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Socialista es una publicación de Izquierda Socialista
Escribe:
José Castillo
¡Derrotamos la proscripción!
Un triunfo de la unidad de la izquierda
La elección del domingo pasado dejó dos grandes noticias: la primera fue, obviamente, la alta elección de Cristina (tema que tratamos en profundidad en el Panorama Político de la página 4). Y la segunda, de menor impacto pero no por ello menos importante, fue la excelente elección que realizamos como Frente de Izquierda, logrando el objetivo de romper la trampa de la proscripción
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José Castillo, Jorge Altamira y Christian Castillo junto a otros candidatos, festejando en el momento que se confirmaba que el Frente vencía el intento de proscripción. Abajo, la militancia acompañando. |
La elección del Frente fue un éxito en toda la línea: necesitábamos 400 mil votos para superar el piso del 1,5% y obtuvimos 512.000. La fórmula Altamira-Castillo estará en las presidenciales, junto a importantes y reconocidos luchadores que van a diputados y senadores en los principales distritos, donde también logramos superar el piso (ver “Los resultados…”).
Se trata de un triunfo contundente de la unidad de la izquierda. Miles de luchadores, trabajadores y jóvenes captaron un mensaje: la izquierda se unió para superar la proscripción. Decidió enfrentar de conjunto la trampa que trató de imponer el gobierno vía la Reforma Política. El Frente de Izquierda fue noticia porque logró instalar que, lejos de brindar “transparencia”, las tramposas internas abiertas intentaban proscribir a quienes apoyamos los reclamos populares y levantamos propuestas alternativas.
La elección del Frente terminó transformándose en un pequeño fenómeno electoral. Porque fueron centenares de miles los que dijeron con su voto que la izquierda es parte de la realidad política nacional y no debe ser silenciada. Esa izquierda que está en las luchas, que forma parte del nuevo sindicalismo combativo, que milita en las universidades y colegios, en los barrios, que tiene bancas legislativas, que dirige la Fuba y muchos centros de estudiantes en todo el país, debía estar presente electoralmente. Este fue el mensaje que transmitió el Frente de Izquierda y que, evidentemente, caló muy hondo. Lo hizo a partir de tener dirigentes creíbles y reconocidos luchadores como candidatos en todo el país. Se expresó en el gran despliegue militante que hizo. También se manifestó en el impacto de los spots televisivos, en la difusión en las redes sociales y en el pronunciamiento de reconocidas personalidades (ver “Los apoyos…”, pág. 8). Y no se trató de ningún “milagro”. Simplemente, hubo un sector de la sociedad que se pronunció contundentemente por nuestro derecho a la participación en las elecciones. En este país, donde el peronismo estuvo proscripto 18 años, donde muchísimas veces la izquierda fue declarada ilegal y donde hubo una dictadura genocida, hubo un pronunciamiento contundente para que nuestras propuestas sean escuchadas, repudiando lo que era una violación a la más elemental de las libertades democráticas.
Una campaña militante y al servicio de las luchas
Mientras desarrollábamos la campaña electoral, seguimos apoyando todas los conflictos que se dieron en estos meses. Levantamos la única tribuna en el Día Internacional de los Trabajadores en Plaza de Mayo. Fuimos parte de las marchas y actividades de apoyo a los docentes de Santa Cruz y repudiamos los asesinatos en Jujuy. Recorrimos conjuntamente lugares de trabajo e impulsamos en común las listas unitarias opositoras Bermellón en ATE y Gris-Bordó en el Roca. Logramos que más de 500 intelectuales nos apoyen. Antes de la elección del 14 de agosto, participamos en los comicios en Neuquén, donde logramos ingresar por primera vez a la Legislatura; realizamos una gran campaña militante en las elecciones a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; logramos una concejalía en Capitán Bermúdez en Santa Fe y lo coronamos, apenas una semana antes de las primarias, con la excelente votación en Córdoba -donde salimos cuarta fuerza, superando a las listas del kirchnerismo y de Carrió-, obteniendo más del 5% en la Capital, lo que nos permitió renovar la banca de nuestra compañera Liliana Olivero.
