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José Castillo

Pino Solanas no es alternativa

La semana pasada, en un acto en el Miniestadio de Ferrocarril Oeste, se lanzó la candidatura presidencial de Pino Solanas. Su llamado a “la unidad nacional”, con el sólo límite para que lo integren ni corruptos ni genocidas, lleva a reeditar experiencias ya fracasadas, como el Frepaso de los ´90.

Solanas lanzando su candidatura presidencial en el mini estadio de Ferro

Pino Solanas ganó prestigio y respeto con sus películas. En los últimos años las utilizó para denunciar la entrega y el saqueo del patrimonio nacional. Compartimos esas denuncias, pero sus propuestas políticas están muy lejos de ofrecer alguna salida válida para la clase trabajadora y los sectores populares.

Pino plantea “recuperar nuestros recursos”. Denuncia el saqueo del gas y el petróleo por las multinacionales extranjeras. Pero no propone como salida la reestatización. Tomando solo como ejemplo el caso del petróleo, no sostiene la expropiación de Repsol y las otras multinacionales que operan en el negocio, cuestión básica para la reconstrucción de una gran YPF estatal. Plantea la creación de “otra” petrolera estatal, lo que lo ha llevado en su momento a apoyar la fundación de Enarsa. ¿Se pueden recuperar nuestros hidrocarburos creando una empresa “boba”, sin pozos, ya que todos los yacimientos están adjudicados por décadas a los pulpos saqueadores?

Algo peor sucede con el tema de la deuda externa. Solanas ha denunciado esta estafa que, desde la dictadura hasta acá, viene desangrando a nuestro pueblo. Pero su propuesta, lejos de propugnar el no pago, consiste en realizar una auditoría y, mientras tanto, depositar “a cuenta” los pagos en la Banca de Basilea, en Suiza. ¡El lobo cuidando las ovejas!

¿Qué tipo de oposición al kirchnerismo?

Su planteo de “apoyar lo bueno y criticar lo malo” ha hecho que Proyecto Sur sirva más de una vez en el Congreso, para hacer pasar lo que le interesaba al gobierno, con alguna pequeña modificación formal para “dejarlos contentos”. Tal fue el caso, por ejemplo, de la Ley de Medios. Su posición de “apoyar lo bueno y criticar lo malo” terminó embelleciendo al gobierno. En un reciente reportaje (Perfil, 5/12) sostuvo: “los casos de la represión en Formosa y del asesinato de Mariano Ferreyra escaparon de lo que fue la tradicional política de no reprimir el conflicto social”. ¿Qué fue el violento desalojo de Kraft? ¿Y ahora Soldati? ¿Solanas puede seguir sosteniendo que este gobierno “no reprime”?

Con quién construye Solanas

Solanas nunca ha llamado a la unidad de la izquierda y, mucho menos, nunca planteó una ruptura con el modelo capitalista. Prioriza su unidad con sectores de la centroizquierda como Lozano y el sector degennarista de la CTA, Macaluse o Libres del Sur. En Córdoba, su aliado más firme es Luis Juez. Hace constantes llamados al Gen de Margarita Stolbizer y al PS de Binner, ambos sectores que hasta ahora mantienen su alianza con la UCR. El lamentable ingreso a Proyecto Sur del MST de Vilma Ripoll no cambia en absoluto el carácter del agrupamiento de Pino. Es más, Pino hace un llamado a “ampliar” su fuerza, no por izquierda, sino desde la perspectiva de la Unidad Nacional. En el acto de Ferro afirmó: “El objetivo estratégico de Proyecto Sur es promover la unidad del pueblo argentino para acabar con el crimen del hambre e investigar la ilegítima deuda externa. Acá hay lugar para todos. Solo están excluidos los que tienen causas de corrupción o están acusados de delito de lesa humanidad. Somos la contracara de la mafiocracia. Vamos por un gobierno de unidad nacional”.

El planteo es claro: “todos contra los corruptos”. Pero esto ya lo escuchamos antes. Era lo que, durante los ´90, nos decía el Frente Grande, del que Pino también fue fundador. La comparación no la inventamos nosotros. En el mismo reportaje de Perfil, cuando el periodista le pregunta si “se arrrepiente de haber fundado el Frente Grande con Chacho Alvarez”, la respuesta de Solanas es clarísima: “Para nada. Por supuesto que no lo haría de la misma manera, pero he persistido en conformar una gran idea democrática, progresista en serio, nacional.” Proyecto Sur vuelve a transitar el mismo camino ya recorrido por la centroizquierda que terminó con la Alianza. No es alternativa.

