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La historia del 82% móvilEl gobierno ha llegado a la caradurez de señalar que el 82% móvil es un capricho que no tiene nada que ver con la historia argentina. Pero la existencia de jubilaciones y pensiones dignas y móviles -acompañando los aumentos a los trabajadores activosfue siempre una reivindicación de la clase trabajadora, reconocida con rango constitucional por primera vez en 1949 y reafirmada en la reforma de 1957. Desde entonces, forma parte del conjunto de los derechos sociales contemplados en el artículo 14 bis. El monto de 82% móvil se estableció en 1958. A partir de ese momento va a ser defendido tanto por los jubilados como por los trabajadores activos. Era el número que expresaba, en concreto, qué se entendía por una jubilación “digna”, capaz de cubrir el costo de vida del trabajador pasivo. Pero siempre los gobiernos miraron con ojos de rapiña las cajas de jubilaciones. Compuestas por descuentos de los propios trabajadores y aportes patronales, muchas veces fueron utilizados para fines distintos que solventar jubilaciones y pensiones. Así, ya en 1962, entró en déficit por primera vez el sistema previsional. El gobierno de facto de entonces (Guido) dejó de cumplir con el 82%. La dictadura militar de Onganía dio el segundo zarpazo: aumentó la edad jubilatoria a 60 años para las mujeres y 65 para los hombres y estableció que el 82% sólo sería para aquellos que tuvieran más de 30 años de aporte. Pero también distintos gobiernos “de la democracia” le robaron lo suyo a los viejos. El gobierno peronista de 1973 estableció el haber previsional en el 70% del cargo en actividad. Pero ni aún ese valor se cumplió. Alfonsín, que claramente optó por priorizar el pago de la deuda externa antes que cumplir con los jubilados, declaró la “emergencia previsional” en 1986. Ya de ahí en adelante lo que se pagó en concepto de jubilaciones no tuvo nada que ver con ningún porcentaje ni con ninguna movilidad. Miles de jubilados afectados iniciaron y ganaron innumerables juicios. Pero, como si fuera una broma de humor negro, se le abonó a personas de más de 80 años con bonos a 10 años. Con Menem y la privatización del sistema, directamente se eliminó cualquier actualización de haberes. De la Rúa marcaría un nuevo récord: directamente redujo las jubilaciones un 13% en julio de 2001. Con los Kirchner y la reaparición de la inflación galopante, nunca los haberes de los pasivos se actualizaron como correspondía a pesar de la estatización de las AFJP. Siempre permanecieron por debajo de la línea de pobreza. Peor aún: se acható la pirámide y cada día más jubilados cobran la mínima. Ni el 82 ni el 70%, y mucho menos “móvil”: las jubilaciones en promedio hoy son el 34% del sueldo de un trabajador en actividad (el porcentaje más bajo de toda la historia argentina). En todas estas décadas, varias generaciones de jubilados salieron a la calle y se movilizaron reclamando lo que les pertenece: una jubilación digna, materializada en el 82% móvil real, que no tiene nada que ver con el actual proyecto de la oposición patronal. |
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