Prepararnos para lo que viene
La elección del domingo mostró que existe un sector de la clase trabajadora y de sectores populares que no se deja llevar por el canto de sirena de los partidos políticos patronales o la centroizquierda. Que sin duda se potenció ante el hecho de que hayamos sido capaces de plantear una propuesta unitaria. También sabemos que muchos nos votaron ahora, porque están en contra de la proscripción, pero piensan apoyar a otros candidatos en octubre. Celebramos que hayan decidido votar al Frente de Izquierda y no a otras listas. Y con ellos queremos dialogar.
Queremos convencer a la mayor cantidad posible de quienes nos votaron para que nos sigan acompañando. Decirles que esa voz que evitaron se silencie, puede potenciarse como alternativa si en octubre la fórmula Altamira-Castillo logra una buena votación. Y más aún, si obtenemos diputados de izquierda. Parlamentarios que, como señala toda la trayectoria de la izquierda desde 1983 a esta parte, estarán incondicionalmente apoyando los reclamos obreros y populares, como lo viene haciendo desde hace diez años Liliana Olivero en la Legislatura de Córdoba, y como seguramente lo harán los compañeros de Zanón, Angélica Lagunas y Patricia Jure en Neuquén.
Ahora empieza otra pelea. Estamos en la carrera hacia octubre. Y queremos hacer llegar las propuestas del Frente de Izquierda al conjunto de la clase trabajadora, de la juventud y demás sectores populares. A todos los que día a día pelean por el salario, contra la tercerización, el trabajo en negro o en defensa de la salud y la educación públicas. Más allá de a quién votaron en esta elección o en las elecciones provinciales pasadas. Porque los votos obtenidos por el Frente de Izquierda deberán servir para estar más fuertes a la hora de impulsar las propuestas de fondo al servicio de los trabajadores y el pueblo. Este es el desafío de acá al 23 de octubre, cuando, una vez más, le daremos pelea desde el Frente de Izquierda tanto al doble discurso del gobierno como a la oposición patronal.
Los resultados del Frente
Más de medio millón de votantes lo hicieron por el Frente de Izquierda, logrando el apoyo de trabajadores, jóvenes, jubilados, periodistas, intelectuales, músicos y personalidades. El Frente hizo buena elección en distritos claves. En la Provincia de Buenos Aires, para diputados logró el 2,77. En el conurbano bonaerense superó a Carrió y en varios municipios a Binner, como en Malvinas Argentinas, con el 3%. En la ciudad de La Plata, su Capital, obtuvo el 4,37 % y en Bahía Blanca el 4,5. En Avellaneda el 3,8% y en Lanús y Morón logró el 3,64 por ciento; el 3,4 en Hurlingham; el 2,9 en Merlo y 2,82 en la populosa Matanza. En Ciudad de Buenos Aires sacamos el 4,43 %, seis veces más que en las pasadas elecciones del 10 de julio. En Neuquén, el Frente superó los votos obtenidos en las elecciones provinciales donde veníamos de obtener una banca de los trabajadores, sacando el 5,9 % en toda la provincia y el 7,37 en el Departamento Confluencia (la Capital y otras ciudades aledañas). En Córdoba, donde logramos renovar por quinta vez la banca de nuestra diputada Liliana Olivero en las elecciones del pasado 7 de agosto, sacó más votos que entonces, obteniendo casi 70.000 a diputados en la provincia (3,96%), llegando al 6,5 en la Capital. En Salta, el Frente obtuvo el 6,7 % en la provincia y el 11% en la Capital. El 3,91 en Santa Cruz. En Jujuy llegó al 3,87, en Ledesma al 3,43 y en General Belgrano, de esa misma provincia, obtuvo el 4,94. Y en la austral Tierra del Fuego el 2%.
El Frente logró superar el piso del 1,5 % en 13 provincias, en las cuales presentará, además de la boleta presidencial, candidatos a diputados y a senadores nacionales. Ellas son: Capital Federal, Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Salta, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego, La Rioja, Jujuy, Chubut y Tucumán.
