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Plata hay…
¡Que aumenten los salarios!
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La presidente habló 1 hora 36 minutos en el Congreso. No mencionó la palabra inflación, mostrando la abismal distancia que separa la política oficial de las urgentes necesidades populares. No es casualidad. El matrimonio presidencial viene negando que haya suba de precios. “No estamos pensando en ningún plan antiinflacionario”, dijo el ministro Boudou.
Esta palabra -inflacióntampoco estuvo en el extenso monólogo que la presidente les despachó a los grandes formadores de precios en una reunión que mantuvo la semana pasada con directivos de Bagó, Mastellone, Aluar y Aceitera General Deheza, entre otros. Les dijo otra cosa, música para sus oídos: “a nosotros nos alegra mucho que la gente (léase ellos) gane dinero, pero nos gustaría que presten un poco más”. ¡Exploten tranquilos, pero larguen algunas migajas! Una clara política rastrera y propatronal. Justo cuando hasta el propio INDEK intervenido señaló que el 70% de los trabajadores gana menos de $ 2.000; la mitad de los que lo hace en negro perciben $ 1.000 promedio; el 50% de las mujeres tiene ingresos menores a 1.200 pesos y las jubilaciones, comparadas con el salario medio, son más bajas que antes de la estatización de las AFJP.
Mientras los alimentos y productos de primera necesidad siguen por las nubes, está claro que el gobierno deja correr. “Hay entre 300 y 400% de diferencia entre lo que se paga al productor y lo que se termina pagando en la góndola”, reconoció hasta el ultrakirchnerista Edgardo Depetri. Por eso se abona $1 el litro de leche al tambero y se paga 3,50 en los súper.
La Casa Rosada se juega a la dupla M-M (Moyano-Moreno). Dice que con ellos “los salarios van por el ascensor por Moyano, y los precios por la escalera por los buenos oficios de Moreno”. ¡Qué flor de verso! Por eso es que el patotero del INDEK ha sido nuevamente respaldado por la presidente y el líder de la CGT, quien dijo: “Moreno cumple una función fundamental para que no se desborde la inflación”. Un pacto antiobrero y antipopular, con el claro objetivo de tirar a la baja los aumentos salariales que se empiezan a discutir en las paritarias.
Según una encuesta, el 90% de los empresarios baraja dar aumentos que irían entre el 10 y el 20%. Y el aumento del 17% a los docentes aceptado por Ctera-CTA intenta jugar de techo salarial para el resto de los gremios... ¡Cuando algunos cortes de carne subieron el 100%, las frutas y verduras el 90% y los artículos para el colegio más del 60%! Un terrible ataque al bolsillo popular y un brutal ajuste a los trabajadores y demás sectores populares.
En medio de esta lapidaria situación social, la semana pasada se reunió la máxima conducción de la CGT. Estaban todos: Moyano, los “gordos” Lescano, West Ocampo y Cavalieri, el independiente Andrés Rodríguez- UPCN y Antonio Caló, de la UOM ¿Para discutir cuánto pedir de aumento salarial? ¿Para evaluar alguna medida de fuerza? No. Se vieron la cara para discutir cómo le reclaman al gobierno la plata de las obras sociales -1.000 millones de pesos de la Administración de Programas Especiales y 3.500 millones del Fondo Solidario de Redistribución-, dejando el debate de las paritarias para más adelante. ¿Se puede tener una conducta más entreguista?
Mientras estos dirigentes pactan, los trabajadores y profesionales de la salud de Santiago del Estero hace más de cinco meses que están en huelga. En 9 provincias habría medidas de fuerza de docentes. Y siguen los reclamos contra los despidos, como en Tenaris-Siat, de Techint, Cerámica Stefani- Neuquén, entre otros. El año pasado más de 30.000 albañiles perdieron sus puestos de trabajo.
Hay que salir a dar la pelea salarial en todo el país. Una pulseada que involucra a todo el movimiento obrero. Hay que hacer asambleas en los lugares de trabajo, reclamar cuerpos de delegados con mandato y cualquier otra instancia de debate y decisión para votar medidas de acción en pos de un urgente aumento de salario de emergencia para enfrentar el brutal costo de vida. ¡Necesitamos ahora un aumento de 1000-1500 pesos para todos los trabajadores, estén en blanco o en negro, y para todos los jubilados!
Plata hay. Las multinacionales, automotrices, grandes empresarios y bancos vienen ganando, y mucho. Y la plata del Estado se sigue yendo a los pagos de la deuda como lo decidió nuevamente Cristina.
¡Por un aumento inmediato de salarios y jubilaciones que salga de las ganancias patronales! ¡Plata para salario, trabajo, salud y educación, no para la deuda! Que la CGT-CTA abandonen el pacto y tomen alguna medida de lucha. Hace falta un paro nacional, como parte de un Plan de Lucha, para unir a todo el movimiento obrero hasta arrancar un aumento que vaya en dirección a alcanzar el valor de la canasta familiar, que ya supera los 4.000 pesos, ajustado mensualmente, de acuerdo al real costo de vida. Que la CGT levante un pliego de reivindicaciones para hacerlo valer en una paritaria única, para evitar que cada gremio se atomice pidiendo por sector. Lucha que pasa hoy por apoyar a los que reclaman, como los docentes de varias provincias y los profesionales de los hospitales de Santiago, entre otros.
Salgamos a dar esta gran pelea que se abrió por el salario. Una dura pulseada nacional que está en curso.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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