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Editorial
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Cristina vetó el 82% móvil. De esa forma, se negó a aumentar la jubilación mínima de los 1.046 pesos actuales a 1.427. Apenas 381 pesos, que muchos abuelos necesitan desesperadamente para comprar alimentos o remedios. ¡Vergonzoso!
Por más que el gobierno hable y hable, no tiene cómo justificar semejante medida antipopular. Lo dicen muchos compañeros en los lugares de trabajo: “Cristina se sacó la careta. ¡Lo único que faltaba es que dijera que los jubilados viajan en 4 x 4!”. El discurso oficial fue el mismo que ya tiene acostumbrados a docentes, estatales y profesionales de la salud: “no hay plata”. Una vil mentira.
La presidente dijo que si se aprobaba la ley el país “iría a la quiebra”. Un acto de terrorismo mediático para negarle derechos a los jubilados. ¡Plata hay! Lo que pasa es que los Kirchner la usan para seguir pagando la deuda externa, subsidiar a patronales y privatizadas, y fomentar el clientelismo electoral en vistas a las elecciones de 2011.
El titular del Anses, Diego Bossio, dijo que harían falta 40.000 millones de pesos para financiar la medida en 2011. ¡Plata que está en el propio Anses y se usa para otra cosa! Dicho organismo tiene un presupuesto para el año que viene de 162.220 millones de pesos. De esos, sólo 64.501 serán para pagar jubilaciones y pensiones. Podemos sumarle otros montos que el Anses se debe hacer cargo -como jubilaciones con moratoria o pago a ex combatientes de Malvinas-. Aún así, se llega a 103.000 millones. ¿Qué pasa con los otros 60.000? ¡Alcanzarían para pagar dos veces el aumento de la nueva ley!
Sucede que esa plata se utiliza para financiar la Asignación Universal por Hijo (cuando le corresponde a Desarrollo Social), cubrir los déficits de las Cajas de la Policía y las Fuerzas Armadas, pagar el Repro (parte de los salarios que paga el Estado para patronales en “crisis”) y otros subsidios. ¡Hasta sale de ahí la plata para el programa que entrega computadoras a estudiantes secundarios! Y el fondo de Garantía (dinero acumulado desde la estatización de las AFJP), va directamente a pagar deuda externa. Todo eso con fondos que mensualmente aportan los trabajadores para su jubilación. Recursos del Anses que se podrían incrementar si el gobierno hiciera algo para resolver el trabajo en negro o restituir los aportes patronales que quitó Cavallo.
El Presupuesto 2011, a su vez, destinará 9.000 millones de dólares para pagar deuda externa (36.000 millones de pesos). Además, Cristina anunció su intención de cancelar con reservas la deuda que viene de la dictadura con el Club de París por 7.000 millones de dólares (28.000 millones más). Dos veces los recursos para cumplir con la ley vetada.
Cabe agregar, por su parte, que este gobierno “nacional y popular” ha vetado una ley que ni siquiera reconoce el 82% histórico que reclaman los jubilados. Porcentaje que se debe calcular sobre el sueldo que cobraba el jubilado cuando estaba en actividad, actualizado por los aumentos salariales respectivos, no como lo dispone la ley aprobada, que lo hace del miserable monto del salario mínimo, vital y móvil.
Cristina descalifica el proyecto porque viene de la oposición patronal de radicales, peronistas opositores, Carrió y compañía. Recuerda que durante el gobierno de la Alianza se redujo un 13% las jubilaciones. Pero el propio Kirchner hizo lo mismo en Santa Cruz (recortó un 15% las jubilaciones y salarios estatales), y cuando devolvió ese monto lo hizo con bonos actualizados con los índices truchos del INDEC.
Ya sabemos quién es la oposición patronal. Ahora se acuerdan de los jubilados por puro electoralismo. Pero los Kirchner quieren aparecer como algo diferente, mientras en sus gobiernos los “18 aumentos” siempre fueron menores a la inflación (un robo tremendo). Por eso hoy, casi el 80% de los jubilados cobra la mínima. Y si hay 2 millones de nuevos jubilados, es por el recorte que se le provocó a todo el sistema jubilatorio, al no actualizar los haberes como lo ordenó la Corte en el caso Badaro, -que el gobierno no cumple-, obligando a que haya 400.000 juicios.
Cristina dice que mientras acá se aumenta las jubilaciones, en Europa se las recortan. Lo que no dice la presidente es que los jubilados, trabajadores y estudiantes franceses, por ejemplo, han salido a luchar contra ese ajuste, el mismo que, bajo otras formas, se aplica acá. Y si en Argentina no hay una gran lucha, es por la traición de los burócratas de la CGT y CTA, cómplices del gobierno.
Un día después del veto, Moyano, en el acto en River, si bien pidió un esfuerzo más para los jubilados, dijo que este gobierno es el que más hizo por ellos, rechazando el 82% móvil. Hugo Yasky -uno de los sectores en que está dividida la fraudulenta CTA-, el día del veto presidencial salió a apoyar a Cristina diciendo que “la ley aprobada significa un retroceso... no resuelve nada” (Página 12, 16/10). Mientras quienes se “movilizaron” para que se aprobara la ley, lo hicieron “para cumplir”, como el burócrata gastronómico Luis Barrionuevo o la CTA de Micheli, que concurrió con una escuálida columna de 300 personas.
Hay que rechazar el veto de Cristina. Y movilizarse por un aumento de emergencia, tanto para los jubilados como para los trabajadores en actividad. Para alcanzar el valor de la canasta familiar, en el camino del 82% móvil histórico, reponiendo los aportes patronales, combatiendo el trabajo en negro y suspendiendo los pagos de la deuda externa. Para que la plata vaya a saldar la deuda social con nuestros abuelos.
Cristina regala un monopolio a Telefónica
El gobierno aprobó el ingreso de Telefónica de España en Telecom Argentina. Cuando en 2007 Telefónica de España compró el 42% de Telco, una empresa que posee el 25% de Telecom Italia, se creó una situación de monopolio absoluto. De hecho, Telefónica de España pasaba a ser dueña de las dos empresas de telefonía fija de nuestro país, en violación incluso, a las leyes de privatización de los ́90. Cristina primero amenazó con “estatizar” Telecom. Ahora, “mágicamente”, cambió de posición y le regaló todo el negocio a los españoles (que incluye sus anexos, como internet y las redes de cable).
Hace un año, cuando se discutía la Ley de Medios, denunciamos que se estaba haciendo una legislación a medida de las Telefónicas. Nos quedamos cortos: el gobierno se pelea con Clarín, mientras crea un monopolio a medida de Telefónica de España, con el compromiso de que tendrá participación a través de sus “empresarios amigos” (el Grupo Werthein). ¿Esta es la famosa “pluralidad de voces”?
J. C.
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