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Escribe:
Mercedes Petit
21/2/1958: nacía la RAU
Egipto y Siria formaron la República Árabe Unida
Desde el 21 de febrero de 1958 hasta mediados de 1961 existió una república única entre egipcios y sirios. Los choques e incosecuencias de las respectivas conducciones burguesas llevaron a la frustración de aquella intefración que abría la perspectiva de la unificación de los pueblos árabes.
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Así era el mapa de la región en 1958 cuando se fundó la RAU |
En la década de los cincuenta del siglo pasado se desarrolló vigorosamente el nacionalismo burgués encabezado por el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser. En 1948 los pueblos árabes habían sufrido una gran derrota, con la instalación del enclave sionista de Israel en Palestina. Pero dentro de los países de la región comenzó a gestarse una reacción contra Israel y sus constantes agresiones a las aldeas árabes, y contra los viejos regímenes, varios monárquicos, que a la represión sumaban su sumisión a la presencia de tropas imperialistas francesas e inglesas en sus territorios. Sectores burgueses, de clase media y de los sectores más plebeyos de la oficialidad derrotada en 1948, empezaron a levantar la cabeza.
El nacionalismo burgués
En aquellos años llegará al poder esa corriente en Egipto, Siria e Irak. En Irán estuvo la breve experiencia de Mossadegh, entre 1951-53, y luego se instaló con todo la reacción del Sha, hasta 1979. En Egipto, el mayor de los países árabes, un golpe de Estado encabezado por el general Nasser derrocó al rey Faruk en 1952. El nuevo gobierno militar logró pactar el retiro de las tropas inglesas, e inició una reforma agraria y un proceso de industrialización, impulsados por el ejército, y la creación de nuevas organizaciones sindicales afines. Nasser buscó el apoyo de EE.UU. para la “modernización” del país.
En 1956 se produjo la nacionalización del canal de Suez, el intento de recuperación militar por parte de Inglaterra y Francia, con los israelíes como fuerza de choque, y su derrota. La burocracia de la Unión Soviética y los imperialistas yanquis apoyaron a Egipto, y los imperialistas franceses e ingleses comienzan a perder su histórica influencia en la zona1.
La nacionalización de Suez y la derrota de las tropas europeas e israelíes, produjeron una enorme ola de entusiasmo nacionalista y antiimperialista entre los pueblos árabes. Con Nasser como líder indiscutido, había nuevos regímenes independientes del imperialismo en Irak, Siria, Yemen del Norte y Egipto. En 1962 se liberó Argelia de la dominación francesa. En 1964, el conjunto de los gobiernos árabes impulsarán la fundación de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina).
La República Árabe Unida
En febrero de1958 se realizó en Siria un plebiscito que por amplia mayoría aprobó la fusión con Egipto. El 21 del mismo mes se proclamó la RAU, bajo la presidencia de Nasser. Su panarabismo definía al mundo árabe como una gran nación desmembrada por el imperialismo, que había que reunificar. Rápidamente se demostraría que esa tarea no podía ser exitosa en manos de conducciones militares y patronales2.
Prácticamente desde su nacimiento, la RAU estuvo sacudida por los choques interburgueses. En Siria existía una burguesía comercial con una tradición y cohesión mayor que la egipcia. Se hacía inviable la aplicación de una reforma agraria semejante a la del vecino país. En la búsqueda de un equilibrio entre ambas economías, la egipcia, más poderosa, encontraba escollos en su desarrollo. La burguesía siria, por su parte, veía a Egipto como competidor en la explotación de su pueblo. Como corresponde a todos los privilegiados, los sectores dominantes de cada uno de sus países defendían “sus” intereses y fronteras y “su derecho” a explotar a sus propios trabajadores. Los respectivos Partidos Comunistas (el de Siria era el más poderoso de la región), siguiendo los dictados de Moscú, tampoco fueron consecuentes en profundizar la unidad y el antiimperialismo.
Fracaso y disolución
En julio de 1961 Nasser tomó una serie de medidas de nacionalización de empresas (en 1956 se había barrido a ingleses y franceses de Egipto) y profundización de la reforma agraria. Se inició la crisis final con la burguesía siria. Las sorpresivas medidas de Nasser fueron rechazadas en Siria por todos los grupos poseedores y se formó un frente único para impedirlas. El descontento de los terratenientes ante las expropiaciones que se proponían, y el temor de la burguesía comercial ante las nacionalizaciones, dieron paso a un golpe de Estado. Por su parte, como corresponde a un régimen burocrático-militar, el nacionalismo burgués de Nasser no había impulsado la movilización y participación activa de los respectivos pueblos. Su apoyo efectivo se reducía a un sector del ejército sirio. Los nasseristas fueron violentamente reprimidos y acabó la efímera RAU.
La derrota de los ejércitos árabes en la guerra de los Seis Días de 1967 marcó el gran triunfo de Israel y la declinación definitiva del nacionalismo nasserista. Siria perdió las alturas del Golán y Egipto los territorios de Gaza y el Sinaí3.
Las distintas burguesías árabes y sus ejércitos vienen demostrando que no solo son incapaces de satisfacer las necesidades de libertad y progreso de sus pueblos, sino también de mantener la unidad ante Israel para recuperar Palestina. En 1978, el sucesor de Nasser (fallecido en 1970), Anwar Sadat, pactó el primer reconocimiento de Israel. En 1981 fue ajusticiado por traidor. Su sucesor Hosni Mubarak, acaba de ser derribado por la revolución egipcia.
La gran tarea histórica de expulsar al imperialismo y su agente, Israel, sigue pendiente. Se logrará definitivamente conquistando una federación de repúblicas árabes socialistas formada por el triunfo de los gobiernos obreros, campesinos y populares en los distintos países de la región.
1. Ver El Socialista Nº49, 25/10/06.
2. Estos y otros datos en Fichas Nº9, abril 1966 y “El Islam en llamas”, Correo Internacional Nº19, mayo 1986.
3. Ver El Socialista Nº 69, 6/6/07
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