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La revolución árabe creceLa dictadura de más de 30 años de Mubarak en Egipto fue el principal apoyo de EE.UU. y de su gendarme regional, Israel. Por eso mismo la caída de Mubarak es un golpe durísimo a la dominación imperialista en la región y al estado genocida de Israel. Casi todos los países árabes tienen regímenes parecidos, “republicanos” o monárquicos igualmente represivos y corruptos, al servicio de Estados Unidos y los imperialistas europeos. Su principal riqueza, el petróleo, permite a los clanes familiares y sus amigos amasar inmensas fortunas, en medio de una pobreza galopante para sus pueblos. Los triunfos revolucionarios en Túnez y Egipto son un poderoso aliento al proceso revolucionario en todos los países árabes (22 países con 339 millones de habitantes) y también “contagian” a países islámicos vecinos como Irán, adonde resurgieron las manifestaciones contra el régimen de los ayatollas. Hubo grandes manifestaciones en gran parte de los países árabes como Yemen, Marruecos, Argelia, Jordania, Libia, el pequeño reino de Bahréin y Arabia Saudita. Recordemos que el año pasado Estados Unidos se vio obligado a retirar la mayor parte de sus tropas de Irak (que es otro país árabe) y a dejar una parte acuartelada, sin participar en combates. Este fue un triunfo de la resistencia irakí. Al mismo tiempo, fue quedando totalmente empantanado en Afganistán. Por otra parte, el enclave sionista Israel, armado hasta los dientes por Estados Unidos, no pudo dominar la rebelión del pueblo palestino, que también es árabe. Mubarak colaboraba directamente con Israel, bloqueando a Gaza por su frontera sur con Egipto. Ambos hechos, la derrota yanqui en Irak y la resistencia palestina, fueron sentidos como triunfos por los egipcios y por todos los pueblos árabes, que realizaron durante años manifestaciones de repudio a Estados Unidos e Israel, e indudablemente alentaron este estallido revolucionario. El otro detonante fue la crisis mundial que está castigando a todos los países árabes (y de gran parte del mundo) con más desocupación y un enorme aumento del precio de los alimentos. La revolución ha comenzado. Ahora millones tienen conciencia de la inmensa fuerza de su movilización. |
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