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Socialista es una publicación de Izquierda Socialista
Escribe:
María Yesca
Perú
Ecos del voto crítico a Ollanta Humala
En primera vuelta perdieron por paliza los dos candidatos favoritos de los empresarios. El tradicional APRA es tan repudiado que el presidente Alan García no pudo presentar un candidato a sucederlo. Así, pasaron a la segunda vuelta Ollanta Humala y Keiko Fujimori, ellos también candidatos del continuismo neoliberal.
Los principales medios de comunicación y la derecha fascistoide se lanzaron con todo a fortalecer la campaña de Fujimori. Esto detonó una respuesta masiva para cerrarle el paso a la hija del dictador. Un posible retorno de la mafia fujimontesinista despertó un legítimo odio y rechazo de diversos sectores de la población. Se retomó un proceso similar al de 1999 y 2000 con marchas de los autoconvocados de entonces contra la dictadura fujimorista y con movilizaciones espontáneas en las universidades. Aparecieron grupos (Colectivo Antikeiko, los Antinaranja, colectivo Nunca mas y otros) de gente sin militancia partidaria. En las semanas previas al 18 de junio hubo actividad permanente, plantones, marchas, etcétera, y cada vez mas participación de la juventud estudiantil, alrededor de una consigna “no a Keiko”.
Ollanta Humala fue el beneficiario directo de la polarización, capitalizando el voto antifujimori. Uníos, la organización de la UIT-CI, para responder a la nueva situación y sumarse a esta lucha, dejó de lado el voto viciado (sostenido en la primera vuelta), y llamó al voto crítico a Humala. En su declaración reiteraba la denuncia de su carácter neoliberal y su “total desconfianza” en este candidato que se transformó en el hombre del sector de la derecha encarnada por Mario Vargas Llosa (ver www.unios.tk)
Señalaba que “un triunfo de Keiko liquidaría una conquista democrática de nuestro pueblo […] que ha condenado a Fujimori y a los asesinos del grupo Colina” y agregaba: “Respetamos las ilusiones de quienes creen ver en él [Humala] la posibilidad de un cambio, pero no las compartimos”. Y concluía llamando a la continuidad de las luchas en curso contra el neoliberalismo y por una nueva sociedad socialista.
La derrota de Keiko deja más fuertes a los trabajadores y al pueblo peruano para sus inevitables luchas contra el ganador Ollanta Humala.
Como siempre, esta táctica de un voto crítico es discutida e incluso cuestionada entre la militancia revolucionaria, dado el carácter burgués de ambos candidatos. Es un debate saludable y legítimo, que tiene la preocupación común de mantener y desarrollar un punto de vista de independencia de clase.
Lo lamentable es cuando se enloda el debate, como es el caso del PTS, en el artículo de LVO Nº 430. Ellos asumieron la táctica de rechazar por igual ambas candidaturas. Pero, al polemizar, una vez más distorsionan o directamente falsean las posiciones de quienes pretenden criticar (véase otro ejemplo en El Socialista Nº 188, sobre el armamento para los rebeldes libios).
Cuestionan la postura de los compañeros de Uníos por un supuesto “embellecimiento” y “apoyo político”, cuando no existe, es todo lo contrario. Dicen que “alimenta las ilusiones de los trabajadores”, cuando las desalienta explícitamente. Ocultan que toda la declaración tiene como eje alentar las luchas futuras contra el neoliberalismo que será encarnado por Humala.
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