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VenezuelaGran marcha por aumento salarialUna contundente movilización de alrededor de 15.000 trabajadores ganó las calles en Caracas para exigir un aumento general de sueldos y salarios, para protestar contra la precarización del empleo y exigir la libertad del dirigente sindical Rubén González, preso por organizar un paro en Ferrominera. La movilización, realizada el 5 de febrero, que llegó hasta la zona industrial de Los Cortijos en Caracas, expresó el descontento de los trabajadores con la política del gobierno de Chávez de liquidar las condiciones contractuales en empresas estatizadas y desconocer derechos de los trabajadores. Si se pudo realizar es por la confluencia de un amplio frente sindical. Entre ellos el sector clasista, agrupado en C-CURA, encabezado por Orlando Chirino; el sindicato de la Polar (la principal empresa fabricante de cerveza y alimentos del país), encabezado por Fran Quijada; la Federación de Trabajadores de la Harina, dirigida por Juan Crespo; petroleros, encabezados por José Bodas, secretario general de su Federación; el Sindicato de Empleados Públicos de Caracas y unos 100 sindicatos de base, incluyendo a trabajadores de empresas básicas (hierro y aluminio) de Guayana, electricidad, Metro de Caracas, petroquímicos, jubilados y universitarios, agrupados en el Frente Autónomo de Trabajadores en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (FADESS). La unidad expresa a corrientes diferentes, entre ellas a Fran Quijada (Polar), quien fuera de la corriente chavista, al sector clasista de C-CURA y también a sectores de oposición de la CTV (la antigua federación sindical encabezada por la derecha). Pese a las notorias diferencias políticas entre estas corrientes sindicales, la unidad en torno a un programa mínimo de reivindicaciones económicas y democráticas permitió realizar esta importante movilización. Fue una de las más grandes movilizaciones obreras independientes de la última década. La marcha adquirió gran importancia política. A tal punto que los partidos de la oposición burguesa al chavismo intentaron a último momento aprovechar la marcha para tener tribuna y convocaron a asistir. Algunos diputados y dirigentes políticos derechistas se incorporaron a la misma, pero a ninguno se le permitió hablar en la tribuna, ni tuvo otra figuración que la que les otorgaron los medios de comunicación. Tampoco aportaron manifestantes de base. Prácticamente la totalidad de los concurrentes fueron trabajadores de los sindicatos convocantes. Los dirigentes sindicales de la marcha coincidieron en la importancia de luchar por la independencia de los sindicatos respecto de los patrones públicos y privados. Centenares de trabajadores que venían del interior no pudieron llegar a la marcha, porque la Guardia Nacional los detuvo con pretextos, impidiendo que los buses llegaran a Caracas. Orlando Chirino, quien cerró el acto, entre otros conceptos expresó: “Nos hemos puesto de acuerdo para concretar la unidad del movimiento obrero, su autonomía e independencia. Le decimos a Chávez hoy, no nos calamos (no aceptamos) más que nos sigan violando los derechos de los trabajadores. No nos calamos más que sigamos desde hace 10 años sin aumento general de sueldos y salarios. Vamos a reivindicar el derecho a huelga, que es un derecho mundial de los trabajadores. Estamos acá para decirles alto a la criminalización de la protesta. Vamos a ir a Guayana a exigir la inmediata libertad de Rubén González”. Y José Bodas denunció los atropellos a los trabajadores petroleros y la entrega del petróleo a las transnacionales, reclamando “petróleo 100% para los venezolanos, para las universidades, para las escuelas, para que haya pensiones dignas”. |
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