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Pablo Delverde

Por una CTA democrática y de lucha

A pocas semanas de las elecciones de la CTA, los dos sectores burocráticos que disputarán la conducción de CTA, siguen alejados de las necesidades de los trabajadores: el salario, las condiciones de trabajo y la lucha contra los despidos.

Los trabajadores enrolados en los gremios que pertenecen a la CTA no dejan de dar muestras de su necesidad de salir a pelear. Los docentes de provincia de Buenos Aires pararon masivamente por 48 horas el 1 y 2 de septiembre pese a que la medida fue convocada por UDOCBA, gremio duhaldista, y no por el Suteba, cuyos dirigentes, con Baradel a la cabeza, integran la lista 10 de Yasky en la provincia. En ATE Provincia de Buenos Aires, la directiva conducida por Cachorro Godoy -candidato provincial de la lista 1 de Micheli – llamó a un paro el 26 de agosto luego de meses de postergar la convocatoria exigida desde las bases. Los estatales dieron muestras que les sobra voluntad de luchar por sus reivindicaciones parando masivamente y miles movilizándose a La Plata. También demostraron, en varias seccionales, que quieren pelear en serio y no con paros y medidas aisladas como viene impulsando el Consejo Directivo Provincial. En Tres de Febrero, por ejemplo, se votó y se llevó a cabo un paro de 72 horas en lugar de las 24 que proponían Godoy y compañía.

En Paraná Metal, los trabajadores pertenecientes a la UOM de Villa Constitución vienen cortando hace más de 5 días la autopista Buenos Aires-Rosario defendiendo los 900 puestos de trabajo contra el vaciamiento del empresario kirchnerista Cristóbal López. Los dirigentes de la CTA de ambos sectores, enfrascados en su pelea interburocrática, se niegan a brindar el apoyo necesario que requiere esta lucha para triunfar. Es más, los obreros reclaman un paro nacional a la UOM (CGT) y a la CTA, que se niega bajo el argumento que “tiene que haber un muerto por la represión” para que lo llame, como lo hizo con el asesinato de Fuentealba.

Estos ejemplos, que involucran tanto a sectores dirigentes de la lista 1 de Micheli como a los de la lista 10 de Yasky, son una muestra más que ninguno de ellos son alternativa. Para poder pelear por salario, por las condiciones de trabajo, contra la precarización laboral y contra los despidos hace falta una nueva conducción en la CTA.

En este marco, la conformación de la lista 5 – Frente Clasista es un gran paso adelante, ya que es la única alternativa unitaria de sectores combativos y antiburocráticos. Integrada por dirigentes de algunos de los procesos genuinos más importantes que se vinieron dando al interior de la CTA y por distintos sectores políticos sindicales de izquierda. Con compañeros de Fate del SUTNA San Fernando, como Jorge Ayala; Angélica Lagunas, en representación de la histórica lucha docente neuquina y Gustavo Lerer, del Garrahan, también la integran María Inés Giménez, de judiciales de Buenos Aires, y destacados compañeros de INDEC, ATE de distintas provincias y SUTEBA.

Las elecciones del próximo 23 de septiembre serán una gran oportunidad para pelear por una nueva dirección democrática y de lucha para la CTA. Para ello llamamos a apoyar a la lista 5.


Acto de la Lista 5

Hotel Bauen

viernes 17 de septiembre 18:30 hs.

Hablarán los principales candidatos


No al fraude

Si hay algo en lo que están de acuerdo Yasky y Micheli es que existen amplias posibilidades de fraude. Ya se han cruzado varias acusaciones mutuas. Si ellos lo dicen…

Además, para que no se puedan expresar distintos sectores opositores, han hecho una serie de maniobras, inflando padrones o cambiando lugares de votación. Ya hay ejemplos. En la seccional Lomas de Zamora -donde la oposición dirige ATE y es fuerte en Docentes-, inflaron el padrón a más de 26 mil afiliados con distintos movimientos sociales, cuando entre los distintos gremios de la zona hay sólo 7 mil trabajadores afiliados. En Neuquén, las urnas no van a pasar por las escuelas, impidiendo que el opositor sindicato ATEN, el más importante de la CTA, pueda votar en las mismas, obligando a los docentes a asistir al Consejo Provincial de Educación, impidiendo, de esa forma, un voto masivo del sector. Situaciones similares se vivirán en Capital y Provincia de Buenos Aires, donde habrá muchísimas más urnas en comedores del MTL-PC y otras organizaciones territoriales y de desocupados, que en reparticiones públicas y escuelas. Claramente una “ingeniería” al servicio de ganar una votación con métodos burocráticos.


Jose Castillo en FATE

Acto frente a Fate reclamando la reincorporación de los despedidos. José Castillo, candidato de la Lista 5, se hizo presente.


¿La CTA es “clasista”?

Ante las elecciones del próximo 23 de septiembre, resurge el debate sobre qué tipo de CTA se debe construir: si debe estar centrada en la clase trabajadora o si ésta debe estar diluida entre distintos movimientos sociales. Tanto Yasky como De Gennaro vienen impulsando en común una central donde el peso de los trabajadores ocupados y sindicalizados ha dejado de ser el centro, frente a la presencia creciente de las organizaciones populares, barriales y sociales y de los afiliados individuales, que incluye hasta pequeños comerciantes. De esa forma, la CTA ha ido perdiendo el carácter de central sindical como tal -asentada esencialmente en los gremios estatales y docentes, y con muy poco peso en la industria-. En las próximas elecciones van a votar “organizaciones barriales, sociales, comunitarias, juveniles, de discapacitados, migrantes, de pueblos originarios…” (Revista de la Lista 10, julio 2010).

Desde Izquierda Socialista, como parte de la lista 5-Frente Clasista, defendemos otro tipo de CTA. Una CTA clasista, es decir, que tenga como prioridad y como centro las luchas de los trabajadores para enfrentar a los ajustes de los gobiernos de turno, con un funcionamiento en base a las asambleas y la democracia sindical. En unidad y coordinación con distintos sectores como desocupados, estudiantes o dirigentes barriales, para dar las peleas cotidianas. Pero ese no viene siendo el centro de la CTA, cuando estaba dirigida por De Gennaro, y ahora, bajo la conducción de Yasky. Su centro es pactar con las patronales y los gobiernos, y, a su vez, impulsar un Movimiento Político y Sindical para ponerlo de furgón de cola de distintos proyectos políticos que ya fracasaron.

Ahora en la CTA, tanto en las elecciones como en los congresos, terminan decidiendo las organizaciones territoriales y de desocupados. Al punto que existen denuncias cruzadas entre Yasky y Micheli acusándose mutuamente de fraude al haber inflado los padrones incorporando a distintos sectores, con la complicidad del gobierno nacional, gobernadores provinciales e intendentes que “juegan” para uno u otro bando. Edgardo De Petris, funcionario K y dirigente de ATE-CTA, ahora alineado con Yasky, reconoció que 23 mil beneficiarios de los planes Argentina Trabaja votarán el próximo 23.

El voto por la lista 5-Frente Clasista es un aporte para revertir este proceso y avanzar hacia una central clasista, democrática y de lucha.

P. D.


Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.

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