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Los docentes de Capital contra MacriLa semana pasada se realizó una nueva medida de lucha contra el ataque del macrismo a la educación pública en la ciudad de Buenos Aires.
Macri y su gobierno están intentando dar un golpe muy profundo contra la escuela pública y acelerar los pasos para ir hacia un modelo educativo similar al que hoy estalla en Chile. Esto se expresa, principalmente, a través de la presentación de un proyecto de ley en la Legislatura que pretende eliminar las Juntas de Clasificación Docente, organismo encargado de armar los listados por orden de mérito para que accedamos a nuestros cargos. Para estas juntas los docentes de toda la Capital, cada dos años, votamos a nuestros representantes, teniendo dos tercios de la representación en las mismas y el tercio restante el gobierno. Lo que se pretende con esto es crear una Junta única, cuyos integrantes sean elegidos exclusivamente desde el gobierno, y así poder designar a dedo a los maestros, lo que implica abrirle una puerta al “amiguismo”, a que los maestros no accedan a sus cargos en forma transparente y a que los gobiernos de turno manejen según sus intereses particulares el sistema público. Otra razón por la que quieren eliminar esta Junta es porque sus miembros, hace dos años, contribuyeron en gran medida a que la gestión macrista no cerrase 82 grados como pretendía. Fueron ellos quienes dieron a conocer la información y quiénes sostuvieron en un principio la existencia de los cargos. Algunos de ellos hoy incluso tienen una causa judicial abierta por eso. Sólo los gobiernos dictatoriales de Onganía y Videla se atrevieron a eliminar las elecciones de Juntas Docentes. Frente a esta situación los docentes porteños salimos a dar pelea. Ya llevamos dos jornadas de paro casi totales y dos movilizaciones multitudinarias, la última de 10.000 compañeros, una mayor que la otra, además de la existencia de una gran participación desde las escuelas y la realización de actividades por distritos. El gran desafío que tenemos para torcerle el brazo al macrismo pasa por superar la inconsecuencia de las direcciones sindicales, cuya política es la de realizar medidas de lucha aisladas para que la dinámica del conflicto no se les escape de las manos, y poder así sentarse a negociar con el gobierno. Aunque esto no les está dando resultado, ya que el proyecto de ley sigue adelante y sería llevado al recinto para su votación el 10 de noviembre. Con la última medida de lucha, desde las escuelas y a través de la realización de asambleas abiertas en base a mandatos, logramos imponerles a las conducciones sindicales, principalmente a la Celeste-kirchnerista de la UTE, la realización de un paro de 48 horas, ya que habían expresado públicamente que querían que fuera de nuevo por 24 horas. La conducción de la UTE una vez más utiliza un doble discurso, ya que dicen ser una oposición implacable a las políticas macristas, pero en los hechos, sólo impulsa medidas aisladas, sin consultar a los docentes en las escuelas, para terminar claudicándole al gobierno, como se vio a principio de año cuando firmó un acuerdo salarial más que insuficiente. Debido a esto, en las escuelas y en el activismo, se está desarrollando un amplio debate, sobre cual es la mejor manera de continuar nuestra lucha y derrotar así este nuevo ataque a la educación pública. |
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