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Socialista es una publicación de Izquierda Socialista
Escribe:
Nelsa Bou Abdo
Delegada FOETRA-Telecom
Congresal por Bs. As. a FATEL
Nacional
Paros telefónicos. Basta de treguas hasta ganar el 35%
Un plenario de delegados resolvió el porcentaje que reclamamos, en medio de los triunfos de varios gremios por encima del 30%, rompiendo el techo que la UIA y las direcciones de las centrales sindicales (CGT-CTA) habían acordado con el gobierno.
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Las telefónicas son las empresas con mayores ganancias. Pero sus trabajadores venimos siendo, desde hace varios años, los peores pagos entre los de las privatizadas. Por eso, las asambleas de edificio venían votando el 45 ó 50% de aumento y que el acuerdo no puede ser por más de 6 meses. Esta votación fue contra la maniobra burocrática y patronal de hablar de “masa salarial”, el método con el que ya fuimos engañados por los dirigentes, recibiendo unas migajas de aumento.
En el plenario dieron por votado “que la Comisión Directiva quedaba facultada para tomar o levantar cualquier tipo de medida” -a lo que, por suerte, aún la base no se acostumbra-. La Directiva mantuvo lo de “masa salarial”, pero con el compromiso de distribuirla con igual porcentaje para cada categoría y compañero, y de blanquear todos los rubros remunerativizados que no están en el básico. También dijeron que sería el 35%, todo junto y por 6 meses.
Lamentablemente, ya sabemos que los dirigentes aceptarían no blanquear un rubro importante y discutir que sea en cuotas, pero no se atreven a decirlo. Se negocia en común entre FATel (Buenos Aires, Rosario y otros cuatro sindicatos), FOEESITRA (resto del país, incluida Córdoba), FOPSTA (técnicos) y UPJet (jerárquicos). Sin plenario de delegados ni asamblea, se nos informa por afiches, comunicados en la web, mensajes de texto y por algunos militantes del oficialismo -que sí fueron reunidos como agrupación por los directivos-, que las negociaciones no prosperaban e íbamos a un paro de 24 horas. Nos fuimos enterando extraoficialmente que la propuesta era por un total del 21% en cuotas, lo que llevaba la propuesta empresaria otra vez a un acuerdo por un año. Se hicieron numerosas asambleas de edificios que ratificaron el paro y la disposición de lucha de los compañeros.
El paro llegó casi al 95% de adhesión en todo el país. Tuvo esta fuerza pese a la inmensa y masiva desconfianza en la conducción sindical y en sus métodos de fijar medidas por decreto e informar por la web. De vuelta al trabajo, el 14, todos los compañeros preguntaban “¿cómo? ¿Se trabaja hoy? ¿Por qué no la seguimos?”. Todo el mundo daba por sentado que estábamos en plan de lucha. Sin embargo, hubo una conciliación encubierta que duró hasta el 24, en la que, con igual método, se llamó a un paro de 48 horas.
En el interín hubo un quite de colaboración tan fuerte, que en el interior significó que los compañeros de la calle no salieran a trabajar. También fue fuerte en Buenos Aires, donde hubo zonas que falló la conexión a Internet. Edificios como República salieron a hacer batucadas en la puerta durante las jornadas de paro. En otros se prepararon las banderas para las movilizaciones callejeras que esperamos hacer. El porcentaje de adhesión fue aún mayor.
Durante la medida, nos enteramos del dictado de la conciliación obligatoria. Hubo condiciones para no acatarla por la inmensa fuerza de los compañeros que, lanzados a la pelea, no quieren volver atrás. Y por si fuera poco, este lunes entraron en paro compañeros de varias contratistas, pidiendo también el 35% de aumento. En la lucha vamos ganando más unidad desde abajo y más obligación de los dirigentes de no perder en la negociación. Tenemos que seguir con plenarios de delegados con mandato y asambleas de afiliados, para discutir democráticamente las decisiones que nos lleven al triunfo. El sindicato y la lucha son de todos los trabajadores, no de una agrupación. Debemos votar la continuidad de medidas contundentes como las que hicimos la semana pasada, ganando la calle con grandes movilizaciones, como somos capaces los telefónicos, para lograr el aumento del 35%.
No a los despidos
En Telefónica de La Pampa fue despedido el compañero Javier Peña. En Buenos Aires, el compañero Hugo Escalante de la oficina Munro. En Córdoba, el compañero Manuel Salguero de la especialidad Conmutación. Los dos últimos por ser activistas de oposición a sus respectivas burocracias sindicales, que no han movido un dedo por su reincorporación. Sin embargo, muchos compañeros hemos tomado su reincorporación como bandera y no descansaremos hasta lograrla.
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