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Crisis en la CTAPor nuevas elecciones limpias y democráticasLa CTA ha quedado, por enésima vez, al borde de la fractura. Más de dos meses transcurrieron desde las elecciones del 23 de septiembre y, lejos de achicarse, el escándalo sigue creciendo. La única salida contra el fraude pasa por convocar a nuevas elecciones limpias y democráticas. Ya se ha convertido en cotidiano ver un día a Yasky y Micheli ensayando acuerdos en busca de mantener una supuesta unidad de la CTA que al día siguiente se rompe produciendo nuevos enfrentamientos mediáticos. Es tan patético el espectáculo que brindan estos dos dirigentes burocráticos que parecen el dúo Pimpinela del sindicalismo argentino. En estas últimas semanas la disputa está centrada en la convocatoria a elecciones “complementarias” en los distritos donde el fraude, montado por uno u otro sector, fue tan escandaloso que hasta ellos mismos tuvieron que reconocerlo a través de un supuesto Comité Arbitral que crearon a tal efecto por fuera de toda norma estatutaria y sin el acuerdo de las tres listas de izquierda que participaron de la elección. Luego de idas y vueltas, el sector encabezado por Micheli convoca a elecciones en esos distritos para el 9 de diciembre sin el acuerdo del sector Yasky. Que por su parte, denuncia la convocatoria porque no consensuaron las condiciones de las elecciones. Se desconfían mutuamente porque conocen los métodos fraudulentos y clientelares con que manejaron juntos la CTA en los últimos 20 años. Y que saltaron a la luz el pasado 23 de septiembre cuando por primera vez estos dos sectores se enfrentaron electoralmente. Pero mientras ellos pasean sus disputas de aparato por los medios de comunicación, la preocupación de miles y miles de trabajadores estatales, docentes y del resto de los gremios que integran la CTA pasa por cómo luchar para quebrar los techos de miseria salarial impuestos por el gobierno nacional y los gobiernos provinciales y para terminar con la precarización laboral, por solo nombrar los reclamos más sentidos. Pero en este terreno tanto Yasky como Micheli tienen el mismo accionar: no hacer nada. A nivel de seccionales o provincias largan alguna medida cuando ya no pueden contener la presión de las bases, pero lo hacen en forma aislada y sin darle el escalonamiento ni la continuidad necesarios para triunfar. Una vez más volvemos a decir que los únicos que pueden resolver la crisis a la que han llevado a la CTA estos dos sectores burocráticos es el conjunto de los trabajadores. Lejos de las ridículas disputas de cúpulas, todas las decisiones deben quedar en manos de las bases, para que con métodos democráticos -asambleas, plenarios y congresos de delegados con mandato de base-, sean ellos quienes resuelvan como reorganizar la CTA. Convocar a nuevas elecciones generales, verdaderamente limpias y democráticas. Donde previamente se depuren los padrones, se dé participación en la Junta Electoral a todas las listas de oposición, se pongan urnas en todos los lugares de trabajo y se garanticen todas las condiciones para la realización de un nuevo acto electoral verdaderamente democrático. Micheli dividió la marcha por MarianoAl cumplirse un mes del asesinato de Mariano Ferreyra, se realizó una marcha unitaria de Constitución a Plaza de Mayo, donde se leyó un documento común. La CTA-Yasky no se hizo ver. Y el sector que responde a Micheli (junto al MST y la CCC), hizo otra convocatoria, muy pobre, dividiendo la marcha, sin sumarse. Debilitando así el reclamo que todos tenemos que hacer, reclamando cárcel a todos los culpables. Lamentable. |
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