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Gerardo MartínezImpunidad oficial al servicio de la burocracia
La semana pasada, sindicatos de la construcción opositores y organismos de Derechos Humanos denunciaron al dirigente de la UOCRA, Gerardo Martínez, por haber sido partícipe del Batallón 601 durante la última dictadura. Martínez aparece en el listado de los miembros civiles que prestaron servicios en ese periodo en el que 105 obreros de la construcción fueron desaparecidos. El Batallón 601 se encargaba entonces de la infiltración, seguimiento, secuestro, tortura y desaparición de personas. El gobierno, pese a que tenía la información desde hace tiempo, no hizo la denuncia. Al contrario. Incluso ahora, que las denuncias provienen desde afuera de las filas kirchneristas, mantiene un silencio absoluto alrededor del caso. El único que se refirió al tema fue el ministro de Trabajo, Tomada, quien dijo que esperaba “aclaraciones” por parte de Martínez. Quien debe “aclarar” por qué mantuvo oculto el pasado del dirigente sindical es el kirchnerismo. El mutismo oficial se explica por su alianza estratégica que entabló con el secretario general de la UOCRA. Éste mantiene una estrecha alianza con De Vido por el manejo de la obra pública. Es, además, un “cristinista” puro. Hace sólo unos meses se rumoreaba que el kirchnerismo, de la mano de algunos sectores del empresariado, planificaba desbancar a Moyano para reemplazarlo por Martínez, a quien consideran más “moderado”. Por eso mismo es que fue nombrado como parte de la comitiva oficial a la OIT. Recordemos que Gerardo Martínez es el actual secretario de Relaciones Internacionales de la CGT. Una vez más, el autoproclamado “gobierno de los derechos humanos” se convierte rápidamente en el garante de la impunidad al servicio de sus amigos. |
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