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Escribe:
Miguel Lamas
50.000 estudiantes toman una sede del Partido Conservador
Rebelión contra el ajuste en Gran Bretaña
Mientras los líderes de los países imperialistas se reunían en el G-20 para ver cómo aplican los ajustes antipopulares en el mundo, en Europa se vivieron nuevas expresiones de resistencia popular. La principal fue la de los estudiantes británicos que paralizaron el centro de Londres y arrasaron la sede del gobernante Partido Conservador.
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Miles de estudiantes toman la sede del Partido Conservador |
La irrupción del movimiento estudiantil es el hecho nuevo de la resistencia obrera y popular contra los ajustes en Europa, como ya se vio en Francia. En los últimos días, fueron los estudiantes británicos, los de Irlanda (25.000 estudiantes movilizados a comienzos de mes) y la marcha de 100.000 trabajadores estatales portugueses el 7 de noviembre contra la rebaja de sus salarios, quienes estuvieron a la vanguardia.
La movilización estudiantil en Londres fue una respuesta directa a la decisión del gobierno de triplicar la matrícula universitaria, pasando de unos 5.000 dólares al año a 14.500. Una gran manifestación, con unos 52.000 manifestantes, rodeó el Palacio de Westminster. Mientras el ministro Nick Clegg trataba de defender los recortes de la coalición, en la calle se escuchaba: ¡Universidad para todos! ¡Educación gratuita, ya! ¡Impuestos a los ricos, no a los estudiantes!
“Contra el sistema de ayudar a los ricos y atacar a los pobres”
La manifestación se tornó violenta cuando una multitud invadió la sede del Partido Conservador en Millbank. El aterrorizado personal se encerró en sus oficinas mientras los manifestantes deambulaban por el edificio. Aquéllos quedaron atrapados, incluída la baronesa Warsi -la presidente del partido-, que se mantuvo en contacto telefónico con la policía que estaba afuera. Mientras, se tiraban muebles por las ventanas y el interior era destrozado. Slogans tales como “cerdos conservadores” y otros más obscenos quedaron escritos en las paredes con marcadores y pintura. Las luces fueron arrancadas y los armarios quemados. Extinguidores de fuego y huevos también se lanzaron desde el techo a la policía. Catorce personas, incluyendo siete policías, fueron llevadas al hospital.
Claramente la policía no estaba preparada para enfrentar el ataque. Los intentos de refuerzos cuando oscurecía fracasaron, y los policías se vieron obligados por los manifestantes a retroceder.
Simran Hans, un estudiante de literatura inglesa de Manchester, dijo: “La educación debería ser gratuita; un aumento en la matrícula le impedirá a la gente un derecho universal. No sé si mi familia podrá mantenerme si aumentan la matrícula” (Página 12, 11/11).
Los manifestantes ocupantes del edificio emitieron una declaración diciendo: “Estamos en oposición a la mercantilización de la educación y el sistema que están aprobando al ayudar a los ricos y atacar a los pobres. Llamamos a una acción directa que se oponga a esos recortes. Esto es sólo el comienzo de la resistencia” (Idem).
“Esto es sólo el comienzo”
El plan del gobierno conservador prevée recortar beneficios y eliminar medio millón de puestos de trabajo en el sector estatal de aquí a cinco años, y un recortes de gastos por 83.000 millones de libras (130.000 millones de dólares) hasta 2015. En este recorte también resolvieron una drástica reducción del seguro de desempleo.
Entonces sí es probable que esto sea “solo el comienzo de la resistencia”, como dicen los estudiantes. La conducción de la TUC (Congreso de Trabajadores, la central obrera inglesa) se viene negando a convocar a medidas de lucha nacionales. La ley, desde la Thatcher, prohíbe la huelga general.
En las últimas semanas los trabajadores del subterráneo londinense y los periodistas de la BBC (British Broadcasting Corporation) salieron a la lucha. Los trabajadores del subte, que tienen un sindicato con conducción de izquierda (RTM, trabajadores del Transporte con 80.000 afiliados), ya hicieron 4 huelgas de 24 horas contra el despido de 800 trabajadores. También miles de periodistas de la BBC hicieron una huelga de 48 horas los días 4 y 5 de noviembre contra las reformas de sus regimenes de pensiones.
Tony Woodley, secretario general de un sindicato de trabajadores estatales, dijo que “la ira y la pasión mostrada por los estudiantes fue compartida por millones de trabajadores” y que “a menos que se anule el ajuste, más gente va a empezar a tomar las calles”. Bob Crow, secretario general del RMT, dijo: “Nuestro desafío inmediato es unir a todos los sectores para enfrentar con medidas de fuerza al plan de ajuste hasta obligar a cambiar el rumbo al gobierno”. Los estudiantes, por su parte, están organizando nuevas movilizaciones (The Guardian, 12/11). Un ejemplo a seguir.
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