|
|||
|
|||
Compartir esta nota en
|
|||
Escribe: |
Zanola, Venegas…¿Culpables o inocentes?La semana pasada, el juez federal Norberto Oyarbide ordenó la detención del dirigente sindical Gerónimo “Momo” Venegas. Al día siguiente fue liberado. En el medio, la CGT emitió un documento defendiéndolo, pese a tratarse de un férreo opositor político. Aún cuando el kirchnerismo pretendió capitalizar la jugada para golpear al duhaldismo, el caso desnuda el involucramiento de la burocracia en los negociados de los medicamentos “truchos”.
Venegas está acusado de conformar una asociación ilícita vinculada con la mafia de los medicamentos, al igual que el burócrata bancario Juan José Zanola, preso desde hace un año. El negociado por el que están siendo investigados varios dirigentes sindicales consiste en consignar tratamientos y remedios inexistentes para pacientes irreales y reclamar con eso fondos al Estado, embolsados luego por la propia burocracia. En el armado de estos falsos expedientes se utilizan troqueles truchos, como se comprobó en el caso del gremio de bancarios. La acusación por parte de la Justicia es, sin duda, parte de una iniciativa del kirchnerismo. Oyarbide viene practicando este mismo mecanismo para salvarle el pellejo al gobierno y ocultar sus propios “muertos”. Es decir, una de cal y una de arena. Cuando Oyarbide sobreseyó a los Kirchner por enriquecimiento ilícito, Oyarbide ordenó la detención del impresentable Zanola para torcer la vista. Hoy, cuando el investigado en los negociados de las obras sociales era un ex funcionario y recaudador para las campañas del gobierno, Héctor Capaccioli, se pone la mira sobre un burócrata alineado al duhaldismo. Sin embargo, ni siquiera esto les salió bien. No sólo tuvieron que retroceder inmediatamente, sino que, además, le dieron aire al propio Duhalde para salir a montar su campaña sobre las denuncias por “persecución política”. Entre bueyes no hay cornadas El primer palo en la rueda a la iniciativa del kirchnerismo vino desde sus propias filas. La CGT, con Moyano a la cabeza, salió a respaldar a Venegas, argumentando que tanto su detención como la del corrupto Zanola constituyen un “ataque a las instituciones sindicales”. Señalando además que, “más allá de las posiciones políticas diferentes, defendemos a todos los compañeros dirigentes sindicales”. Cuánto cinismo. No decía lo mismo cuando, por ejemplo, se intentaba barrer con la Comisión Interna de Kraft. En esa ocasión, Moyano se sumó al coro de los que decían que los trabajadores eran desestabilizadores -la “zurda loca”, según Juan Belén, el adjunto de Moyano-, dando vía libre a la posterior represión. En realidad, más que defender a “todos los dirigentes sindicales”, defiende a las burocracias que, como él, se encuentran enquistadas en los sindicatos. Y lo hace porque sabe que, después de Zanola y Venegas, pueden venir muchos más, incluido él mismo. Fue el propio líder camionero quien le alertó a Venegas que lo iban a allanar. Es que de avanzar con el caso, lo más probable es que sean más los burócratas de la CGT involucrados en estos negociados, tanto del oficialismo como de la oposición patronal. Por ejemplo, uno de los procesados en la causa es auditor de la obra social de Camioneros y es “vox-populi” que las investigaciones podrían llegar hasta al propio Moyano. Así, la cúpula de la CGT se adelantaba a una posible investigación que los involucre a ellos mismos. Como reza el refrán popular, “entre bueyes no hay cornadas”. Y entre burócratas, tampoco. Hay que echar a la burocracia Más allá de la jugada de Oyarbide y el oficialismo, es un hecho que estos burócratas-empresarios, sean del pelaje que sean, no le sirven a los trabajadores. Desde sus sillones no han venido más que enriqueciéndose groseramente, a cambio de negociados con el gobierno y las patronales de los distintos sectores. La causa contra Venegas, a diferencia de lo que señala el comunicado de la CGT, no es un ataque a los sindicatos. En todo caso, es un ataque a los negociados de un sector de la burocracia. Aún así, no va a ser la Justicia -hoy direccionada por el kirchnerismo- la que vaya a fondo contra ellos. Prueba de eso es el recule dado en esta causa, así como la impunidad de la que goza el pope cegetista Hugo Moyano. Sólo los trabajadores, organizados en sus lugares de trabajo e impulsando las distintas experiencias del nuevo sindicalismo combativo y democrático, van a poder terminar con esto. Quién es el “Momo”Venegas es, desde el año 91, el principal dirigente del gremio de peones rurales, UATRE, y preside las 62 Organizaciones. Además conduce el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre) y ocupa la Secretaría de Interior de la CGT. En 2003, fue el primero de los dirigentes de la CGT que acompañó al kirchnerismo, aunque en 2008, al igual que las patronales agrarias, rompió. Hoy es uno de los principales impulsores de la candidatura de Duhalde, junto con el gastronómico Luís Barrionuevo. Al igual que sus “compañeros” de la burocracia sindical, su vida dista bastante de la de cualquier trabajador. Es dueño de una importante mansión en Necochea a la que suele viajar en un taxi aéreo cuyo costo en dólares asciende a una cifra de cuatro dígitos. Es también uno de los principales aliados de las patronales rurales. “Sus” trabajadores son empleados bajo una normativa redactada por la última dictadura militar que ni siquiera contempla la jornada laboral de ocho horas y hasta permite el pago de salario en especies, abundando los casos de trabajo esclavo. Por eso, no es casual que durante su detención, la Sociedad Rural haya pedido su inmediata libertad. |
||
|
|||
Izquierda Socialista en Internet: |
|||