El Socialista es una publicación de Izquierda Socialista

Escribe:
Liliana Olivero
Legisladora Izquierda Socialista - Córdoba

Seguir el camino de España

España es uno de los países con más influencia de la Iglesia Católica y donde es muy común la violencia contra las mujeres. Sin embargo, allí acaba de aprobarse una nueva ley sobre el aborto que pone al país en lo más avanzado del mundo en los derechos de la mujer.

Facsímil diario Clarín, marzo 2010

La ley establece el aborto libre hasta la semana 14, y hasta la 22 en caso de riesgo de la vida o salud de la mujer, o graves anomalías en el feto, siempre que, en este último caso, haya un dictamen emitido por dos médicos especialistas distintos a los que practican la intervención. Un aspecto muy importante es que habilita a las mujeres menores de edad, de entre 16 y 18 años, a realizar el aborto sin tener que presentar el consentimiento de sus padres. Esto es muy relevante, ya que en el año 2009, las mujeres que se realizaron abortos en esa franja de edad correspondían al 10 por ciento del total de los abortos. La Iglesia Católica ha venido desarrollando una campaña furibunda para tratar que no se aprobara la ley y sigue llamando a movilizarse para rechazarla.

Argentina, ¿para cuándo?

En nuestro país ya se ha demostrado de múltiples formas que el aborto legal es un derecho necesario para las mujeres, para decidir sobre su propio cuerpo y su vida, que bajaría la alarmante tasa de mortalidad de mujeres gestantes y reduciría la cantidad de enfermedades ginecológicas asociadas al aborto en condiciones de clandestinidad. A pesar de eso, lamentablemente, hasta el momento no se ha avanzado ni un paso.

Mientras Cristina Fernández se vanagloria por el avance de las mujeres en la participación política, claro está que su propia acción nada tiene que ver con las necesidades de las mujeres trabajadoras y pobres. Bien lo grafica el caso de una joven de 16 años de Comodoro Rivadavia, en Chubut, que tras ser sistemáticamente violada por su padrastro, quedó embarazada y el Estado la obliga a continuar con el embarazo. Aunque la familia de la joven realizó un pedido a la “Justicia”, está no hizo más que rechazarlo argumentando que no está en peligro la vida de la joven y que ésta no es ni demente ni idiota, como lo reclama el Código Penal para habilitar un aborto no punible. Mientras tanto, pasan los días, el violador está libre y ni siquiera le han declarado la exclusión del hogar. El gobernador peronista y candidato presidencial Das Neves guarda un silencio cómplice.

Sin dudas, la perversidad de la Iglesia y del gobierno de Cristina alienta la libertad de los violadores y condena a las víctimas. Es una muestra de cómo en el capitalismo, la opresión patriarcal se organiza desde el Estado para disciplinar a las mujeres pobres, aquellas que no tienen recursos para practicarse un aborto sin poner en peligro su vida. Este 8 de marzo, el derecho al aborto legal, seguro y gratuito es una reivindicación que está más vigente que nunca. Lo logrado en España está demostrando que se puede.

La violencia contra las mujeres no es natural

En sólo dos días, asistimos a la muerte de Wanda Taddei (esposa del baterista de Callejeros) y al asesinato de una mujer en Recoleta a manos de su ex esposo, encargado de un edificio. Es significativo observar como los medios de comunicación aludieron a estos asesinatos como “crímenes pasionales” y se escucharon comentarios del tipo “la violencia es una enfermedad de dos” o “ella siempre volvía”, como justificativos de estos brutales crímenes.

Estas mujeres engrosan la lista de las más de doscientas treinta asesinadas, sólo durante 2009, por miembros de sus círculos íntimos (parejas, ex - parejas, padres, etcétera). En todos los casos, denuncias previas en diversos ámbitos como justicia, salud, educación y en la comunidad, no fueron escuchadas, porque la violencia física, verbal, psicológica, sexual e institucional hacia la mujer aparece como si fuera un modo de relación natural. Nada más lejano.

Mientras tanto, el gobierno de Cristina, que tanta campaña hizo en 2009 con la sanción de la ley 26.485 (de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia hacia las mujeres), acaba de admitir que aun no se ha implementado la ley, por falta de presupuesto. Está claro que este gobierno sí tiene plata para pagar la deuda externa, subsidiar a las empresas privatizadas y generar sus propios negociados, pero no les destina ni un centavo a las mujeres golpeadas y maltratadas que día a día realizan denuncias que quedan en nada. El gobierno de Cristina es un garante fundamental de la violencia hacia las mujeres. Exigir el fin de la violencia patriarcal fomentada por el Estado para oprimir a las mujeres, es nuestro derecho.

CHARLA DEBATE Día Internacional de la Mujer

Con la compañera Olga Ortigoza (Comisión directiva por la oposición SUTEBA-Matanza)

“El rol de la mujer trabajadora y la violencia de género”

Sábado 6 de marzo, 16 hs.

Dr. Eizaguirre 2235
San Justo Centro
La Matanza

Escribe:
Malena Zetnik

8 de marzo 1910 - 2010: Día Internacional de la Mujer Trabajadora

Hace cien años, Clara Zetkin propuso el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora en el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas. Fue en honor a la fuerza y el coraje de las mujeres que hacía décadas peleaban por el reconocimiento de sus derechos como trabajadoras. Por esos años, las mujeres obreras y empleadas en diversos ámbitos bregaban por igual trabajo igual salario, mejora de las condiciones laborales y trato justo. Junto con sus compañeros varones, fueron protagonistas de cuantiosas movilizaciones, huelgas y revueltas.

Hoy, cien años más tarde, en Argentina y el mundo seguimos reivindicando este día como de lucha de las mujeres trabajadoras. Aunque en las últimas décadas se ha intentado instalar que es un día de “todas las mujeres”, nosotras decimos tajantemente que no. El 8 de marzo no es el día de Cristina Fernández, que gobierna para los empresarios aplicándoles el ajuste a todos los trabajadores y habilita más de 400 muertes al año por no legalizar el aborto en un guiño a la Iglesia Católica. Tampoco es el día de Lilita Carrió, Chiche Duhalde o Gabriela Michetti que, desde la oposición patronal, se callan la boca frente a los femicidios (asesinatos) de mujeres por violencia en el hogar o los secuestros para la trata de personas para la explotación sexual.

Este 8 de marzo, decimos que es el día de las mujeres que frente al mismo trabajo cobramos un 16 por ciento menos que los hombres, aquellas que engrosamos las filas en un 60 por ciento del trabajo en negro. También es el día de las 600 mil mujeres que abortan clandestinamente al año en el país, de las que somos la mayoría de las jefas de hogares pobres y que encabezamos las luchas de las docentes y del personal de salud que exige mejores condiciones salariales en el país para enfrentar la inflación que el Indek no quiere reconocer.

Este 8 de marzo, las trabajadoras del mundo nos unimos para pelear por nuestros derechos otra vez en la calle, movilizándonos por lo que nos corresponde.

Marcha de Congreso a Plaza de Mayo

Día Internacional de la mujer trabajadora

Lunes 8 de marzo • 17.30hs. •

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Mujeres trabajadoras y marxismo, un debate sobre la opresión

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