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¿Cuál es la salida para evitar tantas muertes?El saldo de 11 muertos y más de doscientos heridos en Flores sigue dando qué hablar. Días después ocurrió otro, protagonizado por un camión, un colectivo y el Premetro. ¿Por qué los trabajadores y usuarios tenemos que pagar con nuestras vidas las consecuencias de un sistema de transporte al servicio de las ganancias patronales? ¿Cuál es la salida para evitarlo?
Sin ir más lejos en el ferrocarril muere una persona por día por accidentes. Casi 400 al año, en pleno siglo XXI, y sólo en este medio de transporte. Tanto el gobierno nacional como el de la Ciudad se pelean en campaña electoral, pero acuerdan en culpar al colectivero de la 92. De esta manera, lavan su propia responsabilidad y la de los grandes empresarios del transporte. A minutos de las muertes en Flores, junto al “Pollo” Sobrero dijimos claramente: “van a querer culpar al colectivero, pero esto no fue un accidente, sino una consecuencia lógica del descalabro del sistema de transporte que los gobiernos le han entregado a las patronales negreras, las cuales reciben millonarios subsidios estatales pero no invierten un peso en obras que podrían evitarlo. Toda la plata de subsidios va a parar a sus bolsillos y el gobierno hace la vista gorda, porque no controla nada”. Y lo seguimos sosteniendo. Para desentrañar las causas de los 11 muertos de Flores y las 20 personas que mueren a diario en el país por hechos relacionados al tránsito, no basta con señalar como imprudentes o desquiciados a los trabajadores del transporte. Justamente en todos los siniestros ferroviarios, desde la concesión del servicio hasta hoy, las empresas indefectiblemente hablan de “error humano” o sabotaje. De esta manera encubren la permanente desinversión en el sistema y la absoluta desidia e improvisación para operarlo. Así, la señalización, las vías, los coches, locomotoras, estaciones e instalaciones, son de una precariedad que no dudamos en considerarla criminal. Maquinistas, banderilleros, guardabarreras, guardas y todo empleado ferroviario, está expuesto invariablemente, durante sus horas de trabajo, a una “catástrofe anunciada”. En tanto los choferes de ómnibus y colectivos están sujetos a horarios que les resultan imposibles de cumplir en el marco de un tránsito caótico, en el que el parque automotor ha crecido, mientras que el transporte público es cada vez más deficiente. Las patronales negreras del autotransporte presionan a sus trabajadores poniendo en juego su estabilidad física y emocional. Apelan en oportunidades a los inspectores de las líneas para activar el servicio, transgrediendo las más elementales normas de tránsito, transformando en una regla las altas velocidades y el manejo temerario. Por supuesto que éstas no tienen más preocupación que llevarse los enormes subsidios que le exprimen al Estado, que no es otra cosa que el esfuerzo del pueblo trabajador. Especuladores y ladrones dirigen el transito La Capital y el Gran Buenos Aires crecen a un ritmo frenético, al mismo tiempo que el doblamiento del interior va achicándose. Lejos de planificar las urbanizaciones, todos los gobiernos han dejado las manos libres a los mercaderes inmobiliarios, que rapiñan espacios públicos y construyen en función de sus fabulosas ganancias especulativas. Esta es la combinación letal que produce esta matanza diaria. Las patronales y gobiernos que desmantelaron las empresas estatales como los ferrocarriles son los responsables. Enormes desarrollos urbanos con servicios ferroviarios que atrasan un siglo y tienen, como expresión de decadencia, 100 anacrónicos pasos a nivel en Capital y más de 400 en el Gran Buenos Aires. Estos son verdaderas trampas mortales para peatones, transportistas y trabajadores ferroviarios que son los destinatarios de la bronca por esperas de más de 20 minutos. Miente descaradamente el gobierno kirchnerista cuando anuncia por sexta vez el soterramiento del Sarmiento. Ya lo señalamos como una obra faraónica, que lejos de solucionar los problemas estructurales, sólo complica