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El Papá y los curas pedófilosBruselas, Londres, Dublin, Berlín y Sidney han sido en los últimos días escenarios de escandalosas acusaciones contra los más altos mandos de la Iglesia Católica. Los ya conocidos episodios de abuso sexual contra niños y niñas han salido a la luz en forma incontrastable. El último caso es el de Bélgica, donde una comisión independiente nombrada por la misma Iglesia presentó hace una semana un informe sobre casi 500 casos de violaciones de niños, trece de los cuales se suicidaron. Mientras tanto, el Papa Benedicto XVI intenta continuar con la vieja cultura católica del ocultamiento y la doble moral. Por ejemplo, en el caso de Inglaterra, donde se condenó a prisión a 22 sacerdotes por pederastía, 14 de ellos siguen perteneciendo a la Iglesia e, incluso, algunos ejercitan el ministerio. O, en Irlanda, el propio Papa fue el principal responsable del ocultamiento de abusos a niños institucionalizados bajo la tutela de la propia Iglesia durante la década del ‘90, con el argumento de “cuidar el prestigio de la institución católica”. Sin dudas, esta Iglesia que se pronuncia en nombre del derecho a la vida, en contra del matrimonio igualitario, el uso de anticonceptivos y el derecho al aborto, es una institución de doble cara, retrógrada y pedófila, que defiende a violadores en todo el mundo. |
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