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El trago amargo de los SaáLuego de que “el Adolfo” quiso hacer otro más de sus delirios al intentar presentarse simultáneamente como candidato a Senador por San Luis y a gobernador por Buenos Aires -¿Qué le hace otra mancha más al tigre?-, la justicia lo obligó a bajarse de la candidatura bonaerense. Mientras su hermano, ni corto ni perezoso, “coincidió de casualidad” con Francisco De Narváez en un café de San Justo para pactar ante la mala performance que obtuvieron. Embarcado en una campaña donde promete hacer de Argentina otra San Luis -con Wifi para todos, supercarreteras y jingle de los “Wachiturros” incluído-, luego de su fracasada “interna” junto a Duhalde, pareciera estar al timón del Titanic. Un sector de sus diputados de Capital acaban de cruzar el charco. |
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