y entorpece al sistema ferroviario. Esta obra adjudicada a una empresa del grupo Macri, arrancó con un presupuesto de 300 millones de dólares y ya va por los 5.600 millones de dólares, una estafa al país. Hay que reestatizar el sistema ferroviario No serán los políticos patronales los que puedan encarar una respuesta a esta dramática sucesión de muertes totalmente evitables, somos los trabajadores movilizados junto a usuarios y vecinos quienes podremos abordar la salida exigiendo la concreción de las obras de eliminación de los pasos a nivel, empleando los fondos para ese fin y no para ganancias de los empresarios. Pero a la vez urge luchar por soluciones de fondo y en ese sentido no pueden sostenerse más las empresas como TBA y todas las concesionarias. Hay que reestatizar los ferrocarriles de forma integral (pasajeros y carga) para que funcionen bajo un estricto control de los trabajadores y usuarios. Sólo así se podrá definir al ferrocarril como un factor estratégico de la economía nacional y dejará de estar al servicio de los negreros y saqueadores. Los trabajadores haríamos un sistema que integre a todos los modos de transporte, terminando con rutas y calles saturadas de tránsito y poblaciones aisladas. Desde el Cuerpo de Delegados del Sarmiento y la Bordó Nacional, venimos peleando por esto desde hace años. En el Frente de Izquierda levantamos esta propuesta y somos los únicos que queremos pelear por llevarla al Parlamento. La reestatización de todo el sistema ferroviario será uno de los primeros proyectos que llevaremos en caso de obtener una banca y la presentaremos con la movilización de todos aquellos que quieran evitar muertes y negociados. ¿Sabía Usted?• El soterramiento del ferrocarril Sarmiento es un proyecto de 1930. • Con la concesión de las líneas metropolitanas en el año 1995 debían eliminarse los pasos a nivel. • El Estado gastó 4 millones de dólares por la compra de 10 coches motores fabricados en la década de ´70 en Alemania y dejados fuera de servicio en Holanda el año pasado, compra que se hizo para TBA a principios de año. • Los subsidios mensuales a los colectivos son de 880 millones de pesos. • La CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) no cumplió con el compromiso de adaptar los tiempos de recorrido de los colectivos a la situación actual del tránsito. • La red de subtes es de 48 kms., muy pocos más que los que tenía en 1993 cuando se concesionó a Metrovías, y que en ese año viajaban 700 mil personas por día y hoy lo hacen 1,5 millones. • Gabriel Romero es titular de Ferrovías (Belgrano Norte) y además de Hidrovía S.A. -la empresa que cobra peaje a los buques de carga en el Paraná- y que el gobierno de Cristina Kirchner le prorrogó la concesión por decreto hasta 202. Además de que Romero tiene una ganancia de 120 millones de dólares al año y recibirá un subsidio de 113 millones de dólares en 3 años para “dragar” 1.000 km de río. • El monto de dinero para el funcionamiento del servicio ferroviario en 1989 era de 1 millón de dólares diario; en 2009 ese monto llegó a 5,75 millones de dólares por día y en la actualidad aumento un 30%. • El gasto ferroviario de 2009 fue de 7981 millones de pesos. • En el área metropolitana se transportaron en 1989 268.700.000 pasajeros, mientras que en 2009 lo hicieron 430.830.000. “Pollo” Sobrero “Los muertos siempre los ponemos nosotros”Siempre el gobierno, la justicia y las patronales nos culpan a los trabajadores. Cuando fue lo de LAPA dijeron que la culpa fue del piloto. Ahora el chofer del colectivo. Mañana será un ferroviario. ¡Pero los trabajadores y usuarios somos las víctimas, mientras los grandes empresarios se llevan la plata a paladas que impunemente le entrega cada gobierno de turno! Los trabajadores somos los que denunciamos la falta de obras, coimas y encubrimientos oficiales, pero no nos escuchan. Y cuando se producen estas muertes la culpa la tenemos nosotros. El otro día un ex militar asesinó a un chofer. Siempre el hilo se corta por lo más fino. Esto no puede ocurrir más. |
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