST.
Para Stalin y el MST la devaluación de la moneda puede ser progresiva para el pueblo trabajador. O sea, una medida capitalista que reduce automáticamente el salario, para éstos compañeros puede ser revolucionaria con tal que se agreguen algunas “otras medidas”. Estas supuestas otras medidas son simplemente un adorno para justificar tamaña traición a los trabajadores venezolanos. ¿Hasta dónde piensan llegar?
Chávez propone asociarse con empresarios
Chávez presentó al país, el 28 de enero, el I Encuentro Productivo Socialista del Fondo Bicentenario, el cual estaría conformado por recursos que se obtengan de la devaluación. Es decir, el gobierno le mete la mano en el bolsillo a los trabajadores, para otorgarles créditos a los empresarios con reducción de intereses y una cotización del dólar preferencial para importar.
En el evento, en el que también se encontraban alcaldes, gobernadores y dirigentes sindicales encabezados por Marcela Máspero de la UNT, de la cual es dirigente también Stalin Borges, Chávez pidió una y otra vez el apoyo de la empresa privada: “La empresa privada que va a convivir con nosotros, porque yo estoy seguro que ustedes han tomado la decisión de hacerlo. Cudemus, Belandria, Pérez Abad, Vollmer, todos han tomado la decisión de convivir. Vamos con audacia”(*)
Luego, entre risas y chanzas, se deshizo en ofrecimientos con Alberto Vollmer, quien es un gran oligarca, propietario de Ron Santa Teresa, ahora devenido en “empresario socialista”. Además de hacerle propaganda a la bebida espirituosa que éste produce en los valles de Aragua, soltó esta perla: “Que es lo que necesita el pueblo…por eso yo decía lo del ron y otras cosas…A mi me gustaría hacer una empresa mixta con los Vollmer”.
Este oligarca le correspondió estas propuestas, alabando el ajuste devaluatorio: “Después de estas medidas, para los exportadores, no sólo para los roneros, es más fácil competir”.
Chávez continuó con sus sesudos análisis sobre las posibilidades que tiene la empresa privada en sus planes de recuperación económica. “La propiedad privada individual es válido que se incorpore a este programa de las mesas productivas”. Llamando a los empresarios a conformar corporaciones y presentar proyectos para aliarse a empresas del Estado.
(*) Declaraciones televisivas reproducidas por laclase.info
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