Solanas y Perón

El diario Perfil, -en su edición del pasado 5 de diciembre-, le hizo un extenso reportaje a Solanas. Sobre Perón dijo: “…el discurso del Primero de Mayo del ’74 de Perón y la despedida del 15 de junio son piezas extraordinarias”. El periodista preguntó: “El Perón del 73 ¿es coherente con el de los 40 y 50?”. Y Solanas contesta: “Claro, pero con muchísima más grandeza. Perón llega y dice ´para un argentino no hay nada mejor que otro argentino´”

Es válido aclarar que la “pieza extraordinaria” de mayo del ’74 a la que se refiere Solanas, es aquella en la que Perón sostiene a la burocracia sindical invitándola a hacer “tronar el escarmiento” contra los “imberbes que gritan”. Y que Perón, cuando llega en 1973, avaló la masacre de Ezeiza y desata la caza de brujas contra los luchadores y la izquierda, asesinatos de la Triple A incluidos.

Escribe:
Guido Scarfi

Hay que unir a la izquierda

La izquierda está presente en todas las luchas. Ahí donde surge una nueva dirección del movimiento obrero, es muy probable que haya militantes de alguna o varias de las fuerzas que la integran. En el movimiento estudiantil, tanto universitario como secundario, su presencia es incuestionable. Las nuevas camadas de luchadores, hartos de los viejos partidos patronales y de los burócratas sindicales, están abiertos a escuchar sus propuestas. Sin embargo, desde esos mismos compañeros, surge un reclamo básico e incuestionable: ¿por qué no se unen?

No hacemos un planteo ingenuo. Detrás de cada partido, de cada grupo, de cada sector en que está dividida la izquierda, hay diferencias programáticas, de procesos históricos o de enfoque sobre la realidad actual. Pero eso no nos debe hacer perder de vista que, si hay voluntad, la izquierda es capaz de unirse. Y que, cuando se han armado frentes unitarios, se les han arrebatados cuerpos de delegados, comisiones internas y hasta seccionales a la burocracia en distintos sindicatos. Lo mismo sucedió en el movimiento estudiantil. Y los frentes electorales que se dieron han brindado una alternativa unitaria a los luchadores.

Sin embargo, en 2010, muchas veces, el sectarismo, la autoproclamación o el oportunismo han hecho primar la división. Es algo que debe modificarse.

Ante las elecciones de CTERA, estaba planteado conformar una lista que diera efectivamente disputa a la burocracia Celeste. Sin embargo, tanto PO como el PTS armaron sus propias listas, restándole votos a la Lila. Es más, ni siquiera se unieron entre ellos, conformando en cambio pequeñas listas partidarias.

Luego vino la gran oportunidad de intervenir en las elecciones de la CTA. Se necesitaba la unidad de todos los sectores clasistas para enfrentar a los dos sectores burocráticos. Pero el MST (junto a la CCC), en una vuelta más de su giro oportunista, terminó dentro de la Lista 1 de Micheli. Mientras PO y PTS repitieron el armado de listas partidarias, a pesar de que se había conformado un frente encabezado por los compañeros de Fate, docentes de Neuquén y el Garrahan, e impulsado por varias fuerzas de izquierda.

Luego vinieron las elecciones de Aten (Neuquén), donde en la Seccional Capital, el único frente opositor perdió por 23 votos, mientras el PTS armaba su propia lista para obtener solo 85 sufragios, impidiendo que la izquierda y los luchadores ganaran una seccional que hubiera permitido modificar el mapa sindical de la provincia.

Posteriormente se realizaron las elecciones en la Unión Ferroviaria. El hecho coincidió con el asesinato de Mariano Ferreyra. El Cuerpo de Delegados del Sarmiento dirigido por la oposición Bordó, lanzó inmediatamente un paro en repudio y se puso a la cabeza de todas las acciones. Sin embargo, el Partido Obrero, sin ningún tipo de justificación, apoyó a la lista Violeta, impulsada por el MST.

En la lucha de los tercerizados del Roca, tanto PO como PTS levantaron propuestas a nuestro juicio equivocadas, enfrascados en luchas de aparato, plagadas de denuncias y acusaciones totalmente alejadas de las reales necesidades de los trabajadores.

Es necesario reflexionar sobre todo esto. No para hacer falsos debates, sino efectivamente para cambiar ante los desafíos venideros. ¿Vamos, de una vez por todas, a impulsar una gran coordinadora nacional de todas las luchas, contra el Pacto Social, por cárcel a Pedraza, contra los hechos de represión como los de Formosa o Soldati? ¿Vamos a hacer los máximos esfuerzos para enfrentar unitariamente los próximos desafíos sindicales, como las elecciones nacionales de ATE?

2011 es un año de elecciones nacionales, donde va a estar planteada la necesidad de un Frente de Izquierda para enfrentar a los políticos patronales y a la centroizquierda. También acá habrá que superar el sectarismo y la autoproclamación. Desde ahora hacemos un fuerte llamado, especialmente a PO, PTS, el Nuevo MAS y al resto de los agrupamientos para concretarlo.

Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.

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