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EspañaLos Indignados volvieron a las callesMiles de “indignados” -entre el sábado y domingo pasados- volvieron a copar la Puerta del Sol de Madrid. Fue una marcha de seis columnas venida de distintos puntos del país. “Esta crisis no la vamos a pagar nosotros”, era el estandarte principal que convocaba. El 70% de los españoles consideran justos sus reclamos. Y para el 15 de octubre preparan una jornada de lucha planetaria. Método de protesta que se extendió a varios países. Incluso, en Israel, miles de Indignados acampan en Tel Aviv y Jerusalén. (Algañaraz, desde España, Clarin, 25/7) Esta marcha fue precedida por otra, en Barcelona, el miércoles 20 de julio. Cerca de 30 mil manifestantes protestaron contra los recortes sociales del presupuesto del gobierno de Catalunya. Había mucha expectativa sobre cuál iba a ser la magnitud de la marcha. Desde el desalojo de la Plaza Catalunya, el 30 de junio, y el repliegue de las asambleas barriales, no se había producido ninguna movilización. Encima ha comenzado el verano europeo y las vacaciones. Pero la respuesta fue contundente desbordando todos los cálculos previos. Desde las 19 horas empezaron a llegar a la Plaza las columnas de los barrios, de trabajadores y gente suelta. A los veinte minutos arrancó desde el Corte Inglés y tomó el Paseo de Gracia, terminando a las nueve de la noche frente a la estación de Francia, cerca del Parlamento, donde se aprobaban las leyes del recorte. La marcha tuvo una composición donde se mezclaban jóvenes con gente de mediana edad y trabajadores. En especial, se destacaron columnas y pancartas de la Salud, con sus uniformes blancos, unos de los sectores más afectados por los recortes. Una pancarta decía “más recortes, más muertos”. Los edificios de la Bolsa y los bancos concentraron las expresiones de rechazo. Cuando se pasaba frente a ellos todos levantaban sus manos gritando “Manos arriba, esto es un asalto”. A la cabeza, una gran bandera decía, en catalán: “La calle es nuestra, no pagaremos su crisis”. Al pasar frente al edificio de las oficinas de las centrales sindicales (UGT y Comisiones Obreras), se producía una chiflatina general y se coreaba “¡Huelga General!, ¡Huelga general!” Los Indignados y las asambleas barriales están discutiendo y proponiendo que se convoque a un paro nacional para octubre. El éxito de la marcha del 20 de julio de los Indignados en Barcelona y la nueva protagonizada en Madrid, muestra que el movimiento sigue vivo y tonifica la lucha contra el ajuste del gobierno de Zapatero. Quizás, esté preanunciando qué, después del verano, las movilizaciones crezcan en toda España. |
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