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Cristina con el ajustador SarkozyAl aire libre, en los elegantes jardines del Palacio del Elíseo, el miércoles 14 la presidente Cristina Kirchner fue recibida por su par francés, Nicolás Sarkozy. Habrían acordado, en un ambiente relajado y de mutua simpatía, llevar propuestas comunes a la reunión del G-20 para combatir la especulación en relación a los precios de las materias primas y a los paraísos fiscales. Pero la noticia del día para Sarkozy era muy distinta. En la noche previa, en conversación telefónica, él y Ángela Merkel ratificaron una vez más su exigencia al gobierno griego: aplicar a rajatabla todos los planes de ajuste. Es decir, que siga adelante con los recortes, rebaja de salarios, despidos y pagos de la deuda. Cristina no hizo ninguna manifestación de defensa del pueblo griego, que viene hace meses luchando y movilizándose contra las medidas que le impone su gobierno y las grandes potencias Alemania y Francia. Se abrazó con uno de sus verdugos, Sarkozy, y coincidió con él en la conocida frase “Grecia no es Argentina”. |
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