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Escribe:
Juan Rivera
Binner versus Solanas
Se pelearon por los cargos, no “por el programa”
La ruptura entre el espacio que lidera Pino Solanas y el de Binner ha desatado un fuego cruzado entre ambos. Lozano, ex aliado de Pino -quien, al igual que De Gennaro y Libres del Sur, se encolumnó detrás de la candidatura de Binner-, acusó de “mezquina” a la posición de Proyecto Sur por negarse a integrar el armado. Lo mismo el GEN, que argumentó que la ruptura fue por cargos, en tanto Mario Mazziteli, del PSA, habría exigido el primer lugar en la lista de diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires, reservado para De Gennaro.
Alcira Argumedo, candidata presidencial de Proyecto Sur, intentó en cambio explicar que la ruptura se debía a diferencias programáticas. Según la candidata, primó en Binner una lógica de construcción distinta a la empleada en Capital y en Córdoba, donde sí habría sido posible dar un debate en torno al programa. De esta forma, pretenden demostrar que se trata de dos programas distintos. Sin embargo, la realidad lo desmiente.
Según plantea Argumedo en una entrevista publicada en el periódico del MST, el suyo sería un “programa emancipador como respuesta a los problemas planteados por la situación internacional.” Éste se sintetizaría en: “auditoría de la deuda externa, contra la minería a cielo abierto y la recomposición de empresas estatales en el petróleo y ferrocarriles.” Sin embargo, poco dice su programa respecto a cómo avanzar en cada uno de esos puntos. La auditoría de la deuda es, en definitiva, un planteo que pretende evitar tomar una definición frente al planteo del no pago. Su pelea contra la minería consiste en establecer un canon a aquellas empresas contaminantes, no en erradicarlas. Y con respecto a la recuperación de las empresas, Proyecto Sur -además de limitarse al petróleo y los ferrocarriles, cuando son también otras áreas las que han sido entregadas al saqueo de las privatizadas- no establece en su programa la reestatización, sino la “creación de un polo estatal de empresas públicas de excelencia”, sin afectar las ya existentes. Ese es el programa “emancipador” que levanta Pino en Capital. Sólo así se entiende que los “socialistas” de Roy Cortina y los ex-radicales de Stolbizer firmaran el acuerdo sin chistar.
En el caso de Córdoba, el cuento del “principismo programático” de Proyecto Sur se cae mucho más fácil. Allí, el programa que levantan ni siquiera hace referencia al que, con los límites señalados, pregonan en las elecciones porteñas. La campaña de Juez nada tiene de emancipadora. Ni una palabra en relación a la deuda externa o a la recuperación de los recursos estratégicos. Es más: en una reciente entrevista publicada por el diario La Mañana de Córdoba del 22 de junio pasado, Juez, además de justificar el acompañamiento a su fórmula de personajes como Eduardo Bischoff -ex vocero de la industria automotriz en Córdoba- o del economista liberal Luís Hermida, defiende -sin rodeos- la alianza con los sectores más concentrados del empresariado. Por ejemplo, en relación a la política habitacional, propone la creación de un “gabinete ad hoc” con empresarios inmobiliarios como Parga y Bugliotti para discutir la construcción de viviendas. Sobre ellos dijo: “los desarrollistas han hecho de la maximización de las ganancias y el lucro una bandera increíble” (Ídem).
En cuanto al perfil político de sus votantes, señala que a él lo vota el más amplio espectro político, entre ellos “capitalistas e industriales”. Más claro, agua. ¿O será que el empresariado cordobés vota por aquellos que se proponen afectar sus intereses en beneficio de las grandes mayorías? En realidad, pese a los malabares de Argumedo y del MST, el programa que levantan en Córdoba no tiene nada de transformador. De allí que sus listas estén pobladas de los principales voceros de los grupos empresariales locales.
El cuento de las diferencias programáticas con Binner pretende ocultar el motivo real de la ruptura. Ambas listas encarnan proyectos políticos similares a los del FREPASO. La centroizquierda ya fracasó. Frente a eso, el Frente de Izquierda, por su programa y candidatos, es la única lista que levanta un programa en beneficio del pueblo trabajador.
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