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Escribe:
Mónica West
Tercerizados del ferrocarril Roca
Un gran paso adelante
El jueves 5 de agosto, la comisión de representantes de los trabajadores tercerizados, votada en asamblea, firmó en el ministerio de Transporte un acta acuerdo con el Señor Luna (Subsecretario de Transporte Ferroviario de la Nación) y el Señor Caneto (Subdirector del ministerio de Trabajo de la Nación), es decir, con el Gobierno Nacional, para encaminar todos sus reclamos: la estabilidad laboral, la reincorporación de los despedidos, la equiparación salarial y el pase a planta permanente.
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Movilización de los tercerizados. Su lucha impone avances en la negociación |
“Un gran paso adelante”. Con estas palabras los tercerizados del Ferrocarril Roca definieron el acta-acuerdo en la asamblea posterior a firmarla, donde se aprobó todo lo actuado por la comisión de representantes. Con el corte de vías del 21 de julio se logró que los tercerizados sean escuchados por quienes debían hacerlo: el gobierno nacional. Esta semana, los trabajadores empiezan a discutir con el gobierno para encontrar respuestas concretas a sus reclamos. Serán citadas en el ministerio de Trabajo las empresas involucradas y los compañeros despedidos que están en la lista presentada por la comisión. El compromiso asumido por los funcionarios es agilizar las reincorporaciones para avanzar en soluciones a la brevedad. La primera audiencia es este mismo jueves al mediodía, y serán de corrido durante una semana. Además, entre los funcionarios y la comisión de representantes se va a constituir una comisión que empezará a debatir el pase a planta permanente y/o la equiparación salarial de los sueldos a los que corresponden en la escala salarial del convenio ferroviario, conquistando así una de las principales consignas de esta lucha: igual tarea, igual remuneración, es decir, el reconocimiento de que son trabajadores ferroviarios.
La historia empezó a cambiar
¡Los tercerizados ya no están solos! Son un movimiento fuerte, que reclama igualdad y estabilidad laboral. Hartos de soportar los abusos, los manoseos, de trabajar más y cobrar menos de la mitad que los compañeros de planta permanente, se unieron para pelear todos juntos. Antes de este movimiento y esta lucha, los tercerizados no tenían ni voz ni voto; no podían reclamar nada, ni siquiera tenían delegados elegidos por ellos mismos, sino puestos a dedo por la burocracia sindical. Sólo eran un número, mano de obra barata y ganancia para los gremios y las patronales que viven del salario que les roban, al pagarles la mitad de lo que les corresponde por ley. Ningún funcionario se preocupaba por los compañeros despedidos y la necesidad de que no caigan en la desocupación. Antes nadie hablaba en la línea ni de aumentos ni de equiparación salarial. Con su lucha la historia cambió: muestra de ello es que jefes, supervisores y dirigentes gremiales, después del corte de vías, recorrieron los obradores prometiendo aumentos de sueldos y mejoras, para detener la bronca que ya había estallado. También lo hicieron para asustar a los compañeros con el intento absurdo de que nadie más se sume a esta lucha e intentar dividirla. Pero ahora queda claro para los trabajadores que los reclamos se consiguen luchando por ellos.
En las asambleas de los trabajadores se vio con claridad a un sector minoritario que se negaba a arrancarle lo que más se pueda al gobierno en el marco de una negociación. En particular, PTS y PO querían llevar la lucha al “todo o nada”, sembrando desconfianza en la comisión de representantes electos. De esta manera, exponían a los compañeros, sin tener en cuenta la importancia, no sólo de la reincorporación de los despedidos, sino también de la conservación de los puestos de trabajo de todos los trabajadores que están en lucha. Gracias a la fuerza de la base se obtuvo una clara mayoría en las asambleas para ir paso a paso en las conquistas, teniendo claridad que la relación de fuerzas los favorece, y que siempre tienen el corte de vías como medida de fuerza, si el gobierno incumple con lo que firmó.
Sólo con la unidad se va a ganar
El movimiento anda sobre rieles, pero aún las “promesas” no se han hecho realidad. Para lograrlo se necesita seguir construyendo este movimiento que es bien democrático y unitario. Hacer más grandes y más fuertes las asambleas, recorrer toda la línea, sumar más compañeros, y también, darle el absoluto apoyo a la comisión de representantes en esta negociación. Estas son las claves del triunfo. Desde Izquierda Socialista y la Lista BORDO Nacional venimos dando nuestra mayor solidaridad para ayudar en esa tarea. ¡Mantengámonos unidos que podemos ganar!
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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