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Caso Herrera de NobleDesde 1995, como parte de la lucha de Abuelas por la recuperación de los nietos apropiados durante la dictadura, comenzó a estar en discusión la identidad de los hijos de la dueña del grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble. Por entonces, el matrimonio Kirchner disfrutaba de su fortuna y gobernaba la provincia de Santa Cruz, apoyando a Menem a nivel nacional. La causa judicial se inició en el año 2002, bajo el gobierno de Duhalde. Néstor seguía en el sur, mientras que Cristina ya estaba en el Congreso Nacional. Ambos seguían siendo totalmente ajenos a las luchas contra el genocidio de la dictadura. Utilizando todo su poder e influencia, la dueña de Clarín ha venido evitando una sencilla medida: que sus hijos adoptivos comparen sus respectivos ADN con el banco de datos que se ha formado gracias a la lucha de las Abuelas y todo el pueblo contra el robo de bebés. En forma inmediata se sabría si es cierta su versión de que los encontró en cajas de zapatos en la puerta de la casa. Esta es la exigencia de Estela de Carlotto y las Abuelas que todos debemos apoyar incondicionalmente. No se ha logrado aún y las apelaciones van y vienen de un juzgado a otro. Desde las páginas de Clarín, Canal 13, TN y toda su influencia en los medios, Ernestina Noble y sus hijos se vienen presentando como víctimas, mientras que nunca han podido explicar por qué no aceptan esa comparación con el banco de datos de ADN. Por su parte, el matrimonio Kirchner, a partir de que rompieron hace dos años su anterior alianza con Herrera de Noble, vienen utilizando este caso para su guerra contra el multimedio y alimentar su doble discurso respecto de los derechos humanos. Es otra de sus cínicas falsedades. |
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