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Kirchner • UCR • PJ disidente
SON LO MISMO
Los políticos patronales, en pleno Mundial, están de campaña electoral. Lejos de resolver los urgentes problemas sociales están preocupados por juntar votos para el 2011. El PJ disidente prometió que llevará un candidato presidencial único. Y la interna ganada por Ricardo Alfonsín lo postuló como posible referente presidencial. Pero todos ya gobernaron para los ricos, grandes empresarios y multinacionales. Peronismo, radicalismo y sus actuales desprendimientos, no son salida. Son lo mismo. Hace falta unidad de la izquierda y otro modelo alternativo obrero y popular.
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Felipe Solá, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Mauricio Macri, Mario Das Neves y Francisco De Narvaez |
Según algunos medios, los Kirchner “intentan capitalizar la manifestación popular del Bicentenario, el récord de consumo, los turísticos fines de semana largos y el distendido clima social”. Han programando un acto cada 15 días en el conurbano y 100 más, a lo largo del país, en conmemoración de la fecha patria. De paso, intentan aprovechar el Mundial. El ministro Boudou, -potencial candidato porteño del kirchnerismo-, por ejemplo, fue a ver el partido Argentina-Nigeria en un centro de jubilados de Lugano. Mención aparte merece el matrimonio presidencial que, calculando los réditos fútbol-votos, dicen que están detrás del pase de Riquelme a Racing...
La oposición patronal, hace lo mismo. Todos con el fin de posicionarse para las elecciones de 2011... ¡cuando falta más de un año! Felipe Solá vio al equipo de Maradona en su exitoso debut “con vecinos” en un bar de Avellaneda; Duhalde lo hizo en Necochea, junto al burócrata de los obreros rurales, el “Momo” Banegas, previa reunión con empresarios; Macri en una confitería de Concordia, Entre Ríos, y así sucesivamente. Pero como lo muestra la historia, se pueden llevar un chasco. Millones repudian a esos políticos que se manejan con promesas, cuando imponen bajos salarios, pobreza y corrupción.
Hasta ahora, el peronismo kirchnerista venía usufructuando el cambalache que significa la oposición enrolada en el peronismo disidente, la UCR, el PRO y la Coalición Cívica de Carrió. Pero las últimas noticias le han traído dolores de cabeza.
La semana pasada se sacaron una foto los referentes del llamado Peronismo disidente o Peronismo Federal (Duhalde, Reutemann, De Narváez, Solá, Rodríguez Saá, Busti y Mondino), anunciando que llevarían un candidato único para enfrentar al kirchnerismo. Quedando en discutir, además, si participarían o no en la interna del PJ. “Hay que recuperar al PJ desde afuera”, dijo uno de sus voceros. Los Kirchner quieren que entre todos en la interna para que, vía el aparato, maniobras y prebendas, pueda ser proclamado candidato oficial del PJ. Los disidentes, en cambio, quieren vaciarle la interna para ir capitalizando desde ahora nuevos desprendimientos de sus filas.
Otro anuncio que generó contracturas en el matrimonio presidencial fue el triunfo de Ricardo Alfonsín en las internas de la UCR en provincia y Neuquén. Si bien le ganó al cobismo -enemigo declarado de los K-, el hijo del ex presidente de la hiperinflación puede absorber votos de “centroizquierda” y de clase media, los mismos que se juegan recuperar aquellos tras una furibunda campaña mediática.
Las peleas entre estos políticos adquiere voltaje con el objetivo de aparecer como distintos y polarizar, intentando reflotar dos o tres opciones patronales para ganar espacio entre miles que no los ven como salida. Quienes hoy gobiernan hablan de nueva política, cuando el propio Kirchner fue en siete elecciones con la boleta de Carlos Menem. Aníbal Fernández fue secretario general de Duhalde cuando la bonaerense asesinó a Kosteki y Santillán. Hugo Moyano, hoy kirchnerista, fue quien apoyó años atrás a Rodríguez Saá.
Los disidentes también tuvieron un pasado menemista. Duhalde fue el vice del riojano y hoy le abren los brazos a ex kirchneristas. Felipe Solá siempre se ufana de que, cuando dejó el poder, sus ministros siguieron en el gobierno de Scioli. De Narváez, postulado para gobernador en provincia de Buenos Aires, le ofreció la vicegobernación a Chiche Duhalde y a Graciela Camaño, mujer del burócrata gastronómico Luis Barrionuevo y ex ministra de Trabajo de la Alianza. Y entre ellos se traspasan a los economistas como juego de naipes. Lavagna (ministro de economía de Duhalde y luego de Kirchner) se prepara para ser Jefe de Gabinete o Canciller de aquél. Martín Redrado, ex kirchnerista, ya está preparado para pasarse al equipo del PJ disidente. Y Martín Lousteau ya trabaja para Solá y Das Neves.
¡Ninguno de estos políticos patronales viene de un repollo! Todos son o fueron parte del mismo peronismo que nada tiene que ofrecer a la clase trabajadora. Todos (oficialistas y disidentes) participaron del saqueo menemista. Tanto los Kirchner como los Duhalde, Solá o De Narváez coinciden en que hay que seguir pagando la deuda externa, entregando nuestro petróleo, gas y recursos naturales a Repsol, la Barrick y demás multinacionales, mantener las privatizadas y subsidiar a los grandes empresarios y oligarcas. Ninguno se preocupa por el salario o cómo frenar la inflación. Mas bien están empeñados en cómo descargan la crisis sobre los trabajadores con nuevos ajustes.
Los Kirchner, al igual que el peronismo disidente, gobernaron y gobiernan contra los trabajadores. Prueba que el PJ no va más en cualquiera de sus variantes. Son dos caras de la misma moneda. Lo mismo se puede decir de la UCR (ver “Ricardito...”)La clase obrera y demás sectores populares necesitan una nueva herramienta política de los trabajadores, sin patrones ni burócratas sindicales, la cual vendrá de la mano de los luchadores, y la unidad de la izquierda.
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