|
|||
|
|||
Compartir esta nota en
|
|||
Aumentan las naftas y sigue el saqueo del petróleoLa nafta aumentó desmesuradamente en los últimos tiempos. Y el gas oil está faltando, perjudicando a los pequeños productores justo cuando hay que levantar la cosecha. Pero desde hace diez días se da un fenómeno “nuevo”: conseguirla, por lo menos en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, se transformó en una hazaña. La Argentina, país petrolero, vuelve a tener que importar combustible. Finalmente, YPF Repsol tuvo que reconocer que no tenía stock y anunció que importaría 50.000 metros cúbicos (el 20% de lo que produce en un mes). Se trata de un hecho histórico: hacía 30 años que Argentina no compraba nafta en el exterior por incapacidad de cubrir el mercado interno. ¿Qué está sucediendo? YPF Repsol comparte el liderazgo de la producción de crudo con Panamerican Energy (Bulgheroni), es el más importante refinador (seguido por Esso y Petrobrás) y tiene más de la mitad del mercado de venta en estaciones de servicio. Ni Repsol ni Esso ni Shell exportan nafta súper. Su capacidad de refinación no alcanza para cubrir la demanda local. Por detrás, aparece el fantasma de que, aún la mismísma producción de crudo no alcanzará en los próximos años. El porqué de este desastre es claro para todo el que quiera verlo: años de desinversión, un “vale todo” que le permite a las empresas maximizar sus rentas priorizando extraer y exportar crudo -su gran negocio-, relegando hasta la nada la exploración y las otras etapas del negocio, como la refinación. El ministro De Vido, fiel servidor de los Kirchner, quien desde siempre mantiene su “santa alianza” con los españoles de Repsol y sólo les preocupa que se les guarde un “rinconcito” para sus amigos, hizo de lobbysta de YPF (que, recordemos, hoy pertenece en un 85% a Repsol y un 15% al empresario kirchnerista Eskenazi), acusando del faltante a la competencia: “Como empresa con participación nacional, YPF mantiene un precio testigo en el mercado que la actitud irresponsable de Shell y Petrobrás busca alterar, lo que provocará que los consumidores paguen precios más altos”, dijo (Ambito Financiero, 11 de marzo). Nunca vamos a poner las manos en el fuego por Shell y Petrobrás que también hacen sus negocios con el faltante, pero lo cierto es que la escasez se vio en las estaciones de servicio de Repsol, responsable por otra parte, de más de la mitad de la refinación y comercialización nacional. No es la primera vez que el gobierno le hace propaganda gratis a Repsol. Ya había sucedido ante subas de precios anteriores, cuando Kirchner instaba a boicotear a Shell y Esso y “comprarle sólo a YPF”. Estamos viviendo las consecuencias de una política de entrega que privilegia las superganancias rentísticas de los pulpos petroleros -en especial de YPF Repsol y los amigos del gobierno, como Eskenazi-. Lo dijimos una y cien veces: con este brutal saqueo vamos en el corto plazo a quedarnos sin gas ni petróleo. Las actuales subas de precios y la necesidad de importar nafta es apenas la primera señal. Se impone, hoy más que nunca, pelear por la reestatización del petróleo y el gas, empezando por Repsol, recreando una nueva YPF estatal, como base para una gran empresa integrada de energía que, controlada por sus trabajadores, haga de nuestra riqueza petrolera y gasífera una herramienta para el desarrollo y el bienestar de nuestro pueblo. En el año del Bicentenario, es otra de las tareas pendientes en el camino de nuestra Segunda y Definitiva Independencia. |
|||
|
|||
Izquierda Socialista en Internet: |
|||