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Proyecto educativo de SchiarettiUn engendro antidemocráticoSiguiendo algunos de los lineamientos fundamentales de la Ley de Educación Nacional aprobada en 2006, este anteproyecto esta plagado de “buenas intenciones” y discurso “progre”. Pero, en realidad, esconde otra cosa. Mantiene la absoluta equiparación entre escuelas públicas y privadas, sin garantizar estabilidad laboral e ingreso de acuerdo a su mérito a los docentes de las segundas. Habilita el ingreso de la religión en las escuelas estatales y se niega a declarar a la escuela de gestión estatal como “laica”. Se desarrolla ampliamente la relación Estado-Escuela-Empresas, buscando que las instituciones educativas realicen convenios de pasantías para que los estudiantes sean mano de obra gratis, viejo anhelo de la menemista Ley Federal de Educación. A su vez, separa a docentes, padres y alumnos del gobierno de las escuelas, intentando generar una capa de tecnócratas que dirijan las mismas, sin necesidad de haber pasado por la experiencia docente. Se denigra a la educación artística y humanista, y se fomenta el sostenimiento de la escuela estatal a través de cooperadoras u otros “organismos de apoyo”. Por último, resta señalar que este engendro fue creado por una “Comisión de políticas educativas” sin representación de los estudiantes y padres, y, en el caso de los docentes, sólo de sus conducciones sindicales, la mayoría de los cuales no tienen ninguna representatividad real. No dejando de estar presentes las universidades privadas, las cámaras patronales de la educación privada y los “tres poderes”. Así se gestó este mamarracho, repudiado por la comunidad educativa de Córdoba. E. P. |
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