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EditorialNo votes a este “modelo”El ministro del Interior, Florencio Randazzo, dijo en estos días que “este gobierno siempre ha priorizado el diálogo y nunca ha criminalizado la protesta social” (Página12, 30/7). Un doble discurso que no se sostiene, mucho menos luego de que el gobernador kirchnerista de Jujuy, de la mano de la explotadora y negrera patronal del Ingenio Ledesma, la “familia” Blaquier, asesinaran a pobladores por el solo y elemental derecho de exigir viviendas dignas. En el mandato de Cristina ya hay 14 asesinados por la represión. Por eso en la marcha de repudio que se hizo a Plaza de Mayo al otro día de los hechos se cantó “Ni progresista, ni nacional, es el gobierno que asesina por luchar”. El gobierno se quiere despegar de los hechos o ignorarlos. Fue una vergüenza que la presidente, al otro día de los asesinatos, hablara desde Brasil sin hacer referencia al tema. ¿Dónde quedaron los derechos humanos que dice defender? ¿Y la lucha contra los cómplices civiles de la dictadura que hicieron grandes negocios? Recordemos cuando el gobierno embistió contra Papel Prensa para simular que quería combatir los negocios empresariales hechos durante la dictadura. Ahora se demostró que fue una falsa campaña, ya que el kirchnerismo es cómplice de los Blaquier, oligarcas que colaboraron con el golpe militar haciendo desaparecer a obreros de su Ingenio, sin que siquiera exista una causa judicial en su contra. Patronal que sigue haciendo grandes ganancias con el gobierno K. A tal punto que uno de sus directivos fue parte del viaje presidencial a Brasilia, mientras le niegan un pedazo de tierra para que vivan los pobladores jujeños.
Tenemos que hablar, además, de otro derecho humano esencial, el de una vivienda digna. Problema estructural que volvió a estallar en Jujuy y que ya se había manifestado en el Parque Indoamericano y en varios lugares del conurbano. En ocho años de crecimiento económico, lejos de solucionarse, el problema se agravó. Son 10 millones de personas con problemas habitacionales. Techos que ni el gobierno nacional, ni los provinciales, sean del color que sean, construyen. En Capital, con Macri, creció el negocio inmobiliario y los barrios para ricos como Puerto Madero, no la vivienda social. Lo mismo ocurre en la provincia de Buenos Aires gobernada por el kirchnerismo y en otras provincias K. Mientras sigue el despilfarro de los fondos públicos -1.200 millones irían a Fútbol para Todos-, en vez de destinarse a solucionar este flagelo. Demostrando que plata hay, pero se dispone para otra cosa. Prueba que estos políticos patronales, sean “de derecha” o “progresistas”, gobiernan a espaldas de las necesidades populares. Esta feroz represión, igual que la protagonizada contra los docentes de Santa Cruz en plena Capital, junto a otros hechos, vienen desgastando a Cristina. El gobierno tuvo que echarse atrás con el cambio “revolucionario” en el fútbol, repudiado por millones. Su predilecto juez de la Corte, Eugenio Zaffaroni, fue denunciado por alquilar varios de sus 15 departamentos para prostíbulos. Los obreros de las Madres reclaman por el pago de sus sueldos, ahora no contra Hebe, sino contra el gobierno nacional, quien se quedó con la administración de su Fundación. A esto hay que sumarle el robo de la inflación que sigue haciendo estragos en los ingresos populares. Graves problemas sin solución que se empiezan a divisar como intrínsecos a este “modelo”. Esto ha llevado a que en los procesos electorales se exprese un “voto antikirchnerista”, aunque canalizado por distintas variantes patronales que no les sirven a los trabajadores. Algunos pronostican que a Cristina no le será fácil ganar en primera vuelta. Al oficialismo se le han sumado problemas dentro de su propia tropa. La Campora no fiscalizó para el Frente para la Victoria en el balotaje en Capital, acusada, desde la Casa Rosada, de hacer una mala elección el pasado 10 de julio. Los intelectuales K siguen sangrando por la herida despotricando contra Filmus, mostrando la impotencia del “progresismo” ante “la derecha”. Nadie sabe hoy cómo va a ser el comportamiento del aparato clientelar del PJ en la provincia de Buenos Aires ante el desaire de la presidente en limar candidaturas de algunos barones del conurbano que pretendían más. “Malhumor” que en las internas del 14 de agosto se puede expresar. El gobierno aspira a mantener su base social anunciando en estas semanas, como ya trascendió, subas -aunque insuficiente en la asignación por hijos, las jubilaciones y el salario mínimo.
El desgaste oficial trata de ser aprovechado por los Duhalde, Alfonsín, Carrió, De Narváez. Todos se presentan como “ganadores” ante los resultados de Capital o Santa Fe. Lo mismo harán con las elecciones del 7 de agosto en Córdoba donde, se dice, ganará De la Sota, enfrentado al gobierno nacional. Pero no hay que dejarse engañar. La oposición patronal no es salida. Critica al gobierno por puro electoralismo. Todos denunciaron la represión en Jujuy pero ninguno se movilizó a Plaza de Mayo. Detrás de los globos de colores de Macri y su discurso a favor del “diálogo y la tolerancia”, están las topadoras que echan a los vecinos de espacios públicos para ser destinados a negocios privados, mientras se siguen desmantelando los hospitales públicos de la Capital. Alfonsín ya gobernó con la Alianza. Binner reconoció que también militó para De la Rúa- Chacho Alvarez, igual que Carrió. Duhalde fue el que pergeñó el gran ajuste con la devaluación en 2002 y llevó al poder a Néstor Kirchner. Todos se preparan para mantener el “modelo” capitalista de subsidios a las patronales, privatizadas y pagos puntuales de la deuda externa.
Ante el falso “progresismo” de Cristina y ante la oposición de la UCR, las distintas variantes del PJ, la Coalición Cívica, PRO y demás opciones patronales, hay una alternativa: votar al Frente de Izquierda. Un voto útil por la unidad de la izquierda, levantando claras propuestas: aumento de salarios y jubilaciones; eliminación del IVA de la canasta familiar; basta de trabajo en negro y tercerizado; plan de viviendas populares; reestatización de la privatizadas. Un voto para seguir apoyando al nuevo sindicalismo combativo para barrer a la burocracia sindical y reclamar castigo a los responsables materiales y políticos de la represión, entre otras medidas de fondo. Llamamos a votar por la unidad de la izquierda, por estas propuestas y para que en las internas del 14 de agosto no nos proscriban (ver páginas centrales). |
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