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Escribe:
Juan Carlos Giordano
Las internas y colectoras son funcionales a Cristina
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La izquierda se tiene que unir para las elecciones |
“Si el modelo nacional necesita colectoras, habrá colectoras”, señaló el diputado provincial ultrakirchnerista “Chino” Navarro, del Movimiento Evita. Todo en función de que siga Cristina a cualquier costo.
“En marzo vamos a ratificar que nuestra candidata es Cristina y presentar una alianza nacional para su postulación”, dijeron voceros K. Hugo Moyano tiene previsto hacer un acto “obrero” el 30 de abril -conmemorando el día internacional de los trabajadores, que es de lucha-, para apoyar la candidatura de Cristina.
Si bien hoy las encuestas las encabeza la presidente, con eso al kirchnerismo no le basta. Su objetivo es ganar en primera vuelta. Por eso están preparando una “ingeniería” electoral para lograrlo a cualquier precio. Recordemos: la campaña 2007 de Cristina fue financiada por la mafia de los medicamentos (hoy su jefe recaudador está procesado); los candidatos testimoniales que nunca asumieron… y siguen las maniobras.
Ahora es el turno de la Reforma Política proscriptiva y antidemocrática con sus internas obligatorias truchas, que tienen por objetivo dar oxígeno a los partidos patronales y proscribir a la izquierda y centroizquierda.
No a las colectoras K
El sistema de colectoras (llevar el mismo candidato en varias listas para que arrastren más votos, en este caso, para Cristina) había sido señalado por Néstor Kirchner como el causante de su tremenda derrota en la provincia de Buenos Aires en 2009. Colectoras que él mismo había diseñado y aplicado por los intendentes a más no poder. Ahora, es el kirchnerismo el que vuelve a imponerlas, siendo los intendentes quienes ponen “el grito en el cielo”. El objetivo del kirchnerismo es autorizar listas como la de Sabbatella, que tributan para Cristina, (ver “Sabbatella ultra K”), en desmedro de Scioli y de los intendentes, que podrían ver perder terreno si en cada municipio hay muchas listas que le resten poder. La pelea está en curso y los días posteriores dirán si se desdoblarán las elecciones bonaerenses para evitarlo o no. Desencadenando una brutal pelea por los cargos en el PJ provincial, augurando que la crisis del peronismo no cede, es histórica, habiéndose transformado en un partido al servicio de las maniobras y fraudes para seguir gobernando para los de arriba
Internas proscriptivas
En 2006 los Kirchner derogaron las internas abiertas. Pero en 2009, vía la ley de Reforma Política que también votaron los radicales, volvieron a ellas. ¿Por qué?
Primero, para intentar fortalecer a los partidos tradicionales. Por eso obligan a aquellos partidos menores que no quieran desaparecer a someterse a alianzas con el PJ o la UCR, previo a las internas abiertas del 14 de agosto (algo insólito).
Segundo, y lo más aberrante, es que las “internas abiertas y obligatorias”, lejos de aspirar a más democracia y transparencia, son un filtro antidemocrático y proscriptivo para liquidar a los partidos opositores. Impiden presentar candidatos en las elecciones generales de octubre a aquellos partidos que no hayan obtenido en las internas el 1,5% del total de la votación.
En 2007 este piso hubiera significado 350.000 sufragios…: ¡solo para tener el derecho de presentarse! Una exigencia digna de un régimen autoritario, que fija un piso arbitrario con el único objetivo de dejar afuera a la izquierda y a la centroizquierda.
De haberse aplicado este sistema en las elecciones de 2007, se hubieran eliminado al 70% de los candidatos que en conjunto obtuvieron 2 millones y medio de votos -entre ellos Pino Solanas y toda la izquierda-, quedando sólo cuatro partidos para competir. Al eliminar listas y candidatos se viola el derecho a postular y ser elegido, y el de los votantes a elegir a quien quieran hacerlo. El oficialismo espera así obligar a una parte del electorado a cambiar su voto, y concentrar la elección en 3 o 4 listas, aspirando a ser quienes acaparen la mayoría de esos sufragios para poder llegar a ganar en primera vuelta para presidente y, con el efecto arrastre, llevarse la mayoría de diputados y senadores.
Por otra parte, al ser abiertas y simultáneas, las internas impiden que sean los afiliados y sus organismos partidarios quienes designen sus mejores candidatos, permitiendo la intromisión en esta decisión, no “de la ciudadanía” -como pretenden hacer creer-, sino de los aparatos partidarios.
Derrotemos las maniobras fraudulentas
El gobierno, a pesar de los cuestionamientos a la Reforma Política -incluso hasta de jueces electorales-, está dispuesto a llevarla adelante. Uno se podrá preguntar qué tiene esto de progresismo o de “transparencia” política.
Es necesario seguir denunciando esta Reforma Política. Llamando a derrotarla. Mientras tanto la izquierda tiene un desafío: lograr un frente de izquierda para superar todos sus obstáculos, poder presentarse en las internas con un candidato presidencial único y superar el piso del 1,5 por ciento. Y para octubre, hacer campaña contra los partidos patronales que se valen una vez más de estas maniobras para intentar legitimarse ante un electorado que le es cada vez más esquivo.
Firmá para Izquierda Socialista
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Para que nuestro partido no pierda la legalidad nacional culpa de la Reforma Política, es que está llevando adelante una campaña de afiliaciones. Ya son miles los trabajadores, estudiantes y compañeros de los barrios que han firmado. Denos una mano para seguir luchando contra la proscripción de la izquierda para las próximas elecciones.
Sabbatella: ultra K
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El ex intendente de Morón y actual diputado nacional de Nuevo Encuentro creció diciendo que “apoyaba las cosas buenas del gobierno y criticaba las cosas malas”. Será por eso que en 2009 votó en contra de la nefasta ley de Reforma Política de Cristina, sabiendo que, de aplicarse, iba en contra de su partido y a favor de los tradicionales políticos patronales. Pero en 2011 Sabbatella cambió. Hoy es la punta de lanza de las maniobras oficiales, dándole cabida en su lista colectora al kirchnerismo en la disputa con Scioli y el PJ bonaerense. “Matrimonio por conveniencia”, como le dicen.
A quienes votaron en su momento por Sabbatella o quieran hacerlo ahora para que “apoye las cosas buenas y critique las malas” del gobierno, les decimos: no se dejen engañar. Sabbatella es parte de la centroizquierda funcional al gobierno.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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