Escribe:
Atilio Salusso
La política unitaria de Izquierda Socialista
A fines del año pasado decíamos: “Es una gran necesidad poner en pie un Frente de Izquierda para las próximas elecciones. Izquierda Socialista pone su voluntad política y todos sus trabajos sindicales, estudiantiles, barriales y de derechos humanos, incluida la banca de nuestra compañera diputada Liliana Olivero de Córdoba, a tal fin” (El Socialista 181, 15/12/2010).
En los meses subsiguientes hicimos mucho más concreto el llamado con una carta distribuida a las direcciones nacionales de los partidos con quienes posteriormente conformamos el Frente, la cual posteriormente fue distribuida por miles en la marcha del 24 de marzo. Allí planteábamos levantar “un candidato presidencial único de la izquierda…” y proponíamos que “sea del Partido Obrero (Altamira, Pitrola o quien PO designe)” (Carta al Partido Obrero y demás organizaciones de izquierda, El Socialista 186, 30/3/2011). A la semana siguiente agregamos que el vice debía ser para los compañeros del PTS. Todo con el objetivo de facilitar y avanzar en la unidad.
Desde ese momento se empezaron a dar distintas reuniones que culminaron en este importante paso unitario que hoy estamos celebrando, de las cuales participó el MAS, quien luego terminó dividiendo.
Señalábamos, además, que la unidad era necesaria para dar pelea contra el intento proscriptivo que engendraban las tramposas internas surgidas de la antidemocrática Reforma Política aprobada por Cristina y la UCR. Y pronosticábamos que, de darse la unidad, podíamos superar ese escollo “por el caudal de votos que ya es patrimonio de la izquierda y el efecto positivo que generaría en miles de trabajadores y estudiantes el hecho de ver a la izquierda unida”. (Idem)
Ya conformado el Frente, se dieron ricos debates a su interior. Uno fue sobre los ejes de campaña. Por nuestra parte -además de manifestar que debíamos levantar las propuestas acordadas en el programa de independencia de clase que acordamos-, señalamos que uno de sus perfiles debía ser la denuncia del piso del 1,5% y el llamado a que nos acompañen para dar pelea en común. Ante los primeros apoyos al Frente (algunos “críticos”), manifestamos que debíamos saludarlos y llamar a multiplicarlos. Porque era invalorable el apoyo de aquellos que lo hacían por luchar contra la proscripción. Llamamos a obviar cualquier tipo de sectarismo y a enarbolar una campaña común. Debate que dio sus frutos, ya que entre todos los partidos del Frente pudimos coincidir finalmente con esa política. La cual se manifestó en los spot de campaña, concentrando en pocas palabras el mensaje de que nos querían silenciar, y que pedíamos el voto de todo aquél que estuviera en contra de semejante cercenamiento antidemocrático.
De esa manera, millones empezaron a enterarse, por primera vez, que la tan mentada reforma política no iba en pos de más “transparencia”, sino que tenía el objetivo de impedir que el Frente pudiera estar en las presidenciales. Política que les terminó fracasando.
Finalmente, queremos resaltar el empeño de nuestro partido por realizar una campaña común del Frente que nos tuvo como verdaderos protagonistas. Impulsamos actos, charlas y recorrida común por los medios en todo el país. Nuestros militantes repartieron miles y miles de volantes y folletos. Pegaron miles de afiches. Y pelearon el voto hasta el final en lugares de trabajo, universidades y colegios, barrios y plazas públicas. Nuestros principales candidatos estuvieron al servicio de esta política unitaria: Liliana Olivero, José Castillo, Edgardo Reynoso, Angélica Lagunas, Gringo Giordano y demás compañeros referentes de las listas del Frente.
Quienes conformamos el Frente -mas allá de las diferencias que nos separan- hemos hecho un camino común que queremos seguir recorriendo. Los esfuerzos maduros y mancomunados fueron un aliciente y a la vez un compromiso por mantenerlos. Los pasos alcanzados nos indican que vamos por buen camino.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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